Hace no mucho tiempo, los teóricos se preocupaban porque Internet era un lugar en el que prosperaba el anonimato.
Ahora parece ser el lugar de su muerte.
Una pasajera en New York que tuvo un enfrentamiento verbal con un conductor de tren dijo en el altercado: "¿Usted sabe a qué universidades he ido y la buena educación que tengo?". Tras esta declaración, fue identificada públicamente luego de que otro pasajero colocara en YouTube un video del intercambio tomado con un celular.
La mujer, que había estudiado en la Universidad de Nueva York, fue ridiculizada por los blogueros, uno de los cuales dijo que es el último de una serie episodios en que "gente se ve identificada y avergonzada en la Red".
Mujeres que mantuvieron un intercambio de mensajes con el ex diputado Anthony Weiner descubrieron lo rápido que usuarios de Internet pueden descubrir los detalles de la vida on line de una persona. Lo mismo sucedió con aquellos individuos que incendiaron autos y saquearon tiendas luego de la derrota en la copa Stanley de Vancouver, cuando fueron identificados en la Red.
La inteligencia colectiva de los dos mil millones de usuarios de Internet y las huellas dactilares digitales que dejan tantos usuarios en sitios en la Red, se combinan para hacer cada vez más probable que cada video embarazoso, cada foto íntima y cada mensaje de correo electrónico poco decoroso sea atribuido a su fuente, aunque no lo desee.
Esta inteligencia hace que la esfera pública sea más pública que nunca, y veces hace que las vidas personales aparezcan a la vista de todos.
Para algunos esto podría llevar a comparaciones con los agentes de gobiernos represivos en medio oriente que monitorean las protestas on line y castigan a los responsables off line. Pero los efectos positivos pueden ser numerosos: se puede descubrir crimines, se puede desaprobar la falsedad e individuos pueden convertirse en íconos de Internet.
Un ejemplo de esto fue lo que le ocurrió al fotógrafo freelance Rich Lam, que vio en sus retratos de disturbios en Vancouver varias tomas de un hombre y una mujer, rodeados por agentes de policía con equipo antidisturbios, en medio de un beso como si nadie estuviese mirando.
Cuando se publicaron las fotos, se creó una red mundial para identificar a la "pareja del beso". En pocos días los parientes de la pareja dieron su identidad a sitios de Internet, hasta terminar en un programa de TV: Scott Jones y Alex Thomas son la prueba más reciente de que gracias a la Red, cualquier día puede ser recordado en todo el mundo.
"Es sorprendente que alguien tomara una foto" dijo Thomas en durante la entrevista.
La "pareja del beso" disfrutará su minuto de fama, pero lo más sorprendente es que fuera descubierta.
Esta erosión del anonimato es producto de los servicios de medios sociales ubicuos, incluyendo cámaras en celulares baratos, sitios gratuitos para subir fotos y videos a la Red y, quizás lo más importante, un cambio en lo que la gente considera que debe ser público y lo que debe ser privado. Los expertos dicen que los sitios como Facebook, que requieren identidades reales y alientan el intercambio de fotografías y videos, han acelerado este cambio.
"Los humanos no quieren otra cosa que estar conectados y las compañías que nos conectan electrónicamente quieren saber quién dice qué y dónde", dijo Susan Crawford, profesora de la facultad de Derecho Benjamin Cardozo. "Como resultado de ello, nos conocemos más que nunca", agregó.
Esta creciente "publicidad" como se la conoce, viene con consecuencias significativas para el comercio, para el discurso político y para el derecho a la privacidad de la gente común. Hay esfuerzos de gobiernos y corporaciones por crear sistemas de identidad on line. La tecnología tendrá un rol aún mayor en la identificación de individuos en un tiempo anónimos: Facebook, por ejemplo, ya está usando tecnología de reconocimiento facial de maneras que son alarmantes para los entes reguladores europeos.
Luego de los disturbios en Vancouver, la gente local no necesitó tecnología de reconocimiento facial: simplemente recorrieron los sitios de medios sociales para tratar de identificar alguna gente involucrada, como Nathan Kotylak, de 17 años, estrella del equipo juvenil de waterpolo de Canadá.
En Facebook, Kotylak pidió disculpas por el daño que causó. Las acusaciones no solo lo afectaron a él, también afectaron a su familia: medios noticiosos locales informaron que su padre, un médico vio caer su ranking en RateMDs.com , un sitio que permite calificar el desempeño de un especialista, luego de que los usuarios de Internet subieran comentarios negativos sobre el desempeño de su hijo en los disturbios.
Asimismo, otras personas fueron al sitio para defender al médico y mejorar su posición en el listado.
Cosa predecible, hubo una reacción frente a la identificación vía Internet de la gente involucrada en los disturbios provocados por el consumo de alcohol. Camille Cacnio, estudiante de Vancouver que fue fotografiada durante los disturbios y que reconoció haber cometido un robo, escribió en su blog que la "caza de brujas del siglo XXI" en internet es "otra forma de patoterismo".
En la zona de Nueva York la pasajera que fue sometida a burlas on line la semana pasada cerró sus cuentas de Twitter y LinkedIn cuando su nombre apareció en los blogs. Aunque la persona que subió el video de celular lo bajó, otra gente lo reprodujo rápidamente, lo que extendió la vida de la historia. El que subió originalmente el video se mantiene en el anonimato porque su cuenta de YouTube fue cerrada.
A medio mundo de distancia, en países del medio oriente como Irán y Siria, activistas han tenido éxito en algunos casos en identificar víctimas de violencia dictatorial a través de la subida anónima de videos a YouTube.
También han tenido éxito en identificar falsificaciones: en un caso muy publicitado este mes, se descubrió que una bloguera que sostuvo ser una lesbiana sirio-estadounidense y que se hacía llamar "Chica gay en Damasco" era un hombre estadounidense, Tom MacMaster .
La investigación fue encabezada por Andy Carvin, estratega de NPR que ha cubierto las protestas de medio oriente exhaustivamente en Twitter. Cuando fuentes suyas dudaron de la identidad del blogger, "Comencé a hacer preguntas en Twitter y Facebook", recordó Carvin en CNN. "¿Alguno la conoce personalmente? ¿La conocen de algún modo? Cuanto más preguntaba, menos descubría, porque nadie la había conocido, ni siquiera los reporteros que supuestamente la habían entrevistado personalmente".
Carvin, sus seguidores online y otros usaron fotos y datos de registro para vincular el blog con la esposa de MacMaster.
"La publicidad -algo que se asocia habitualmente con los famosos- ya no es algo escaso", dijo Dave Morgan CEO de Simulmedia, en un ensayo este mes.
Sostuvo eso porque "no puede hacerse que Internet olvide" imágenes y momentos del pasado, como un estallido de bronca en un transporte público o un beso en medio de disturbios. "La realidad de un mundo inescapablemente público es algo de lo que se va a seguir hablando cada vez más".
La Nacion
No hay comentarios:
Publicar un comentario