Fuente: Baquia.
El verano y el iPhone pueden tener serios problemas de compatibilidad. Apple ha advertido que los modelos 3G y 3GS no deben utilizarse fuera del rango de temperatura para el que han sido diseñados, entre -20 y 45º.
Cuando se expone el teléfono directamente a la luz solar, o bien en el interior de un coche cerrado en verano, por ejemplo, es fácil rebasar el límite superior. Lo ideal es utilizar el aparato entre 0 y 35 grados, de modo que la temperatura exterior no supere la del aparato.
Y es que desde que fue lanzado el pasado mes de junio, algunos usuarios han advertido de problemas por sobrecalentamiento del iPhone 3GS. Aple admite que tales problemas existen, pero los achaca a las condiciones de temperatura externa, y no a defectos en la fabricación.
Si el usuario ve en su pantalla un mensaje avisándole de que el teléfono necesita enfriarse, más vale que lo deje reposar un rato a la sombra. Cuando el iPhone se sobrecalienta, puede suceder que se acorte la duración de la batería, que pierda intensidad de señal o incluso que deje de funcionar.
Apple también recomienda no utilizar en verano durante demasiado tiempo algunas aplicaciones que son grandes consumidoras de recursos, como la descarga de vídeos en streaming o la función de GPS, ya que exigen un rendimiento máximo del hardware.
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