La NASA presentó hoy tres descubrimientos. Los dos primeros son sendos planetas fuera del sistema solar cuyos radios son los más parecidos al de la Tierra que se han observado hasta el momento: 0,8 y 1,03 tierras, respectivamente. El tercer descubrimiento es más bien una consecuencia de lo anterior: el tamaño no siempre importa.
Los dos nuevos planetas, confirmados gracias al teles-copio espacial Kepler, orbitan tan cerca de su estrella que su temperatura es infernal, incompatible con la vida tal y como existe en la Tierra.
El primer mundo identificado es Kepler-20 f, con un radio 1,03 veces el de la Tierra, pero con una temperatura de más de 400 grados centígrados. Su compañero, Kepler-20 e, ligeramente menor que Venus, vive a 760 grados, "suficiente para derretir el vidrio", según explicó hoy la NASA. Ambos planetas fueron detectados por el Kepler y confirmados usando modelos informáticos. Normalmente también se usan telescopios terrestres.
Los dos nuevos planetas forman parte de un sistema solar que está a casi 1.000 años luz de la Tierra. Los otros tres mundos de este sistema son planetas gaseosos del tamaño de Neptuno. Lo más llamativo del descubrimiento de la NASA, publicado hoy en la edición digital de Nature, es el descabellado ordenamiento del sistema. Normalmente, los planetas rocosos tienen órbitas cercanas a la estrella y los mundos gaseosos de mayor tamaño ocupan las afueras del sistema. El sistema en torno a Kepler-20 es en cambio como una lasaña cósmica. De dentro hacia afuera, el orden de planetas es: gaseoso, rocoso, gaseoso, rocoso, gaseoso.
Los dos nuevos planetas, confirmados gracias al teles-copio espacial Kepler, orbitan tan cerca de su estrella que su temperatura es infernal, incompatible con la vida tal y como existe en la Tierra.
El primer mundo identificado es Kepler-20 f, con un radio 1,03 veces el de la Tierra, pero con una temperatura de más de 400 grados centígrados. Su compañero, Kepler-20 e, ligeramente menor que Venus, vive a 760 grados, "suficiente para derretir el vidrio", según explicó hoy la NASA. Ambos planetas fueron detectados por el Kepler y confirmados usando modelos informáticos. Normalmente también se usan telescopios terrestres.
Los dos nuevos planetas forman parte de un sistema solar que está a casi 1.000 años luz de la Tierra. Los otros tres mundos de este sistema son planetas gaseosos del tamaño de Neptuno. Lo más llamativo del descubrimiento de la NASA, publicado hoy en la edición digital de Nature, es el descabellado ordenamiento del sistema. Normalmente, los planetas rocosos tienen órbitas cercanas a la estrella y los mundos gaseosos de mayor tamaño ocupan las afueras del sistema. El sistema en torno a Kepler-20 es en cambio como una lasaña cósmica. De dentro hacia afuera, el orden de planetas es: gaseoso, rocoso, gaseoso, rocoso, gaseoso.
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