Lo tenía todo para convertirse en el producto revelación del año, y acabó por convertirse en uno de los mayores fracasos de 2011. Touchpad, la tableta de Hewlett-Packard con sistema operativo webOS, salió al mercado el 1 de julio y siete semanas después sus creadores decidían cortarle las alas aduciendo un bajo nivel de ventas. De hecho sólo atrajo a los consumidores cuando se anunció su abandono y se rebajaron los precios.
Ahora, algunos miembros del equipo de desarrollo del malogrado dispositivo explican que éste apenas tuvo oportunidad para presentar batalla. ¿La causa? El fracaso a la hora de implementar su sistema operativo.
Construido sobre la misma tecnología que emplean multitud de navegadores web en la actualidad, webOS prometía ser más flexibe y abierto que iOS, y más atractivo que Android. Pero en realidad, el producto de los 1.200 millones de dólares resultó ser una adquisición envenenada.
“Palm se adelantó a su tiempo a la hora de construir una plataforma de software para teléfonos utilizando tecnología web, y nosotros no fuimos capaces de ejecutar un diseño tan ambicioso y avanzado”, reconoce Paul Mercer, ex director senior de software en Palm que más tarde supervisó el diseño de interfaz para webOS. “Tal vez nunca podría haber sido ejecutado porque la tecnología no existía todavía”.
El directivo explica que incluso en la creación anterior de smartphones Pre hubo problemas: Palm insistió en usar el motor open source WebKit, aunque esto ralentizaba la ejecución de aplicaciones frente al rendimiento de terminales como el iPhone. Además, en 2009 era difícil encontrar programadores con amplios conocimientos en WebKit, ya que Apple y Google habían contratado los mejores talentos.
Otros de sus ex-compañeros consideran que el gran fallo de webOS fue la incapacidad de capturar el entusiasmo y la fidelidad de los programadores externos, según recoge The New York Times. Desde el momento en que se trazó el concepto hasta que se completó su creación, el desarrollado de webOS duró nueve meses, durante los cuales Palm tomó decisiones desafortuandas. Por ejemplo, en vez empezar por crear “bloques de construcción” que después pueden ser reutilizados y combinados para crear aplicaciones, se construyó cada app desde cero y las guías fueron revisadas primero por Palm y más tarde rehechas por HP, con lo cual obligaron a los desarrolladores a aprender dos veces.
Pero también hay dedos que acusan a Jon Rubinstein, por aquel entonces presidente ejecutivo de la compañía, y su formación en hardware, que le impedía entender la lógica de creación de un sistema operativo de tal magnitud. O a la marcha de pesos pesados del equipo de desarrollo una vez que HP compró Palm, como el propio Mercer. Mientras el vicepresidente de diseño Peter Skillman se unió a Nokia, el de experiencia de usuario Matias Duarte comenzó a trabajar para Google, dejando a webOS tocado de muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario