Apple ha solicitado que nueve dispositivos de Samsung, incluídos una serie de teléfonos de la prestigiosa gama Galaxy -como el Galaxy Note 3-, se prohíban en EE.UU. El fabricante estadounidense afirma que los terminales infringen patentes como la autocorrección o deslizar para desbloquear, entre otras.
Los teléfonos más nuevos, como el Galaxy S5, estarán exentos de dicha prohibición, tal y como recoge The Independent.
Por su parte, Samsung ha manifestado que si Apple tiene éxito con esta restricción, después de que en el juicio que les enfrenta se haya rechazado la cantidad desorbitada que han solicitado los de Cupertino como indemnización, “la firma estaría una vez más empujando a otros smartphones fuera del mercado”, según el portavoz de Samsung, Adam Yates.
“Si esto se aprueba, se anulará la competencia leal y la libre elección para los consumidores estadounidenses”, ha manifestado el ejecutivo.
Los expertos legales han dejado claro que es poco probable que la prohibición salga adelante, dada las resoluciones anteriores.
Mientras tanto, Apple ha reflejado en su alegación judicial que “sufrirá daños irreparables si Samsung continúa usando las características infractoras, dado que la retribución económica no puede compensar adecuadamente los daños resultantes”.
La guerra de patentes entre las dos empresas se ha vuelto cada vez más cruenta una vez que Samsung ha ido escalando posiciones hasta dominar el mercado de teléfonos inteligentes.
La cuota de mercado de Apple ha caído alrededor del 15% desde un máximo del 27% hace tres años, mientras que Samsung ha ganado un 31% de participación frente a solo el 5% en 2007.
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