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2011/01/12

Crisis del euro: Portugal pasa la prueba de fuego

Portugal pasó la primera prueba de fuego del año con la exitosa subasta de bonos de deuda en Lisboa por 1.240 millones de euros.
El éxito tiene un precio. En la serie de títulos con vencimiento en octubre de 2014, la tasa de interés trepó a un 5,4% en relación con el 4% pagado en el anterior oferta, mientras que en los bonos que vencen en 2020 subió a un 6,7%, ligeramente inferior a la ronda previa.
Aún así, en un semana que comenzó con pronóstico de tormenta para Portugal y el euro, el resultado es una excelente noticia para España e Italia, que este jueves lanzarán su propia subasta de deuda.
De hecho, descendió la prima de riesgo de España, la diferencia de tasa de interés que pagan los bonos españoles en relación con los títulos más seguros de la eurozona, los bonos alemanes.

Los elusivos mercados financieros

¿Se trata de un voto de confianza de los mercados en la economía portuguesa o la salud del euro?
El viernes, el primer ministro José Sócrates dijo en el Parlamento que Portugal había cumplido con el objetivo de reducir el déficit fiscal en 2010 de 9,3% a 7,3% del Producto Interno Bruto (PIB) y que su economía había crecido entre el 1,35% y el 1,4%, el doble de lo proyectado a principios de año.
En diciembre, bajo presión de los países de la eurozona, los legisladores aprobaron un drástico plan de ajuste que incluye una mezcla de aumentos impositivos, congelamiento de salarios, reducción de beneficios jubilatorios y menor inversión pública.
Pero otros datos, que parecían determinantes en la mente de los inversores hasta este martes, pintan un paisaje más sombrío de la economía lusa.
De 2009 a 2010, la deuda pública aumentó de 76,8% a 83,5% del PIB.
Según la agencia de deuda portuguesa IGCP, el gobierno tiene vencimientos de casi 10.000 millones de euros este año, 8.500 millones el próximo y 8.700 millones en 2013: su déficit presupuestario es de más de 10.000 millones.
Y sus perspectivas de crecimiento a mediano plazo siguen siendo magras.
La intervención del Banco Central Europeo, el anuncio de Japón este martes de que adquiriría un 20% de la emisión de eurobonos a fin de mes y el apoyo chino a Portugal revirtieron el pesimismo inicial sobre la subasta , pero no son una solución definitiva a la crisis.

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Por el momento, los inversores respaldaron a Portugal, pero más que una garantía para el resto de un año difícil, se trata de una apuesta, cuyo éxito dependerá de muchos factores.

El crecimiento y las deudas

El problema de fondo es el crecimiento.
Este martes, el Banco de Portugal predijo una recesión económica del 1,3% para este año, muy por encima del 0,2% que estima el gobierno.
Las medidas de austeridad para superar el déficit público son la principal causa de esta caída económica y pueden agravar el problema presupuestario: a menor actividad, menor recaudación impositiva.
Lejos de ser un caso aislado de la eurozona, la situación portuguesa es un calco de lo que pasa en los dos países que han sido rescatados hasta el momento - Grecia e Irlanda - y en otros que buscan solucionar sus abultados déficit con fuertes programas de austeridad: España, Italia, Bélgica, por nombrar los más prominentes.
Los dos motores de la eurozona -Alemania y Francia- siguen abocados a encontrar soluciones técnicas que sirvan para recobrar la confianza de los inversores.
Una propuesta para generar esta escurridiza confianza de los mercados financieros, es la que está avanzando la Comisión europea para una "mutualización de la deuda".
Las nuevas emisiones de deuda contarían con una doble garantía: la del fondo de rescate de la Unión Europea y la del Estado emisor.
El problema de tanta ingeniería financiera es que nadie ha presentado por el momento una estrategia de crecimiento para salir de la crisis.
Con los bolsillos vacíos es imposible pagar una deuda.

BBC Mundo

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