El pasado 5 de julio, científicos del National Ignition Facility (NIF) dispararon su joya de la corona a 500 billones de vatios (teravatios).
Un nuevo record que multiplicó por mil la potencia que consume Estados
Unidos en un momento cualquiera. Su sistema láser, compuesto de 192
rayos, proyectó 1,85 megajulios de luz ultravioleta sobre un blanco de 2 milímetros. Suficiente energía para calentar un gramo de agua 442.000 grados.
Este disparo del NIF iguala los límites de rendimiento que
se esperaban de él durante su desarrollo en los años 90. Estos elevados
niveles de energía y potencia son clave para el desarrollo de las
tecnologías de fusión nuclear —especialmente la de confinamiento inercial—.
La fusión nuclear de confinamiento inercial es una de las dos principales apuestas de desarrollo en la búsqueda de una energía limpia e ilimitada. Su estrategia no es como la del ITER —que usa potentes campos magnéticos para contener plasmas de alta energía—. En ésta se pone una cápsula de deuterio-tritio
en una cámara de tungsteno y se aniquila un potente rayo laser para dar
comienzo a la fusión, con intención de que genere más energía de la que
se ha usado en el disparo.
Potencia y control
Los 192 lásers del NIF se dispararon con diferencias de billonésimas de segundo
contra un blanco de apenas 2 milímetros. Tanto la sincronización entre
ellos como la uniformidad de cada rayo hacen del NIF no sólo el láser
más potente de su categoría, sino el más preciso. «El NIF se ha
convertido en todo lo que deseaban los que lo diseñaron hace dos
décadas», afirmó su director Edward Moses.
«El
disparo de 500 teravatios es una gesta extraordinaria, ya que pone a
disposición de los científicos condiciones que sólo ocurren dentro de las estrellas»,
afirmó Raymond Jeanloz, de la Universidad de California. «Este avance
nos ofrece nuevas oportunidades de estudiar el comportamiento de
materiales en condiciones extremas».
Según
los científicos del NIF, durante la gestación del proyecto no estaba
claro que se pudiesen alcanzar estos niveles de potencia y control, ya
que el diseño de ópticas no
estaba lo suficientemente avanzado como para permitirlo. Las lentes de
esa época no podían soportar una luz tan intensa. Ahora el NIF es la
inspiración para nuevas instalaciones de sistemas láser gigante
alrededor del mundo: en Reino Unido, Francia, Rusia, Japón y China.
No hay comentarios:
Publicar un comentario