En un inusual ataque de sinceridad, Vladimir Popovkin, director general de la agencia espacial rusa, ha reconocido lo evidente: "La industria espacial" del país "está en crisis".
Representante alicaído del país que puso el primer hombre en el espacio en 1961, del que este año se cumple medio siglo, Popovkin fue rotundo en su diagnóstico: "La falta de especialistas es nuestro principal problema", dijo en referencia a la fuga de cerebros tras el colapso de la URSS en declaraciones recogidas por la agencia Ria Novosti.
El año pasado, la pérdida de tres satélites del sistema Glonass aceleró la salida de Anatoli Perminov, el director general al que relevó Popovkin. Desde entonces, Rusia ha visto fracasar otras cinco misiones, incluido un cargamento de provisiones a la Estación Espacial Internacional (ISS). En noviembre, la agencia perdió el control de la sonda Fobos-Grunt, su primera misión interplanetaria desde hacía 15 años. Ante esta realidad, Popovkin no escondió que los "cambios organizativos" en Roscosmos, la agencia espacial rusa, serán "severos" y posiblemente le incluyan a él mismo, informó AFP.
Los Soyuz 2 son la versión renovada de un cohete que se usa desde 1966. Aún no están claras las causas del fallo ni cómo afectarán a los lanzamientos de naves tripuladas. Por ahora, las naves Soyuz son el único sistema de transporte disponible para llevar astronautas a la ISS e incluso EEUU debe comprar asientos a Rusia. "Probablemente, el secretismo ruso se vuelva a imponer y sólo se conozca qué ha fallado una vez esté solucionado", explica un ingeniero del sector espacial español. "Se trata de cohetes nuevos y los accidentes son como fiebres infantiles que tienen que pasar", añade.
Representante alicaído del país que puso el primer hombre en el espacio en 1961, del que este año se cumple medio siglo, Popovkin fue rotundo en su diagnóstico: "La falta de especialistas es nuestro principal problema", dijo en referencia a la fuga de cerebros tras el colapso de la URSS en declaraciones recogidas por la agencia Ria Novosti.
El año pasado, la pérdida de tres satélites del sistema Glonass aceleró la salida de Anatoli Perminov, el director general al que relevó Popovkin. Desde entonces, Rusia ha visto fracasar otras cinco misiones, incluido un cargamento de provisiones a la Estación Espacial Internacional (ISS). En noviembre, la agencia perdió el control de la sonda Fobos-Grunt, su primera misión interplanetaria desde hacía 15 años. Ante esta realidad, Popovkin no escondió que los "cambios organizativos" en Roscosmos, la agencia espacial rusa, serán "severos" y posiblemente le incluyan a él mismo, informó AFP.
La calle Cosmonauta
El último fracaso ruso sucedió el viernes, cuando un satélite militar Meridian se hizo pedazos sobre Siberia. Portavoces del Gobierno ruso confirmaron que varios fragmentos del artefacto cayeron en la región de Novosibirsk. Uno de ellos, de unos 50 centímetros de diámetro, atravesó el tejado de una vivienda en el pueblo de Vagaitsevo sorprendiendo a sus inquilinos, pero sin causar heridos, según las autoridades. En una improbable casualidad, la casa dañada estaba en la calle Cosmonauta, informa AFP. El fallo se atribuyó a la tercera etapa del cohete Soyuz 2 que debía poner en órbita al Meridian. Roscosmos ha retrasado a una fecha sin determinar su próximo lanzamiento, previsto para ayer, según Ria Novosti.Los Soyuz 2 son la versión renovada de un cohete que se usa desde 1966. Aún no están claras las causas del fallo ni cómo afectarán a los lanzamientos de naves tripuladas. Por ahora, las naves Soyuz son el único sistema de transporte disponible para llevar astronautas a la ISS e incluso EEUU debe comprar asientos a Rusia. "Probablemente, el secretismo ruso se vuelva a imponer y sólo se conozca qué ha fallado una vez esté solucionado", explica un ingeniero del sector espacial español. "Se trata de cohetes nuevos y los accidentes son como fiebres infantiles que tienen que pasar", añade.
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