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2011/12/28

Los pequeños vertidos también son fatales para la vida

En 2007 el buque Cosco Busan golpeó un pilar de la Bahía de San Francisco (California, EEUU), provocando un derrame de más de 200.000 litros de petróleo. El choque tuvo un impacto letal inesperado en la vida marina embrionaria, con la devastación de una especie de importancia ecológica y comercial como el arenque durante casi dos años, según un estudio de la Universidad de California y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU publicado hoy en PNAS. El estudio muestra que incluso los pequeños derrames de petróleo pueden tener un gran impacto, y que los análisis químicos más comunes de los vertidos de crudo puede ser inadecuados.
El accidente del Cosco Busan se produjo un mes antes de la temporada de desove del arenque. El estudio, para el que se analizaron los embriones de arenque después del derrame, pone de manifiesto los efectos de los hidrocarburos en los embriones de peces en aguas poco profundas, y refleja cómo la luz solar interactúa con los compuestos del crudo. Los dos factores se aliaron fatalmente para acabar con los embriones, por la extrema vulnerabilidad al crudo de los peces en las etapas tempranas de la vida.
Los huevos fertilizados en laboratorio fueron protegidos de la combinación letal de la luz solar y el petróleo, pero aún así mostraron anormalidades asociadas a la exposición. Los investigadores explican que, con el conocimiento previo de los efectos del petróleo, no se creía que el derrame del Cosco Busan causase tanto daño como el ahora descubierto. 

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