Ahorrar costes y mejorar eficiencia es lo que Google ha prometido a BBVA para convertirlo en su mayor cliente mundial en la nube: el servicio para empresas que quieren deshacerse de discos duros, licencias de software y otros componentes de su infraestructura informática.
La empresa californiana que domina el mercado de búsquedas en Internet y el de los sistemas operativos de los nuevos teléfonos inteligentes cuenta con cuatro millones de clientes empresariales en su nube, el mayor de ellos el banco presidido por Francisco González, con 47 millones de clientes.
La lista incluye grupos automovilísticos como Jaguar-Land Rover, industriales como la francesa Valeo o de distribución como la holandesa Ahold. No importa el sector. El creciente uso de tecnología, dispositivos en manos de los empleados y conexiones a la red está encareciendo la gestión informática en las empresas.
Además de Google, Microsoft, Apple, IBM O Cisco Systems han pisado el acelerador para subir todo tipo de clientes a sus nubes, término que designa servidores de gran capacidad para almacenar, actualizar y gestionar los datos que generan al trabajar miles de empleados conectados a sus ordenadores.
Además de capacidad de almacenamiento, lo que todas estas grandes compañías tecnológicas ofrecen es mensajería instantánea y trabajo en red a través de aplicaciones compatibles con los programas informáticos más habituales en las oficinas.
Una actualización en una hoja de cálculo, por ejemplo, es inmediatamente compartida por un equipo; una puesta en común de proyectos se hace a través de un chat y una entrevista puede resolverse a través de una llamada por el ordenador, la tableta o el móvil. Las ventajas que ofrece Google incluyen la localización de los empleados conectados al sistema y el seguimiento de la marcha de un plan prácticamente en directo.
En el caso de BBVA, por ejemplo, los primeros departamentos en subirse a la nube han sido recursos humanos y gestión de activos. De esta manera, Google ha reemplazado a Microsoft en la aplicación del correo electrónico, las agendas de trabajo, hojas de cálculo y editores de texto on line de los alrededor de 110.000 empleados que BBVA tiene en más de 25 países y que a lo largo de los próximos meses deberán migrar hacia este nuevo sistema por el que la tarifa anual por usuario
La empresa californiana que domina el mercado de búsquedas en Internet y el de los sistemas operativos de los nuevos teléfonos inteligentes cuenta con cuatro millones de clientes empresariales en su nube, el mayor de ellos el banco presidido por Francisco González, con 47 millones de clientes.
La lista incluye grupos automovilísticos como Jaguar-Land Rover, industriales como la francesa Valeo o de distribución como la holandesa Ahold. No importa el sector. El creciente uso de tecnología, dispositivos en manos de los empleados y conexiones a la red está encareciendo la gestión informática en las empresas.
Además de Google, Microsoft, Apple, IBM O Cisco Systems han pisado el acelerador para subir todo tipo de clientes a sus nubes, término que designa servidores de gran capacidad para almacenar, actualizar y gestionar los datos que generan al trabajar miles de empleados conectados a sus ordenadores.
Además de capacidad de almacenamiento, lo que todas estas grandes compañías tecnológicas ofrecen es mensajería instantánea y trabajo en red a través de aplicaciones compatibles con los programas informáticos más habituales en las oficinas.
Una actualización en una hoja de cálculo, por ejemplo, es inmediatamente compartida por un equipo; una puesta en común de proyectos se hace a través de un chat y una entrevista puede resolverse a través de una llamada por el ordenador, la tableta o el móvil. Las ventajas que ofrece Google incluyen la localización de los empleados conectados al sistema y el seguimiento de la marcha de un plan prácticamente en directo.
En el caso de BBVA, por ejemplo, los primeros departamentos en subirse a la nube han sido recursos humanos y gestión de activos. De esta manera, Google ha reemplazado a Microsoft en la aplicación del correo electrónico, las agendas de trabajo, hojas de cálculo y editores de texto on line de los alrededor de 110.000 empleados que BBVA tiene en más de 25 países y que a lo largo de los próximos meses deberán migrar hacia este nuevo sistema por el que la tarifa anual por usuario
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