La nueva consejera delegada de Yahoo, la veterana exdirectiva de
Google Marissa Mayer, ha tenido en apenas 24 horas su primer baño de
realidad. Yahoo anunció el martes por la noche (hora local española) que
su beneficio ha sufrido una caída interanual de un 4,4% en el segundo
trimestre de 2012, hasta los 226 millones de dólares (casi 184 millones
de euros).
Sin duda, un arranque que deja claro que la respetada y experimentada ejecutiva de Silicon Valley (tras 13 años en el buscador) va a tener por delante una difícil tarea: la reinvención de Yahoo.
Una reinvención que, por cierto, ninguno de los cinco consejeros delegados que han precedido a la directiva en los últimos cinco años ha logrado. Y una búsqueda por encontrar una salida a la crisis de Yahoo, que ha llevado a muchos accionistas de la firma a lamentar un día sí y otro también que Jerry Yang, cofundador del portal, no aceptara en 2008 la oferta de 47.500 millones de dólares de Microsoft por Yahoo.
"Creemos que la experiencia de Mayer ingeniera de Stanford en productos y tecnología, y su conocimiento profundo de internet, podría dar lugar a mejores resultados de Yahoo a largo plazo", escribió el analista de ThinkEquity Ronald Josey en una nota para sus clientes
Los analistas recuerdan que Ross Levinsohn, al frente de Yahoo de forma interina desde la polémica salida de Scott Thompson (por mentir en su currículum), se centró más en llevar a la compañía hacia el área de entretenimiento e información. Algo que no ven con muy buenos ojos. Pero Laura Martin, analista de Needham & Co, ha destacado que la elección de Mayer es un claro mensaje de la junta directiva de Yahoo de que su experiencia en productos es más probable que genere un crecimiento a largo plazo para Yahoo que un enfoque en el contenido online, según Reuters.
Si bien esto puede resultar cierto, también lo es que los dos últimos consejeros delegados de Yahoo, Thompson (ex Paypal) y Carol Bartz (ex Autodesk) tenían igualmente más experiencia en tecnología que en contenido, y de poco les sirvió.
La compañía ingresó entre abril y junio 1.218 millones de dólares, un 1% menos que en el segundo trimestre de 2011, con un beneficio por operaciones de 54,8 millones, un 71% menos. Los resultados estuvieron afectados por los costes de reestructuración de Yahoo y por el gasto que ha supuesto el despido, anunciado en abril, de 2.000 empleados, el 14% de su fuerza laboral.
A poco supo que el portal haya elevado un 1% sus ingresos por publicidad en espacios propios y un 4% en anuncios por búsquedas, porque los datos son tozudos y revelan que Yahoo ha perdido seis puntos en el negocio de la publicidad online en EE UU, al pasar de tener una cuota del 15,7% al 9,5% de 2009 a 2011.
Mayer tiene la responsabilidad de conducir a Yahoo a una nueva era de beneficios más generosos. Y aunque entre las primeras operaciones importantes en las que podría participar está completar la venta de la participación de Yahoo en el gigante chino Alibaba, que podría reportar unos 4.000 millones a la compañía y un colchón de liquidez muy necesario, debería antes que nada definir claramente qué quiere que sea la compañía: ¿una empresa de tecnología, de publicidad, de contenidos, una red social...?
La directiva, que ha contribuido al éxito de áreas críticas de Google como las búsquedas, Gmail o Google Maps, sabe que en internet el tiempo vuela y que Yahoo debe restañar su imagen cuanto antes. Así, deberá diferenciar su oferta si quiere recuperar protagonismo en un mercado muy competitivo; nada de ser un poco de todo y no destacar en nada como en los últimos años, donde ha dejado escapar trenes como el de las redes sociales o el del internet móvil, que Google, Facebook o Twitter han aprovechado.
Sin duda, un arranque que deja claro que la respetada y experimentada ejecutiva de Silicon Valley (tras 13 años en el buscador) va a tener por delante una difícil tarea: la reinvención de Yahoo.
Una reinvención que, por cierto, ninguno de los cinco consejeros delegados que han precedido a la directiva en los últimos cinco años ha logrado. Y una búsqueda por encontrar una salida a la crisis de Yahoo, que ha llevado a muchos accionistas de la firma a lamentar un día sí y otro también que Jerry Yang, cofundador del portal, no aceptara en 2008 la oferta de 47.500 millones de dólares de Microsoft por Yahoo.
"Creemos que la experiencia de Mayer ingeniera de Stanford en productos y tecnología, y su conocimiento profundo de internet, podría dar lugar a mejores resultados de Yahoo a largo plazo", escribió el analista de ThinkEquity Ronald Josey en una nota para sus clientes
Los analistas recuerdan que Ross Levinsohn, al frente de Yahoo de forma interina desde la polémica salida de Scott Thompson (por mentir en su currículum), se centró más en llevar a la compañía hacia el área de entretenimiento e información. Algo que no ven con muy buenos ojos. Pero Laura Martin, analista de Needham & Co, ha destacado que la elección de Mayer es un claro mensaje de la junta directiva de Yahoo de que su experiencia en productos es más probable que genere un crecimiento a largo plazo para Yahoo que un enfoque en el contenido online, según Reuters.
Si bien esto puede resultar cierto, también lo es que los dos últimos consejeros delegados de Yahoo, Thompson (ex Paypal) y Carol Bartz (ex Autodesk) tenían igualmente más experiencia en tecnología que en contenido, y de poco les sirvió.
La compañía ingresó entre abril y junio 1.218 millones de dólares, un 1% menos que en el segundo trimestre de 2011, con un beneficio por operaciones de 54,8 millones, un 71% menos. Los resultados estuvieron afectados por los costes de reestructuración de Yahoo y por el gasto que ha supuesto el despido, anunciado en abril, de 2.000 empleados, el 14% de su fuerza laboral.
A poco supo que el portal haya elevado un 1% sus ingresos por publicidad en espacios propios y un 4% en anuncios por búsquedas, porque los datos son tozudos y revelan que Yahoo ha perdido seis puntos en el negocio de la publicidad online en EE UU, al pasar de tener una cuota del 15,7% al 9,5% de 2009 a 2011.
Mayer tiene la responsabilidad de conducir a Yahoo a una nueva era de beneficios más generosos. Y aunque entre las primeras operaciones importantes en las que podría participar está completar la venta de la participación de Yahoo en el gigante chino Alibaba, que podría reportar unos 4.000 millones a la compañía y un colchón de liquidez muy necesario, debería antes que nada definir claramente qué quiere que sea la compañía: ¿una empresa de tecnología, de publicidad, de contenidos, una red social...?
La directiva, que ha contribuido al éxito de áreas críticas de Google como las búsquedas, Gmail o Google Maps, sabe que en internet el tiempo vuela y que Yahoo debe restañar su imagen cuanto antes. Así, deberá diferenciar su oferta si quiere recuperar protagonismo en un mercado muy competitivo; nada de ser un poco de todo y no destacar en nada como en los últimos años, donde ha dejado escapar trenes como el de las redes sociales o el del internet móvil, que Google, Facebook o Twitter han aprovechado.
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