La competencia existe en cada rincón de la tecnología y el de los procesadores no es ajeno a ella. Si Intel ejerce un dominio absoluto en el mundo de los ordenadores con su asociación con Windows, en el mundo de los móviles, y especialmente de los teléfonos inteligentes, es casi un cero a la izquierda. En un mismo día en la feria de Las Vegas coincidieron las conferencias de dos fabricantes de chips. La primera fue la de Paul Jacobs, consejero delegado de Qualcomm, y la segunda la de Paul Otellini, el jefe de Intel.
El líder de Qualcomm -que invitó al acto a 40 periodistas de todo el mundo, entre ellos a este diario-, recordó que la tecnología 3G ha cambiado el mundo. "Con ella el lugar donde uno esté o la hora que sea han dejado de ser relevantes", dijo Jacobs. "En tres años, la mayoría de los smartphones serán vendidos en los países en desarrollo", añadió tras recordar que el móvil es la vía de conexión a Internet de la mayoría de los chinos.
Jacobs aprovechó la audiencia internacional para presentar del nuevo procesador Snapdragon 4, con tecnología de 28 nanómetros, cuando antes eran de 45, preparado para las comunicaciones 4G y compatible con cualquier sistema de redes. El Snapdragon 4 procesa a una velocidad de hasta 2,5 gigaherzios por núcleo frente a los 1,5 del anterior. Con un ahorro de consumo de energía de hasta el 35%, es un 20% más pequeño, y un 20% más barato. Para dar una idea del avance de la industria del móvil baste decir que el procesador de un smartphone de hoy equivale a 25 pecés de 1993.
Pero la charla no quedó ahí. Los dragones asiáticos entran en el mundo de Microsoft, no solo móviles, también ordenadores. Para ratificar la noticia apareció en el escenario Stephen Elop, máximo responsable de Nokia, quien explicó que el Lumia 900, un teléfono producto de la alianza con Microsoft, lleva un procesador de Qualcomm. No quiere decir eso que Microsoft renuncie totalmente a Intel. De momento, Windows 8 ya soportará los chips estilo ARM del Snapdragon 4. La competencia de Intel y Qualcomm se verá en las tiendas, porque Nokia y Microsoft, como Lenovo y LG planean sacar productos con los chips de cada uno.
El Snapdragon se va a incorporar también a tabletas, ultrabooks y televisores. "Porque la interconectividad se ha ampliado a más aparatos, no es una cuestión solo de los móviles", explica Jacobs. El mes próximo aparecerá un televisor Lenovo con esta tecnología, en el que se podrá jugar con la consola o navegar por la voz. Y otra empresa china, Hanvon, que fabrica lectores digitales, incorporará el lector de color con tecnología Mirasol de Qualcomm. "El 90% de los contenidos serán en color, la batería tendrá la misma capacidad y la visión de la pantalla incluso será mejor a la luz del día", prometió Jacobs.
Pero en las guerras combaten dos bandos, y el otro es Intel. Poco después Otellini anunciaba que sus chips entrarían en el mundo del teléfono.
El mercado de chips para móviles va a crecer un 40% hasta los 30.000 millones de dólares (23.500 millones de euros) en 2015. Si el pasado año se vendieron 300 millones de smartphones, en tres años se rebasaran los mil millones de unidades. Intel, primer fabricante mundial de chips, no puede quedarse más tiempo fuera de ese mercado. El chip que ofrece Intel para los teléfonos es Atom, el mismo de los ultrabooks. Conocido por su bajo consumo y buena gestión de las aplicaciones. Otellini recordó que los móviles tienen más tecnología que toda la NASA en 1969, "pero mandaron al hombre a la Luna". Y fue más allá: "Los aparatos ya no importan, importa lo que hacemos con ellos".
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