Europa no quiere ser un jugador irrelevante en la industria de la robótica. La Comisión Europea y 180 empresas y organizaciones de investigación (bajo la influencia de euRobotics, una asociación de la industria robótica) lanzaron ayer un programa civil de investigación e innovación que Bruselas calificó como el mayor del planeta. El plan estará dotado con 700 millones del presupuesto europeo, más una aportación del sector privado de 2.100 millones, y contará con más de 12.000 investigadores directamente implicados.
La iniciativa se llama Sparc y abarcará todos los sectores: agricultura, salud, transporte, fabricación, seguridad civil y hogares. “Queremos reforzar la posición de Europa en el mercado global robótico, que moverá 60.000 millones de euros al año para 2020”, dijeron en una nota.
La CE aseguró que con este programa se esperan generar en Europa más de 240.000 empleos, 75.000 de ellos de máxima cualificación. El plan pretende incrementar la cuota del Viejo Continente en esta industria un 42% (un impulso de 4.000 millones de euros al año) y generar un incremento del PIB europeo de 80.000 millones de euros, según el departamento de Neelie Kroes, comisaria europea de Agenda Digital.
“Europa necesita ser un productor y no solo un consumidor de robótico”, defendió Kroes. “La robótica hace mucho más que reemplazar a las personas, pues a menudo los robots hacen cosas que los seres humanos no pueden o no quieren hacer y esto mejora todo, desde nuestra calidad de vida hasta nuestra seguridad”.
Según Kroes, al integrar la robótica en la industria europea “se ayudará a crear y guardar empleos dentro de Europa”, pues de otra manera muchas operaciones se trasladarían hacia países más baratos. Kroes reconoció que el impacto de la robotización en el mercado laboral genera inquietud en parte de la opinión pública. “El 70% de los europeos creen que los robots quitan puestos de trabajo”, dijo. Pero la comisaria está convencida de que se pueden demostrar los beneficios de una robotización que, según sus datos, genera 3,6 puestos de trabajo por cada robot. “Y en los próximos ocho años”, añadió, “los robots permitirán crear 2,5 millones de puestos de trabajo directos e indirectos”.
Kroes coincide con Oussama Khatib, director del Grupo de Investigación Robótica de la Universidad de Stanford. En una entrevista reciente con CincoDías, este experto aseguró estar convencido de que los robots frenarán la deslocalización de las empresas. “Las empresas se han ido a buscar fuerza de trabajo barata a países en vías de desarrollo y ahora con esta tecnología se podrá desarrollar las tareas allí donde está la industria. En lugar de deslocalizar, de irse a otros países, ahora podemos crear fábricas eficientes y que se queden dentro del país”, dijo.
Por su parte, Bernd Liepert, presidente de euRobotics, ha apuntado que Sparc asegurará la competitividad de las industrias robóticas europeas. “Las soluciones automatizadas basadas en la robótica son esenciales para superar los más importantes retos sociales de hoy, desde el cambio demográfico a la movilidad hasta la producción sostenible”.
Desde la CE y euRobotics se defienden los diferentes usos de la robótica, que “van más allá de las fábricas”. Así destacan su papel para asistir a pacientes en hospitales, su capacidad para inspeccionar plantas peligrosas de energía nuclear o para hacer determinadas tareas tediosas en el sector agrario. Otro gran potencial de esta industria viene por el lado de los vehículos no tripulados (drones) muy de moda en estos momentos.
La iniciativa europea llega en un entorno de creciente interés en la utilización de robots en diferentes ámbitos. Incluso en consumo. Basta recordar el anuncio de Amazon y su interés por utilizar drones para distribuir en un futuro sus pedidos o el fuerte desembarco de Google en la industria robótica. El gigante de las búsquedas compró en diciembre de 2013 la compañía de ingeniería robótica Boston Dynamics, una de las firmas más emblemáticas de esta industria y uno de los laboratorios de investigación más activos para el Departamento de Defensa de EE UU. Y era su octava compra de una empresa de robótica.
La iniciativa Sparc forma parte del nuevo programa de investigación e innocación de la UE Horizon 2020.
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