Fuente: El Tiempo.
En el libro de Las mil y una noches, el genio de la lámpara le cumplía los deseos a Aladino. Ahora, el colombiano Felipe Velásquez quiere tomar el lugar del genio y, a través de su página www.lapapaya.org, busca la manera de satisfacer el mayor número de peticiones a "todo el que esté dispuesto a soñar", según dice.
El portal solidario funciona como una red social en la que toda persona que tenga un sueño puede expresarlo, mientras otros, llamados 'papayos', se comprometen a hacerlo realidad. A cambio, el 'soñador satisfecho' ofrece sus habilidades o su tiempo para cumplir tres deseos de diferentes personas.
La idea comenzó en el 2007 cuando el arquitecto colombiano Felipe Velásquez, cansado de crear diseños de viviendas, abandonó su puesto en un estudio de arquitectura de la capital andaluza, para trasladarse a Barcelona y comenzar a fraguar 'lapapaya.org'. "Busco crear conciencia social entre la ciudadanía para alcanzar el desarrollo sostenible a través de los sueños de cada uno", explica.
Esta iniciativa combina sueños humildes con otros de mayor envergadura como 'El amor de mi sábana', un plan de desarrollo de vivienda social en el norte de Colombia, que está en marcha.
Para darle un nombre a esta cadena de favores entre amigos seleccionó la palabra papaya, porque la fruta tropical tiene muchas semillas, al igual que su iniciativa, la cual espera que se complemente con otros proyectos, como él asegura: "la única forma de solucionar los problemas económicos es trabajar juntos con innovación y creatividad".
Esta iniciativa fue su tesis en el doctorado de Historia del Arte y Gestión Cultural que cursó Velásquez. Actualmente se autofinancia con la venta de pulseras, camisetas o tarjetas de papel reciclado y con las ganancias que deja la publicidad que está en la web.
Los deseos con más puntos reciben apoyo por parte de la página y son los usuarios inscritos en la red social los que a través de sus votos se convierten en socios y otorgan esta subvención.
Ya hay cerca de un centenar de soñadores registrados, que se han dado "el permiso de soñar". Entre tanto, 'lapapaya.org' sigue en la búsqueda de la colaboración privada y oficial para lanzar nuevos proyectos locales.
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