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2013/11/02

Los robots llegan al mercado de los paneles solares

En un polvoriento patio bajo el abrasador sol de agosto, Rover trabaja con ahínco levantando paneles solares de 20 kilos e instalándolos uno a uno en un soporte de hormigón. A unos metros de distancia, su compañero Spot se mueve a lo largo de una fila de paneles, los lava para quitarles el polvo acumulado durante meses y luego los seca con una espátula limpiacristales. Así pueden pasar el día entero.

La razón es que son robots, unas máquinas sorprendentemente elementales que, según su fabricante, una nueva empresa llamada Alion Energy, pueden automatizar la instalación y el mantenimiento de los parques de energía solar de gran tamaño.

La empresa, que ha trabajado casi en secreto hasta hace poco y tiene la sede en Richmond (California, EE UU) está lista para usar sus máquinas durante los próximos meses en tres proyectos en California, Arabia Saudí y China. Si todo va bien, los ejecutivos esperan contribuir a que el precio de la energía solar se acerque al del gas natural, aminorando los costes de construir y mantener las grandes instalaciones solares.

En los últimos años, el sector de la energía solar ha reducido enormemente los costes de las centrales, principalmente porque el precio de los paneles ha bajado más de un 70% desde 2008. Y ahora el sector está centrando su atención en encontrar otros elementos en los que poder ahorrar. Los módulos descendieron hasta un 35% del coste del sistema en 2013, frente al 53% en 2010, mientras que la mano de obra, la ingeniería y los permisos subieron del 9% al 15% en ese mismo periodo, según Greentech Media, que hace un seguimiento del sector.

A pesar de lo mucho que se fomenta la innovación, la tarea de montar los paneles en el suelo ha permanecido casi invariable durante años. Es un proceso caro y largo que puede requerir centenares de manos y millones de tornillos: los trabajadores limpian y nivelan el terreno, introducen unos postes de metal y unen y cablean pesados módulos revestidos de cristal. Una vez instalados los paneles, puede resultar caro mantenerlos limpios de polvo y vegetación para que no se vea afectado el rendimiento.

Ahora hay varias empresas que desarrollan y venden robots que ayudan con la instalación o la limpieza, entre ellas la suiza Serbot.

Otra nueva compañía con sede en California, QBotix, ha desarrollado una máquina que controla las operaciones de seguimiento, inclinando los paneles para que sigan el movimiento del sol. El hecho de obtener de cada panel un 40% más de electricidad que de un sistema fijo, explica Wasiq Bokhari, consejero delegado de la empresa, permite a los promotores construir sistemas más pequeños y baratos.

“El mercado solar es muy competitivo y la gente literalmente pelea por cada céntimo por vatio, de modo que al permitir una disminución tan drástica del coste de la central aportamos muchísimo valor al mercado”, añade. Los sistemas están ahora instalados en cinco parques solares de Estados Unidos y Japón, y está previsto que algunos más empiecen a funcionar antes de fin de año.

El sistema de instalación de Alion está diseñado para funcionar en terrenos irregulares, según sus responsables, lo que reduce la necesidad de nivelar hectáreas de terreno. Primero, una máquina que se usa para hacer las aceras y las alcantarillas forma una larga zapata de hormigón sobre el suelo. Una vez que se endurece, Rover instala los paneles y los fija en su sitio. Luego, los trabajadores humanos unen los paneles al sistema con cables. Spot puede ser controlado mediante un teléfono inteligente. Se desplaza rodando por raíles mientras echa chorritos de agua y repasa los paneles con un cepillo giratorio y una espátula limpiacristales.

La promesa de la automatización no solo va a reducir el coste de la mano de obra, sino que también acortará el tiempo de construcción (de entre seis y ocho meses a  uno y medio, en algunos casos).

La empresa ha atraído positivamente la atención de algunos analistas. “Lo emocionante de Alion es que han automatizado el proceso entero”, dice Vishal Sapru, gestor de investigación energética y medioambiental de la consultora Frost & Sullivan, que hace poco premió a Alion por sus innovaciones. “Se reduce el número de días. Se reduce el número de trabajadores. Se reduce el número de ineficiencias que podrían surgir durante la instalación de los paneles y se obtiene como resultado un ahorro enorme”.

Aunque admite que no está claro el ahorro exacto: la empresa dice que puede reducir los costes generales de instalación en un 75%, mientras que firmas alemanas que hacen un trabajo similar sitúan sus cálculos más cerca del 50%.

“El objetivo no es la robótica”, sino ofrecer un mejor precio que el gas natural”, asegura Mark Kingsley, consejero delegado de Alion, mientras las máquinas se desplazan sin cesar entre las filas. Los paneles que va limpiando Spot de repente producen casi un 12,5% más de electricidad. “Es necesario ser muy austero y reducir mucho los costes para conseguir esos resultados”, asegura.

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