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2012/01/04

A diez años del euro, la peseta se resiste a desaparecer

En este comienzo de año, el euro cumple una década circulando entre las manos de los españoles y, aunque desde la entrada en vigor de la moneda única la antigua peseta comenzó a desaparecer, su espíritu sobrevive material y virtualmente entre los que la conocieron.
El euro y la peseta convivieron formalmente en la economía española durante los dos primeros meses de 2002. La posibilidad de pagar en ambas monedas en los establecimientos transformaba las compras en un juego de habilidad mental.

La equivalencia de un euro en 166,386 pesetas no facilitaba los cálculos así que comenzaron a circular, junto a la moneda única, trucos matemáticos para poder controlar los precios en la nueva divisa.
En esa época, las tablas conversoras en todos sus formatos fueron el mejor aliado. En reglas, calculadoras, llaveros y bolígrafos, los convertidores aliviaron esta dura transición en la que además hubo que acostumbrarse a los céntimos.
Fueron tiempos de rascarse los bolsillos y romper las huchas (alcancías) para quitarse de encima las viejas pesetas. La sustitución definitiva llegó en marzo, aunque el canje de pesetas por euros todavía es ilimitado y la moneda rehúsa a desaparecer por completo. Según datos del Banco de España, aun quedan sin cambiar 1.708 millones de euros en pesetas.

La navidad en pesetas

Un pequeño pueblo de Galicia de menos de 10.000 habitantes vio en este excedente de pesetas sin colocar una oportunidad de negocio y desde hace tres meses acepta la moneda en medio centenar de sus comercios.
La iniciativa arrancó de la recién creada Unión de Empresarios de Salvatierra do Miño, en un intento por darse a conocer. Sin embargo, la prensa internacional se ha hecho eco de esta vuelta al pasado.
"Comenzamos con la campaña a principios de octubre pero se nos ha disparado tanto en términos de dinero como en repercusión", comenta sorprendida a BBC Mundo Luz Fernández Alonso, portavoz de la asociación. Tanto que no han sido capaces de dar el cierre a final de año, "por el momento vamos a continuar también en la cuesta de enero", añade.
Ya han recaudado más de un 1,16 millones de pesetas, casi 7.000 euros provenientes de este pequeño pueblo, pero también de otros municipios vecinos y de más allá de la frontera con Portugal, donde en su tiempo se trabajaba tanto en escudos como en pesetas.
La ocurrencia de Salvaterra do Miño se ha llevado la fama, pero no es la primera vez que un comercio o un grupo de comercios lleva a cabo prácticas similares.
El pueblo pesquero de Murgados, también en Galicia, hizo lo propio en marzo de este año y Narón, en la misma comunidad, recaudó en tres meses de 2009 una cantidad similar a la de Salvaterra. El pueblo balear de Inca también ha dado la opción de quitarse de encima la calderilla de los bolsillos en la campaña de compras navideñas.

"No merece la pena guardarlas"

Si algunos conservan como oro en paño las antiguas pesetas esperando a que se revaloricen, es mejor abandonar la idea de poder sacarles beneficio entre los coleccionistas. Al menos así lo considera Joaquín Valle, numismático y coleccionista.
"La peseta pendiente de cambio no tiene valor numismático porque es muy moderna y hay millones como ella", apunta Valle, quien aconseja canjear todas las monedas posteriores a 1992, que son las aceptadas por el Banco de España.
No ocurre así con billetes de hasta mediados del siglo pasado que, en buen estado y sin doblar, pueden alcanzar los 2.000 euros entre los aficionados.
Es difícil que las pesetas que aún no se han devuelto pasen a mejor vida. Nacida en 1808 con Napoleón y estable desde 1869, es una de las monedas con una presencia más duradera en la historia del país.
El Banco de España estima que el 45% de las monedas que estaban en circulación antes de la entrada del euro nunca serán estregadas y permanecerán en manos de los españoles como pieza de coleccionista, o bien por deterioro, pérdida o salida del país en los bolsillos de los turistas.

El rastro de "la rubia"

Con todo, la verdadera supervivencia del euro ha sido virtual. En la mayoría de los supermercados los precios continúan indicándose en ambas monedas, al mismo cambio que hace diez años. Los españoles continúan recurriendo a las pesetas para asimilar las grandes cifras, como el precio de la vivienda, los beneficios de la bolsa o los astronómicos sueldos de algunas profesiones.
Se mantienen también en el habla multitud de expresiones que hacen referencia a la "pela" o la "rubia", como se conocía popularmente a la peseta.
Así, la circulación del euro no ha impedido que alguien tacaño o avaricioso siga siendo considerado un "pesetero" o que aun se diga que "nadie da duros a cuatro pesetas" para señalar que en la vida nada es gratis.
Aunque el 70% de los españoles piensa que en sus diez años de existencia, el euro no les ha aportado nada, solo al 7% les gustaría que volviera "la rubia", según una encuesta realizada por la cadena estadounidense CNN. Aunque ya no está en las carteras y muchos españoles sólo han pensado en euros, la vieja peseta sigue presente en el imaginario colectivo.

2012/01/02

El euro cumple 10 años sin que nadie sople las velas

El euro cumple este 1 de enero 10 años como moneda en circulación... y no hay fiesta para celebrarlo. Ni tarta de cumpleaños ni velas para soplar. Las autoridades europeas parecen no estar para brindis.
Lejos quedan ya aquellas imágenes de los europeos en 2002, celebrando la Nochevieja en cajeros automáticos para ser los primeros en tener en sus manos los flamantes billetes.

La criatura cumple 10 años, suficientes para poder decir que ha envejecido mal. De ser vista como la materialización tangible del sueño de unidad europeo y fuente incontrovertida de prosperidad, la moneda europea ha pasado a cargar con las culpas de todos los males que azotan a la economía del Viejo Continente.
Preocupa demasiado si llegará a cumplir once años.
Con el euro, los ciudadanos del bloque podían llevarse al bolsillo el símbolo de formar parte de la unión, que suponía ni más ni menos que superar las divisiones que provocaron dos guerras mundiales.
Pero el optimismo duró lo que tardó en llegar la primera crisis grave. Las deficiencias que muchos especialistas atribuyen al diseño de la moneda y del Banco Central Europeo han aflorado hasta tal punto que ya no resulta descabellado oír voces autorizadas que dudan de su viabilidad.
O, si se mira desde el otro lado, escuchar a tantos garantizando su futuro. Pues, si no estuviera en duda, la canciller alemana, Angela Merkel, no habría tenido que dedicar hasta un tercio de su discurso de Año Nuevo para hablar de su compromiso con el futuro de la moneda.
"Haré todo lo posible para reforzar el euro. Pero ello sólo será posible si Europa aprende la lección de los errores del pasado", dijo Merkel.

Segundo décimo aniversario

El de la madrugada de este sábado a domingo será, en realidad, el "segundo décimo aniversario" del euro: el de su puesta en circulación. En 2009, ya se celebró el de su lanzamiento como moneda virtual.
Entonces sí que había voluntarios para soplar las velas. Aquel aniversario se celebró la existencia de una moneda que, se decía, había amortiguado el impacto de la crisis financiera en sus miembros.
Incluso se le dio el crédito de haber evitado que la economía irlandesa hubiera caído en el caos.
Hasta el casi siempre eurofóbico Reino Unido llegó a respirar un ambiente de duda sobre la conveniencia de permanecer fuera. La BBC incluso escribió entonces del euro que "su papel como divisa global es seguro".
Mea culpa habrá que entonar, o entrar a excusarse en que, claro, en aquel momento era impensable...
Fue Grecia y 2010 el punto de inflexión. La Unión Europea, junto con el Fondo Monetario Internacional, rescató a Atenas.
Pero vino Irlanda y después Portugal. Con la soga al cuello se vieron España e Italia, demasiado grandes para un rescate.
Así, con la sombría perspectiva que rodea a la divisa, la Comisión Europea adelantó que no tiene previsto nada especial para conmemorar la fecha del "segundo décimo aniversario".
"Eso no quiere decir que no estemos orgullosos de nuestra moneda. Creemos que sigue siendo uno de los mayores logros de la historia europea", aseguró Olivier Bailly, portavoz europeo.

Moneda conmemorativa

Los 17 países que forman parte del euro, sin embargo, sí que se han puesto de acuerdo con el Banco Central Europeo (BCE) para acuñar una moneda conmemorativa. Se distribuirán 90 millones de ejemplares en los próximos días.

Además, en el BCE celebran la efeméride con un video en YouTube, un concurso con un videojuego de plataformas en línea para niños y un día de puertas abiertas.
En el video, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, asegura que las dificultades que vive Europa no deben llevar a los ciudadanos a dudar de que el organismo se mantendrá fiel a su mandato de asegurar la estabilidad de precios.
Precisamente, el que algunos economistas señalan como una de las raíces del problema, el BCE, se dedica en exclusiva a combatir la inflación y no a defender a los Estados de los movimientos especuladores en deuda pública, como la Fed en EE.UU. o el Banco de Inglaterra.
Según la agencia de noticias Efe, los comentarios jocosos hechos por los usuarios revelaban el sentir de muchos ciudadanos. El video aparece ahora bloqueado a comentarios.

La encrucijada griega

No parece muy aventurado predecir que el alto precio que están teniendo que pagar los ciudadanos griegos y la polarización política que está llevando al país, termine en un duro estallido social, como opina Paul Mason, editor de Economía de la BBC.
La cuestión es si será de tal calibre que se verán obligados a abandonar la eurozona.

El profesor Costas Lapavitsas, de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres (SOAS), ha esbozado un plan que incluye cierre de bancos, congelación de cuentas, control de salida y entrada de capitales, y hasta racionamiento de comida.
El presidente del Banco Central de Grecia, George Provopoulo, desmintió que exista ningún plan en ese sentido y afirmó que tal cosa llevaría años de preparación.
"Cualquier posible retorno al dracma será una verdadera pesadilla, al menos durante los primeros años", dijo Provopoulo.

Peor imposible, entonces bien

Pero hay quien ve espacio para el optimismo. En algo parecido al que se consuela con el hecho de que las cosas prácticamente no pueden ir peor, Mark Mobiuos, gestor del fondo Franklin Templeton y conocido por ir a contracorriente, cree que "la crisis europea no es tan profunda y terrible como se piensa".
Mobius, responsable de un fondo que mueve US$50.000 millones en mercados emergentes, dijo al diario económico brasileño Valor que espera que la crisis haya terminado en junio de 2012.
Para ello, confía en que funcionen la política del BCE de inyectar liquidez a la banca privada y los primeros pasos dados hacia una mayor integración fiscal en la eurozona, así como el agotamiento que puede generar en los mercados una crisis de nunca acabar.

2011/12/09

Una cumbre para salvar el euro (último aviso)

La cumbre que celebra clic la Unión Europea este jueves y viernes vuelve a ser un monográfico sobre cómo "salvar el euro".
Esta vez, ha sido etiquetada como la más crucial de la historia del bloque. De salvarse o morir para la eurozona, dicen los expertos.

Algo parecido a lo que pasó con la anterior, y la anterior a esa. Por eso cabe preguntarse ¿por qué es esta la "más definitiva"?
El problema es que el tiempo se les acaba, sobre todo a Italia, que en 2012 tiene que hacer frente al vencimiento de más de US$480.000 millones de deuda.
Si se da por fracasada la cumbre, se volverían a disparar los intereses que paga Roma y también Madrid por la emisión de deuda, de nuevo por encima del 7% a diez años, nivel insostenible.
Y si España e Italia no pueden financiarse en los mercados, no hay recursos para rescatarlas. Son la tercera y cuarta economía de la zona euro.
Los líderes europeos están desesperados en su intento por reconducir la situación. La canciller alemana, clic Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, lideran las operaciones.
La solución "Merkozy" es una reforma del Tratado de Lisboa -lo más parecido a una Constitución que hay en la UE- para endurecer la obligatoriedad de la disciplina presupuestaria, al menos en la clic eurozona. Por otra parte, quieren avanzar hacia la armonización fiscal.
Y ya han dejado claro que si no se ponen de acuerdo los 27 miembros, se hará para los 17 de la eurozona, que comparten la moneda común.
Además, crece la presión internacional. EE.UU. ha llamado a los europeos a poner la casa en orden mientras las agencias de calificación de riesgos amenazan con bajar la nota de 15 miembros de la eurozona, entre ellos Alemania y Francia.

¿Una cumbre más?

Desde la crisis financiera de 2008 y los posteriores problemas en las cuentas públicas de algunos países de la eurozona, ha habido varias cumbres europeas. Todas fueron tomadas por cruciales y los acuerdos alcanzados fueron publicitados como la solución más o menos definitiva.

Sin ir más lejos, el pasado 27 de octubre, tras más de diez horas de reunión, la canciller Merkel y el presidente Sarkozy anunciaron un conjunto de medidas con las que pretendían salvar el euro.
Pero la crisis no ha hecho más que empeorar.
En el camino se cobró las cabezas de clic Silvio Berlusconi y clic Yorgos Papandreu, primeros ministros de Italia y Grecia.
Ahora lo que parece estar en cuestión no es sólo la recuperación de la economía sino la viabilidad del euro, una moneda sin Estado para Estados que no tienen control sobre ella.
Después de que Grecia, Irlanda y Portugal tuvieran que acudir a préstamos de la UE y el FMI, los intereses que vienen pagando España e Italia han sobrepasado el límite de lo sostenible a medio plazo en varias ocasiones.
El problema, y lo que hace de esta ocasión crucial, es que no ha suficiente dinero en las arcas europeas para acudir al rescate de las más grandes economías de la eurozona tras Alemania y Francia.
Además, para muchos, es difícil pensar en la supervivencia de la Unión Europea si se produce un colapso desordenado de la divisa.

La solución "Merkozy"

La constante presencia en los medios de Merkel y Sarkozy al frente de las operaciones frente a la crisis ha hecho que incluso se juegue con eso de "Merkozy".
Lo cierto es que la mayoría de las reuniones no han hecho más que llevar a efecto las posiciones de Merkel, que considera que la salida a la crisis está en el endurecimiento de la disciplina presupuestaria en los miembros de la unión, al estilo alemán.
Para ello, la jefa del gobierno alemán quiere modificar el Tratado de Lisboa y que sus socios estén legalmente obligados a mantener sus niveles de endeudamiento bajo control.
Y Sarkozy se ha mostrado de acuerdo, aunque todavía no están cerrados los detalles.

¿Se puede hacer lo suficientemente rápido?

La negociación va a ser dura porque se trata de ceder una parte esencial de la soberanía estatal a Bruselas.
De hecho, suscribir el Tratado de Lisboa llevó a los miembros de la UE más de una década. En esos años, incluso tuvieron que tirar a la papelera la que pretendía ser la Constitución Europea.

El tratado buscaba acelerar el proceso de toma de decisiones en el bloque, ampliado a 27 miembros.
La reforma que busca Merkel es endurecer los términos de las sanciones para quienes no cumplan con los parámetros de disciplina presupuestaria exigidos y encargar a un órgano europeo su vigilancia.
Expertos juristas de Bruselas aseguran que no requeriría la ratificación de cada uno de los 27 miembros, con lo que en unos pocos meses podría estar en marcha. Según Sarkozy, incluso antes de marzo.
Para ello, habría que evitar que Irlanda y Dinamarca se vean obligados a llevarlo a referéndum, lo que en el pasado han supuesto mayores obstáculos en las reformas. Que no haya tales consultas sólo sería posible limitando mucho el alcance de la reforma.
Otra alternativa es la planteada por el presidente del Consejo de Europa, el belga Herman van Roumpy, que asegura que hay una vía rápida para endurecer las normas fiscales europeas usando el protocolo de enmiendas del Tratado de Lisboa, que no requiere ratificación parlamentaria o referéndums.

¿A vueltas con el Banco Central Europeo?

Muchos políticos y analistas piden que el Banco Central Europeo comience a actuar como banco central y compre deuda soberana de los países con problemas. Eso proveería liquidez y difuminaría el riesgo de bancarrota en Italia y España.

El problema es la configuración del BCE en el Tratado de Lisboa, que no está pensado como un prestamista de última instancia ni dispone de una partida de fondos de rescate.
Para que el órgano comience a funcionar como un banco central más ortodoxo, como la Reserva Federal en EE.UU. o el Banco de Inglaterra, habría que modificar el tratado.
Otro impedimento está en la aversión de Alemania a la tensión inflacionaria que se supone derivaría de la compra masiva de bonos de deuda. Tampoco Merkel es partidaria de unos hipotéticos "eurobonos", deuda pública emitida con el aval de todos los países de la unión, algo que para algunos expertos sería el lugar natural en el que desembocaría la flexibilización del BCE.

¿Europa de dos velocidades?

Otro riesgo –o solución, según desde dónde se mire– es que la eurozona se divida. Sarkozy ya ha hablado abiertamente de la Europa de las dos velocidades, aunque en referencia a nuevas incorporaciones.
Pero la apuesta "Merkozy" va más allá y plantea que si resulta imposible que los 27 estén de acuerdo en la reforma, ésta se podría aplicar sólo a los 17 de la eurozona.
Y la aceleración de la integración de los países que comparten el euro haría inevitable aumentar la distancia con los que están dentro de la UE pero no comparten la moneda única.

¿Cómo saber si fracasa la cumbre?

La apertura de los mercados el próximo lunes será la vara de medir de los acuerdos adoptados.
Los países de la eurozona seguirán con mucha atención los mercados de deuda soberana. Sobre todo España e Italia querrán ver si los bonos a diez años regresan a la temida barrera del 7%.

2011/12/07

Los tres salvavidas que le quedan al euro

Con el acecho de los mercados el euro enfila su futuro en el Consejo Europeo de este 8 y 9 de diciembre. Tres salvavidas se cruzan en su camino: la emisión de eurobonos, la intervención del Banco Central Europeo (BCE) y la unión fiscal de la eurozona. Este último es el que quiere la canciller alemana.
Este lunes la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarzoky se reunieron en el Elíseo para definir los detalles de la unión fiscal de cara al consejo que reúne a los 27 jefes de estado de la Unión Europea. Allí, sus posiciones parecieron acercarse, al menos en el rechazo a los eurobonos y el llamado a una mayor austeridad fiscal.

Merkel, que rechaza los eurobonos y la intervención del BCE, es partidaria de la unidad fiscal con la creación de un supraministro o ente que pueda introducir reglas más rígidas y sanciones a quienes no cumplan los objetivos presupuestarios.
"La crisis no se resuelve de un sólo golpe. Se trata de un proceso de durará años", ha señalado la canciller.
El presidente francés, que apoya un nuevo tratado pero que se siente acosado por los intereses de la deuda francesa, era hasta este lunes más proclive a los eurobonos pero finalmente los ha rechazado como solución. ¿Cuáles son los pros y los contra de las tres posibles salidas del euro?

La emisión de eurobonos

La gran amenaza del euro son los altos intereses que se están pagando por las deudas. Si los países no pueden refinanciar sus deudas se corre el riesgo del impago. En ese sentido la Comisión Europea ha presentado una propuesta de emisiones de bonos europeos que sustituyan la deuda nacional. El respaldo sería la propia unión.
De esta manera los eurobonos garantizarían que todas las naciones de la zona euro puedan pedir prestado a un precio asequible.
Mientras que el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, es partidario de los eurobonos, la canciller alemana, que lleva la voz cantante en la actual crisis, no. Al ser el estado más grande de la zona euro con la mejor posición fiscal, Alemania estaría más expuesta con la aplicación de los bonos.
Este lunes, Nicolas Sarkozy también desechó la idea.

La compra de deuda por parte del BCE

La propuesta es que el BCE tenga libertad para comprar toda la deuda soberana de la zona euro, lo cual desanimaría a los especuladores y rebajaría los tipos de interés.

Al respecto se cuestiona el papel del banco cuando se le compara con los bancos centrales de países como Estados Unidos, Reino Unido o Japón, que en situaciones como las que está viviendo Europa, suelen comprar toda la deuda necesaria.
Los líderes de los países más endeudados y el propio presidente francés son partidarios de esta vía. No obstante, el Bundesbank y la propia Merkel se muestran reacios con el argumento de que la financiación de las deudas dispararía la inflación en su país. Alemania es el principal inversor del banco.

La unión fiscal y la creación de un supraministerio

Es la propuesta y la condición que exige Merkel para que en un momento dado el BCE pueda intervenir. La llamada Unión Fiscal significaría un control de los presupuestos nacionales por parte de Bruselas, con poder para modificarlos y un endurecimiento de las sanciones a los países que infringen los límites de deuda.
Una de las principales críticas al espacio común europeo es la ausencia de un ministro de finanzas, un ente que centralice y aplique las políticas monetarias y que pueda demandar ante el Tribunal de la UE a los países infractores.
Países que están dentro de la unión pero fuera de la zona euro, como Reino Unido o República Checa, se oponen a esta medida. Un veto de ambos países echaría por tierra los acuerdos que se puedan alcanzar este jueves y viernes. No obstante, Merkel y Sarkozy contemplan la posibilidad de lograr un acuerdo entre los 17 países del euro que esquivaría a países escépticos de la unión fiscal como Reino Unido.

2011/12/05

"El euro tiene fallas de origen"

Uno de los padres de la moneda común europea, Jacques Delors, aseguró que la Eurozona tiene un defecto de origen puesto que no se le prestó la suficiente atención a la debilidad económica de algunos países miembros.
En una entrevista con el diario británico Daily Telegraph, el ex presidente de la Comisión Europea afirmó que los errores que se cometieron en el nacimiento del euro han precipitado la actual crisis.
Según él, la falta de un poder central que coordinara las políticas económicas de los países permitió que algunos miembros incurrieran en deudas impagables.
Como presidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1995, Delors jugó un rol fundamental en el proceso que dio nacimiento al euro.
Sus comentarios se dan en medio de crecientes dudas sobre la viabilidad de la Eurozona.
En la clic entrevista, Delors aseguró que la crisis de la deuda no se originó de la idea de una moneda común, sino de "fallas en la ejecución" por parte de los líderes políticos que supervisaron su creación.
Afirma que ignoraron las debilidades fundamentales y los desequilibrios de las economías de los estados miembros.
"Los ministros de Finanzas no quisieron ver nada que fuera un problema con el que tuvieran que lidiar", dijo el francés de 86 años.
Delors insistió en que todos los países de Europa deben compartir la culpa por la actual crisis que ha desatado temores de que el euro no sobrevivirá.
"Todos deben examinar sus conciencias", dijo.

"Muy poco, muy tarde"

Al hablar sobre aquellos -como el gobierno británico- que rechazaron hacerse miembros del euro asegurando que la moneda no funcionaría sin un Estado que la respaldara, Delors dice: "tenían un argumento".
La reacción de los actuales líderes de la Unión Europea, añadió, ha sido "muy poca y muy tarde".
En particular Delors identificó "una combinación de la terquedad de las ideas alemanas sobre control monetario y la clara falta de visión de todos los otros países".
Chris Morrison, corresponsal de la BBC en Bruselas, aseguró que los comentarios se dan justo en una semana crítica para la Eurozona.
El viernes, la canciller alemana Angela Merkel dijo que la Unión Europea estaba trabajando para conseguir una "unión fiscal" en un esfuerzo por imponer disciplina presupuestaria a sus miembros.
Tanto ella como el presidente francés, Nicolás Sarkozy, han pedido cambios en los tratados europeos.
Los dos se reunirán el lunes para acordar propuestas conjuntas que llevarán a una reunión con líderes europeos la próxima semana.
                    

2011/11/21

Las extrañas historias en las monedas del euro

En medio de todo el debate macroeconómico sobre el euro, que la mayoría de nosotros francamente no entiende, y en medio de todos los debates sobre rescates y bonos, cesación de pagos y dobles recesiones, nadie ha tenido mucho que decir sobre la moneda como tal. Digo, sobre lo que realmente se ve en los billetes del euro y, en particular, en las monedas.
Observe con detenimiento la cara y la cruz de estas monedas y verá unos ángulos algo desconcertantes de la historia y la política europeas -y una historia que se remonta a los primeros intentos de lograr una unión monetaria europea, hace 2.500 años.

Irónicamente, con todo lo que ha pasado en los últimos meses, ese prototipo de eurozona fue planeado por los griegos, en la antigua Atenas, en medio del siglo V antes de Cristo (a.C.).
Por supuesto, los diseños modernos del euro son algo comprometedores. Desde cuando fueron inventadas, las monedas siempre han sido símbolos nacionales y políticos. Los reyes de Lidia, en la actual Turquía, que acuñaron el primer dinero metálico alrededor del año 600 antes de Cristo, no lo hicieron para facilitar las compras o darle un empujón a la economía lidia, sino para alardear de su propia riqueza, su poder e identidad. Para ello estamparon el distintivo emblema de un león en cada una.
Así que cuando aparecieron los billetes y monedas del euro en 2002, hubo un compromiso entre los símbolos de la nueva unión monetaria y los de los diferentes estados-nación que la componían. Los billetes son idénticos en toda la eurozona, decorados con imágenes genéricas y algo deprimentes de arquitectura europea, pero las monedas muestran en un lado un mapa uniforme de Europa y en el otro tienen espacio para un emblema particular para cada nación.
clic Lea, también de Mary Beard, por qué nos burlamos de nuestros tiranos

Simpleza o diversidad

Las monarquías de la eurozona fueron más o menos obligadas a escoger a su rey, reina o gran duque para el lado disponible; el Vaticano, cuando decidieron acuñar monedas, al Papa. Pero el resto -desde Austria a Eslovenia- tuvieron la libertad de escoger entre un amplio rango de emblemas o esloganes nacionales.
Algunos mantuvieron la simpleza: las de Irlanda tienen un harpa en todas las denominaciones desde la minúscula moneda de un centavo hasta la de dos euros; las de Estonia, la más aburridas, son un mapa de Estonia.
Pero otros trataron de fomentar diversidad. En algunas de las monedas francesas está su eslogan "Libertad, Igualdad, Fraternidad" y en otras, su emblema femenino Marianne.
Italia escogió una obra de arte distinta para cada denominación, con su arena favorita para las matanzas masivas -el Coliseo Romano- relegado a la moneda de cinco centavos. Austria también tiene un diseño particular para cada pieza: desde un busto de Mozart hasta el famoso Pabellón de la Secesión en Viena.

Pero son las monedas griegas las que ofrecen la mayor cantidad de material para reflexionar.
Las denominaciones más pequeñas tienen una selección de barcos; las de 10, 20 y 50 centavos conmemoran cada una a un héroe moderno de la lucha por la liberación griega de los turcos; pero las de un euro y dos euros se devuelven en diferentes maneras a la antigüedad clásica.
No hay sorpresa en ello. Los políticos griegos no paran de hablar sobre su herencia directa del mundo clásico. De hecho, a veces creo que la nostalgia es una cruz en el estado moderno de Grecia tanto como los gastos exagerados o la pobre contabilidad.
Pero en este caso debe haber muchos griegos que, en retrospectiva, se preguntan si la elección de estos diseños clásicos para sus monedas fue tan inteligente como alguna vez pareció. ¿Era este orgullo una previa del fracaso?

Moneda de dos euros

En el centro de la moneda de dos euros está un toro y en su lomo lo que parece ser una niña joven. A primera vista, si usted no sabe de mitología clásica, podría pensar que es un logo patrocinado por los verdes: un símbolo de los humanos cohabitando pacíficamente con los animales.
De hecho, se trata de una violación: Zeus, el padre de los dioses, está llevando a la Princesa Europa de su ciudad de Tiro, en el Líbano.
La historia es que Zeus se había "enamorado" (para decirlo con un eufemismo, como lo explican la mayoría de libros de historias) con la joven Europa y para que todo saliera como él quería, se convirtió en un toro y fue hasta la playa donde estaba jugando con sus amigos; La acarició dócilmente lamiendo sus manos y tentándola para que ella lo acariciara a él y decorara sus cuernos con flores.

Entonces, apenas ella se encaramó en su espalda, él salió volando (literalmente, pues los dioses pueden volar) y se la llevó -aterrada- para su nido de amor en Creta.
Escritores romanos y griegos debatieron esta historia como si se tratara de una corte moderna. ¿Fue Europa descuidada e ingenua? ¿Lo estuvo tentando? ¿Él la drogó? ¿Ella quiso la situación desde el principio?
Pero en el fondo, sin importar los alegatos, esto fue una violación.
Uno puede ver por qué los griegos pueden haber querido la escena en sus euros. A pesar del hecho poco conveniente que la Princesa Europa venía de El Líbano, con su nombre fue finalmente bautizado el continente de Europa. El emblema del mito en la moneda viene a ser lo mismo que decir que sin Grecia no habría habido Europa, que Grecia había inventado el continente.
Más allá de eso, siempre me ha parecido difícil de entender cómo los griegos lograron aceptar tan fácilmente que una escena de una violación hiciera parte de las monedas que tintinean en sus bolsillos.
¿No pensaron en la historia detrás de este toro y esta niña, o en lo que estaba por pasar después? ¿Y cómo se sienten ahora? Con periodistas griegos que informan morbosamente sobre la "violación" de su país y cómo ha sido "tratado injustamente", ¿qué nuevo significado adquiere el rapto de Europa?

El búho de Atenea

Pero la moneda griega de un euro nos lleva en direcciones más enigmáticas y ambivalentes. Su diseño es una copia exacta de una moneda de cuatro dracmas de Atenas, del siglo V a.C., con un búho malvado que lo observa a uno.
Esta pequeña ave fue el símbolo de Atenea, la diosa de la sabiduría y la astucia y la protectora de la ciudad de Atenas. Casi todas las monedas antiguas de Atenas tenían este emblema.
Pero en este punto es cuando entra la primera unión monetaria.
Atenas en el siglo V a.C. era una democracia (la primera del mundo, por lo menos así lo aseguran los griegos dudosamente). También fue un imperio explotador, que controló muchos otros estados alrededor del Mediterráneo.

Alrededor del 440 a.C., los atenienses decidieron que todos estos pueblos debían deshacerse de sus propias monedas, con sus emblemas nacionales propios, para utilizar "búhos" atenienses. De hecho, algunos de los avisos públicos donde se declaraba esto todavía existen, inscritos en piedra alrededor de lo que fue el imperio ateniense.
Las reglas, como podemos ver, eran bastante reducidas: no era sólo dinero lo que estaba en juego pero los pesos y las medidas también (era el equivalente ancestral a imponer gramos y metros al igual que el euro); y los estados sujetos a esta medida tenían que traer sus monedas para que fueran cambiadas en Atenas, con una tajada considerable para las arcas atenienses.
Si no acataban podían perder su ciudadanía y podía incluso llevar a la pena de muerte.
Los historiadores modernos se han preguntado sobre lo que verdaderamente pasaba allá. ¿Querían los atenienses simplemente ganar dinero? ¿Querían los estados del imperio hacer parte de la zona ateniense? En caso tal, las amenazas de la pena de muerte parecen algo innecesarias.
¿Y lograron estas leyes erradicar las otras monedas y establecer los búhos alrededor del imperio? No podemos estar seguros.
Pero en cualquier interpretación es difícil evitar la conclusión que los imperialistas atenienses estaban usando la unión monetaria para demostrar su músculo político. Y es difícil no imaginarse que ha llegado la hora para la venganza, 25 siglos después.
Pero antes de que nos volvamos demasiado petulantes, o de que nos ríamos por sus escogencias desatinadas de logo -ya sea violación o búhos- deberíamos mirar los nuestros (los del Reino Unido).
La semana pasada un estudiante extranjero de Cambridge me mostró su permiso de residencia para el Reino Unido -el pedacito de plástico con el chip biométrico que debía ser el prototipo para las tarjetas de identidad con las que nos amenazaron pero que ahora sólo se emite para quienes poseen una visa.
¿Qué les parece el símbolo en la esquina superior izquierda? Son las estrellas europeas y -el ministerio del Interior lo confirmó- el mismo toro. La víctima femenina desapareció: ahora es sólo el violador el que garantiza que el extranjero tiene el derecho de vivir acá.

2011/11/16

¿Es hora de comprar euros?

A pesar de la constante discusión sobre la crisis financiera que amenaza tanto a la eurozona como a la propia existencia de la moneda común, el euro sigue manteniendo su fortaleza frente al dólar estadounidense.
El pasado miércoles, tras darse a conocer que el interés de los bonos de deuda pública italiana a diez años superó la barrera psicológica del 7%, el euro experimentó una caída, pero ya para el viernes se había recuperado hasta llegar a US$1,37, lo que se traduce en un aumento de casi el 3% frente a la moneda estadounidense desde comienzos del año.

Aunque la diferencia a favor del euro es un dato interesante, algunos analistas recalcan que tiene que ver más que todo con la propia debilidad del dólar.
Por su parte la editora de la BBC para asuntos económicos, Stephanie Flanders, advierte que no se trata de un voto de confianza sobre la capacidad de la moneda común europea de salir airosa de las actuales turbulencias.
Para Flanders es más probable que la moneda baje si la eurozona se mantiene con sus actuales 17 miembros. "Irónicamente, sólo si usted piensa que la eurozona está a punto de fraccionarse tiene sentido comprar euros".

Escenario de separación

La división de la eurozona es un argumento que tendria que ver con la imposibilidad de que países como Grecia, Italia o España inicien el camino de la recuperación económica sin que se les permita tener un tipo de cambio más débil, algo que no es negociable.
Al verse obligadas a dejar la eurozona, se quedarían dentro del grupo los países de economías más fuertes, lo que inevitablemente haría que la moneda suba su cotización.
El escenario luce lejano, entre otras cosas, porque afectaría gravemente las exportaciones alemanas, cuyo éxito se basa justamente en tener un cambio bajo. Además, las consecuencias del abandono de los países afectados por las crisis de la deuda del euro serían imprevisibles y podrian desatar una profunda recesión en Europa.
En cualquier caso Flanders apunta que hace poco en una entrevista con la BBC, el multimillonario de origen húngaro George Soros dijo que no era el momento para ponerse a vender euros.
El punto de vista de Soros en materia cambiaria suele ser muy tomado en cuenta dada su fama como "el hombre que llevó a la quiebra al Banco de Inglaterra" cuando sus inversiones, basadas en el correcto pronóstico de que el gobierno tendría que devaluar la libra esterlina, le valieron una ganancia de US$1.500 millones en un solo día.
Al dar su opinión actual sobre el euro, se pensó que Soros se refería a que los políticos harían todo lo posible para mantener a todos los miembros actuales dentro de la eurozona.
"De hecho podría ser exactamente lo contrario", apunta Flanders.

2011/10/24

Premian al mejor "plan de escape" del euro

Un empresario británico está ofreciendo un premio de US$400.000 para el mejor plan para gestionar la salida del euro de uno o más países.
El premio lo ofrece Simon Wolfson, presidente ejecutivo de la cadena de tiendas Next y benefactor del partido conservador.

El concurso será llevado adelante por Policy Exchange, un centro de investigación independiente dedicado fundamentalmente a estudios de libre mercado y política económica.
El galardón se autoproclama como el segundo mejor dotado en economía después del Premio Nobel.
La organización está enviando formularios de inscripción a prominentes economistas del mundo.
Sin embargo, Wolfson le dijo a la BBC que la competición está abierta a cualquiera.
"Creo que hay una posibilidad real de que el euro se derrumbe y si eso pasa, será necesario que se gestione de forma adecuada o de lo contrario va a ser catastrófico para las finanzas europeas y no sólo para las finanzas europeas", dijo.
"La reacción en cadena en el mundo de la banca también podría ser muy graves".

El dilema de la deuda

Wolfson explicó que para participar, el aspirante debe enviar respuestas a las siguientes preguntas:
  • ¿Cómo se asegura que las nuevas divisas serán estables?
  • ¿Qué áreas deberían ser cubiertas por las nuevas monedas?
  • ¿En qué divisa deberían devolver su deuda los gobiernos?
  • ¿Qué pasaría con la deuda de los particulares?


En opinión del empresario, el último de los problemas es el más complicado de resolver.
"Digamos que si vives en Grecia, tus ingresos cambian al nuevo dracma, y tu hipoteca está en un banco español en euros, ¿qué se hace?", comenta.
"La cuestión es si tienes que pagar en euros o tienes que hacerlo en la nueva divisa".
Para Wolfson, no es inevitable que el bloque de la moneda única europea se rompa. Aunque advierte que salir del paso va a tener un precio muy caro.
El empresario considera que cualquier tipo de plan de rescate será inútil a la hora de resolver el problema de los países que no pueden devaluar su moneda por estar en la unión monetaria, algo a lo que atribuye las altas tasas de desempleo en Grecia (16,5%).
"Los ingresos de los griegos subieron en un 30% en relación a los de los alemanes en la última década. Lo que debería pasar es que la moneda sea devaluada en la misma relación, pero como no pueden, el resultado es que Grecia no es un país competitivo".
El límite de entrega para los interesados es el 31 de enero de 2012.

2011/09/14

¿Pierde la paciencia Alemania con el euro?

A pesar de que el euro es un proyecto continental, Alemania -por ser la mayor economía de Europa- pareciera tener la última palabra acerca de su futuro.
Por esa razón, los observadores miran con preocupación el creciente escepticismo en el ambiente político de ese país frente a la necesidad o conveniencia de seguir sosteniendo financieramente a la unión monetaria europea en su forma actual.

En particular, las dudas que tendría Alemania frente a la posibilidad de tener que extender más ayuda a Grecia, han contribuido nuevamente a desatar la incertidumbre y la inestabilidad en los mercados.
Luego de una pausa que no se extendió más allá de unas cuantas semanas, los rumores acerca de que Grecia podría entrar en default o suspensión de pagos se han reactivado y van en aumento. En un intento por recuperar la confianza, distintos funcionarios alemanes recalcaron este lunes que la estabilidad de la eurozona y del euro continuaban siendo el objetivo principal.
Sin embargo, otras declaraciones contradicen ese proyecto.
El ministro de Economía de Alemania, Philipp Roesler, por ejemplo, dijo en un artículo publicado por el diario Die Welt este fin de semana, que ya no podía descartarse la posibilidad de llevar a cabo una "suspensión de pagos ordenada" en Grecia para solucionar los problemas del país.
Mientras que Christian Lindner, secretario general de uno de los partidos de la coalición que respalda a la canciller Angela Merkel, sugirió que Grecia podría salir de la eurozona.
Y, como reflejo de esta situación, las bolsas europeas experimentaron fuertes pérdidas el lunes, mientras que el euro perdía terreno frente al dólar y al yen, alcanzando su menor valor en 10 años frente a la divisa japonesa.

Dos mensajes

Joaquín Roy, director del Centro de la Unión Europea de la Universidad de Miami (UM), señaló en conversación con BBC Mundo que las declaraciones que realiza el gobierno alemán deben distinguirse.
"El mensaje tiene dos partes. Para el consumo interno, no sorprende que la canciller Merkel intente apaciguar a su posible electorado, que naturalmente se niega o está reticente a seguir pagando la factura de otros países", dice.
"Por ello presionan y presionan a ciertos gobiernos, en este caso el griego, para pedirles que hagan algo drástico", aunque continúen diciendo que la estabilidad de la eurozona es lo primordial.
Estas contradicciones se plantean con más insistencia luego de que el pasado viernes el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), el alemán Juergen Stark, renunciara de manera sorpresiva.
Su salida fue vista como un signo de las divisiones en el BCE sobre qué hacer sobre la crisis europea.

El futuro del euro

Guillermo Calvo, profesor de Economía de la Universidad de Columbia en Nueva York, dijo a BBC Mundo que Alemania está en este problema "le guste o no".
Para Calvo, la solución menos conflictiva sería rescatar a Grecia, por tercera vez.

"Si la dejan caer, automáticamente caerán también los bancos alemanes y franceses que tienen mucha deuda griega, les cae el problema a ellos. Por eso digo que ellos están les guste o no. Es una cuestión más bien política", agrega Calvo.
Anteriormente, el multimillonario George Soros, así como diversos líderes europeos y economistas, recomendaron la posibilidad de crear los llamados eurobonos: títulos de deuda emitidos por la UE con el aval de todos los miembros del bloque.
Según Soros, hasta que Alemania no avale la deuda de todos los miembros de la eurozona, la unión monetaria seguirá de crisis en crisis.
clic Lea también: Para salvar el euro: entregar soberanía o atenerse al desastre
Hablando desde la historia, dice Roy, "no se ve por ninguna parte la posibilidad de que un país de esa envergadura y que tanto ha apostado política y económicamente por la fundación del euro, no lo siga subvencionando y ponga en peligro no sólo la estabilidad de la región, sino su existencia. Eso no tiene visos de suceder. Hay demasiado capital político en juego para algo que así ocurra", concluye.
Por ahora, los analistas consideran que pensar en una desaparición total del euro sería muy alarmista.
Pero el tema de una posible división en la zona euro también está tomando fuerza.
"Ya se está hablando con cierta insistencia de que los países relativamente fuertes pueden crear un 'euro plus' y dejar al resto con el 'euro minus'. Eso sí sería muy grave políticamente", afirma Calvo.

2011/08/17

Para salvar al euro: entregar soberanía o atenerse al desastre


El multimillonario George Soros coincide con algunos líderes europeos y muchos economistas -poniendo que todavía valga la pena escucharlos- en que la salvación de la eurozona requiere una política fiscal de "todos para uno, uno para todos".
La materialización de esa política serían los llamados eurobonos, títulos de deuda emitidos por la Unión Europea con el aval de la fiabilidad de todos los miembros del bloque.

O, visto de otra forma, la eurozona podría endeudarse como una entidad única, con la responsabilidad de pagar recayendo en todos sus integrantes. Por tanto, debería haber una tasa de interés única en todo el bloque y un cuerpo soberano de facto capaz de determinar la política fiscal.
Según Soros, los eurobonos son necesarios. El legendario especulador financiero opina que dado que el euro existe y "si quiebra se desataría una situación infernal, Alemania debe hacer que funcione".
"Para que funcione, se tiene que posibilitar que los miembros de la zona euro refinancien su deuda en términos razonables. Así es que se necesariamente llegamos a esa palabra tan fea: eurobonos", dijo Soros en entrevista con la alemana Der Spiegel.
Pero cuando se estudia detenidamente lo que implicarían los eurobonos, queda claro que el problema está en que cada país está en control de su política fiscal y que hay que confiar en que cumplirá sus compromisos en ese sentido.
Yo se lo puedo traducir mejor.

"Sí condicionado"

Soros está diciendo dos cosas: la primera, es que hasta que Alemania, la mayor economía de Europa, con sus sólidas cuentas públicas, avale la deuda de todos los miembros de la eurozona, la unión monetaria seguirá de crisis en crisis.
Los inversores y acreedores siempre querrán que los más endeudados paguen un interés mayor cuando emiten títulos públicos.

El caso es que el Banco Central Europeo (BCE) puede reducir temporalmente este interés comprando deuda de los estados, como hizo con la española e italiana la semana pasada. Pero esto no puede ser una solución permanente.
Lo segundo que dice Soros es que sería imposible que la eurozona emitiera bonos conjuntos mientras alguno de sus miembros continúe con total discreción fiscal: mientras puedan gastar, imponer impuestos o endeudarse como quieran.
O, para resumir, la supervivencia de la eurozona requiera una política de impuestos y gasto común, fijada en Bruselas por un "superministro" de Finanzas.
En palabras del ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeeuble, también a Der Spiegel: "Descarto los eurobonos mientras los estados miembros dirijan su propia política fiscal".
Así que, aunque Schaeuble aparece como un opositor a los eurobonos, su respuesta no es un "no, nunca, jamás". Es más un "sí condicionado".
Pero alcanzar tal condición es terriblemente complicado. Las reuniones entre Angela Merkel y Nicolas Sarkozy no presagian rápidos avances en ese sentido.

Entregarse o el desastre

Pensemos por un segundo qué tipo de integración fiscal es necesaria para hacer realidad los eurobonos.
Habría una entrega permanente de importantes derechos, como cuánto subir o bajar impuestos o las cantidades que se gastan en servicios públicos.

El nuevo órgano responsable de tomar decisiones probablemente esté encabezado por algo así como un ministro de Finanzas para toda la zona euro.
Aparte de los muy serios desafíos técnicos y prácticos de establecer ese nuevo órgano, no está claro cómo los ciudadanos se sentirían con incrementar la distancia que hay entre su voto en las urnas con las cabezas pensantes que toman decisiones que impactan directamente en su calidad de vida.
Es complicado imaginarse cómo la integración fiscal de la eurozona pueda alcanzarse sin multiplicar lo que se conoce como el déficit democrático de las instituciones europeas.
Y además está la cuestión de si un nuevo Ministerio de Finanzas paneuropeo encaminaría la política económica a la alemana: relativo bajo consumo interno, alto superávit en la balanza comercial y presupuestos públicos equilibrados.
La transición a la germanización de la economía europea condenaría, probablemente a España, Italia y hasta Francia a años de -en el mejor de los casos- un doloroso bajo crecimiento o -en el peor- a una recesión endémica.
El problema para Alemania es que si exigiera una prudencia creíble e institucionalizada de sus socios europeos, podría llegar a perder su triple A en las agencias de calificación de riesgos. Lo que sería una humillación que los votantes germanos no tolerarían.
Con todo, si alguien cree que la integración fiscal es requisito sine qua non para salvar el euro, entonces esa persona debe concluir que la eurozona no puede ser salvada. Eso sí, excepto por una cosa: los europeos pueden concluir que entregar el control de los tributos, gasto y endeudamiento es una perspectiva horrible, pero que la quiebra del euro es peor.
O puesto de forma altisonante, como hace Soros: "Si el euro se rompe, podría causar una crisis bancaria de tal dimensión que quedaría fuera del alcance de las autoridades el controlarla".
"Así que esto impulsaría no solo a Alemania, no sólo a Europa, al mundo entero a una situación demasiado parecida a la de la gran depresión en los años 30, que también fue causada por una crisis bancaria descontrolada".
Si concuerda con Soros, la elección de la eurozona es entre entregar parte de la soberanía nacional y el desastre económico.



2011/07/22

El día que puede definir la suerte del euro

Mientras en Washington demócratas y republicanos siguen negociando a contrarrelojclic un acuerdo que evite que el gobierno de Estados Unidos entre en cesación de pagos, los líderes de los países de la eurozona se reúnen este jueves en Bruselas para tratar de resolver la crisis de la deuda de Grecia y evitar que esta se extienda a otros países del Viejo Continente.
Analistas indican que es un día clave para el futuro del euro, quizás el más importante desde la creación misma de la moneda única europea.

Sobre la mesa de discusión en la capital belga habrá diversos clic clic asuntos clave, entre ellos el segundo paquete de rescate griego y el papel que los inversores privados deberán jugar en una hipotética reestructuración de la deuda helena.
Además, algunas informaciones llegadas desde Bruselas señalan que los líderes europeos también discutirán la posibilidad de imponer una nueva tasa a los bancos con la que financiar el recate griego.
Pero pese a lo apremiante de encontrar una solución a los problemas del gobierno de Atenas, la canciller alemana, Angela Merkel, ha dejado claro que no se debe ser excesivamente optimista sobre los resultados que producirá la cumbre.
Merkel se reunió este miércoles con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, para pactar una postura común sobre el rescate griego.
Sin que hayan trascendido los detalles del acuerdo, en medios alemanes aseguraron que Merkel defendió ante Sarkozy la propuesta de implicar a los acreedores privados -banca y aseguradores- en el rescate, algo que no es del agrado del BCE y de varios países de la eurozona.

"La situación es muy grave"

Grecia recibió su primer paquete de ayuda en mayo del año pasado, pero la crisis de la deuda no se ha frenado y la desconfianza de los mercados financieros no ha dejado de aumentar, llegando incluso algunos a sugerir que lo que está en peligro es la propia supervivencia del euro.
Los gobernantes europeos y los mercados están reclamando que se alcance un acuerdo lo antes posible para evitar daños mayores.
El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, en una declaración que demuestra lo crucial del momento, aseguró que "nadie debe hacerse ilusiones" ya que "la situación es muy grave".
"Hemos de encontrar una respuesta. De lo contrario, las consecuencias negativas se sentirán en todos los rincones de Europa y más allá", dijo Barroso.
Y la preocupación no se queda en los líderes de la eurozona.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió este martes que la crisis de la deuda amenaza no solo a Europa sino también a la recuperación de la economía global.
El organismo aseguró que "el contagio podría ser amplio si las tensiones en los países de la zona euro en crisis se trasladan a otros miembros", en una referencia velada a España e Italia, que en las últimas semanas han visto como los costes de financiar su deuda se han disparado.
Mientras, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, telefoneó a la canciller alemana el martes por la noche para hacer hincapié en la importancia de solucionar la crisis para no arruinar la débil recuperación de la economía global.
Pero pese a los llamados a que se encuentre una solución lo antes posible, las diferencias entre los líderes europeos para hacer frente al problema siguen ahí.

¿Diferencias reconciliables?

Parece haber consenso en que Grecia necesita un segundo paquete de rescate, que sería de una envergadura similar al aprobado en 2010, que ascendió a US$156.000 millones.
Sin embargo, también hay una unanimidad creciente en que un nuevo paquete no será más que un parche que servirá para ganar tiempo pero que no solucionará los problemas fundamentales del endeudamiento griego.
Atenas ya ha implementado medidas de de austeridad de gran envergadura, incluyendo aumentos de impuestos, recortes en el gasto y venta de activos públicos.
Pero muchos creen que eso no será suficiente y afirman que la única forma de solucionar el problema griego es reestructurando su deuda.
Alemania quiere que los inversores privados participen en la reestructuración dando más tiempo a Atenas para devolver lo que debe, mediante la creación de nuevos bonos con una fecha de vencimiento más tardía.
Pero el Banco Central Europeo se opone frontalmente a ello y asegura que eso supondría una cesación de pagos en toda regla a la vista de las agencias de calificación crediticia, lo que dañaría la confianza de los mercados en el euro.
Según señala el editor de economía de la BBC, Andrew Walker, una alternativa para hacer que los inversores participen en el paquete de ayuda sería crear un gravamen para los bancos, algo que podría ser discutido este jueves en Bruselas.
En cualquier caso, una medida de este tipo no será muy popular entre las instituciones financieras del Viejo Continente.
Son todas estas discrepancias las que explicarían el escepticismo de Angela Merkel sobre los resultados de la cumbre de este jueves.

BBC Mundo

2011/07/20

Tres tabúes que la crisis del euro está rompiendo

En su búsqueda por una salida a la crisis del euro, algunos en Europa están aceptando discutir temas que hasta hace semanas eran prácticamente tabú.
La idea de tolerar un "default" al menos parcial en Grecia, la posibilidad de expulsar a algunos países de la eurozona, e incluso, la propuesta de buscar la conformación de unos Estados Unidos de Europa, han venido ganando terreno en una crisis que exige soluciones drásticas.

Pocos dudan que esta semana será crucial para la suerte, e incluso la supervivencia del euro. El jueves tendrá lugar la cumbre de los dirigentes de la eurozona para definir un posible nuevo paquete de salvamento para Grecia. Y muchos advierten que, de no hallarse una solución adecuada a los enormes problemas fiscales de ese país, se ahondará la turbulencia financiera.
Los indicios que el mercado ofreció a comienzos de esta semana no son particularmente positivos. Este lunes el euro tocó un mínimo histórico frente al franco suizo, reflejando, entre otros factores, que algunos inversores buscan alternativas a la moneda común europea. Algo similar pasó con el oro, que también rompió un récord histórico para llegar a los US$1.600 dólares la onza por primera vez.
Y ante esta compleja situación, propuestas que hasta hace pocos días no serían tomadas en serio ahora están en la receta de posibles soluciones a lo que algunos ven como el inminente desplome de la integración monetaria europea.

El default ya no es la palabra innombrable

Como señala el editor de asuntos europeos de la BBC, Gavin Hewitt, Europa está despertando a la realidad que Grecia no enfrenta un problema de iliquidez sino de insolvencia.
Y por lo mismo, "lo que ha cambiado es el reconocimiento de que Grecia necesita algo de alivio de deuda", asegura Hewitt.
Los anteriores planes hacían énfasis en que eran simples reprogramaciones de la deuda, que al final sería pagada por Grecia en su totalidad. Cualquier mención de una condonación de deuda, se temía, sembraría la desconfianza en los mercados, y debía ser evitada a toda costa. Pero ante el fracaso del primer plan de rescate a Grecia lanzado en mayo de 2010, el abanico de opciones a considerar se ha ampliado.
Ahora, señala nuestro corresponsal, se discuten abiertamente planes en los que los acreedores privados aceptarían perder hasta el 30% del dinero que Grecia les debe.

Una invitación a salir del euro

Otro de los "impensables" discutidos en la actualidad es el de "invitar" a los países más débiles de la eurozona a tomarse unas "vacaciones" de la eurozona.
Pese a que al momento de su fundación hace casi una década, la moneda común europea era vista como un compromiso prácticamente indisoluble entre sus signatarios, ahora se discute cómo Grecia y otros países se podrían tomar un "sábatico", que les permitiría tener nuevamente el control sobre una moneda nacional y devaluarla, para así buscar la competitividad que les permita salir de la actual crisis.
Como señala Hewitt, "nadie está diciendo que sería fácil, pero puede ser preferible a arriesgar la moneda común".

Los Estados Unidos de Europa

Una de las propuestas más drásticas en empezar a tomar vuelo en estos días es la que asegura que lo único que salvará a la unión económica europea es la unión política.
Como informa Hewitt, la ex comisionada de la Unión Europea Emma Bonino fue directo al grano. "Ella piensa que los Estados Unidos de Europa son la solución".
La federación política permitiría tener mecanismos fiscales como los que existen en Estados Unidos, donde una zona del país puede ayudar a otra que afronte problemas económicos.
Y es la falta de esos mecanismos apropiados en Europa, precisamente, la que algunos señalan como uno de los detonantes de la actual crisis griega, en la que los países europeos más ricos como Alemania no consiguen reunir la voluntad política o los mecanismos institucionales para sacar a Grecia de su profunda recesión.
Aunque, por supuesto, una federación política tendría que ser sometida a consideración de los votantes de los países europeos, en momentos en que la Unión Europea y muchas de sus instituciones afrontan un agudo desprestigio.
"El resultado sería incierto, aunque a los votantes se les diría que están votando para salvar a la Unión Europea", señala Hewitt.
En cualquier caso, concluye el editor de asuntos europeos de la BBC, "este es un momento en que se está debatiendo lo que hasta poco era inimaginable"

BBC Mundo

2011/07/06

El euro no sale del ojo del huracán

El futuro del euro está nuevamente en el ojo del huracán.
Y esto no sólo porque este lunes la corte constitucional de Alemania discute un recurso que busca bloquear la participación de ese país en el paquete de rescate por 110 mil millones de euros que la Unión Europea discute para Grecia.

El hecho es que cada vez aumentan más las dudas de que Grecia pueda evitar un default o cese de pagos, arrastrando a otras economías de la periferia europea y poniendo en jaque el futuro del euro.
La crisis griega ya ha minado la confianza en la moneda única europea, que ha alcanzado este año su punto más bajo frente al dólar.
Y como le dijo a BBC Mundo Peter West, de la firma londinense Poalim Assets Management, el temor es el efecto contagio que un default griego va a tener en otros países, particularmente España.
"Las autoridades europeas están tratando de manejar la situación para evitar que la crisis llegue a España, y esto es un factor clave. Y todo depende de cómo las cosas se resuelvan en Grecia, un default caótico sería muy dañino".
El temor es que si la crisis de solvencia llega a España, ni los fondos de la Unión Europea podrían detener la crisis financiera, llevando a que los inversionistas abandonen el euro y se refugien en otras monedas, lo cual pondría en riesgo la viabilidad de la moneda europea.
El peor escenario es que Grecia y otros países abandonen el euro por la incapacidad de sus economías para enfrentar sus deudas.
El propio ministro de finanzas griego está consciente de las repercusiones y por eso declaró este lunes que su país evitará "un default porque esto es vital no sólo para Grecia si no para la estabilidad de toda la eurozona".

¿Inconstitucional?

Pero la política europea de otorgar rescates para atajar los efectos de la crisis podría ser puesta en cuestión en Alemania, que a partir de hoy ventila un recurso según el cual los rescates financieros deben ser bloqueados porque son inconstitucionales.
Como dice el corresponsal de la BBC en Berlín, Steve Evans, si este recurso es aceptado, eso pondría de patas arribas la política de los rescates, cuando la Unión Europea ventila un nuevo paquete de 110 mil millones de euros para Grecia que deben ser finalmente aprobados en las próximas semanas.
"El resultado de este caso es aún incierto, pero si la Corte Constitucional acepta esta tesis, esto complicaría el otorgamiento de ayuda financiera", señaló Evans.
Las autoridades europeas están bajo presión por aprobar este paquete de ayuda, porque no hacerlo podría generar inestabilidad en los mercados y en la moneda única europea.

Lagarde al FMI

Y tanto este recurso como la aprobación del paquete de ayuda son seguidos de cerca por la nueva jefa del Fondo Monetario Internacional, Cristine Lagarde, que hoy toma posesión al frente del organismo.
"Europa constituye su principal reto. Su principal tarea es cómo enfrentar la crisis financiera europea", resaltó Andrew Walker, corresponsal de asuntos económicos de la BBC.
En los próximos días se debe decidir si el Fondo Monetario Internacional -que proveerá parte de los 110 mil millones que se entregarían a Grecia- libera parte de los fondos los fondos.
"La gran pregunta es si continuar con la política de evitar un default por parte de Grecia y otros países. Se trata de una lucha difícil y en ese camino es probable que Lagarde tenga que cambiar de dirección", dijo Walker.
Pero esto nos lleva nuevamente a la principal pregunta que se hacen hoy en día los analistas: ¿sobrevivirá el euro a esta crisis?.

¿Desmantelar el euro?

Este martes, sir Martin Jacomb, ex director del Banco Central de Inglaterra, puso el dedo nuevamente en la llaga en un artículo en el Financial Times en el que señala que el euro no tiene mucho futuro.
"La actual política de la Unión Europea está guiada por el imperativo de salvar al euro, pero no dará resultado", señaló.
"Esta política está firmemente afincada ya que el foco de las autoridades europeas es preservar la moneda única y evitar una crisis del sistema bancario, pero desafortunadamente (los rescates financieros) no serán suficientes", dijo.
Agregó que Grecia no puede salir de esta crisis, porque su adopción del euro mina su competitividad, "eso seguirá así mientras el euro continúe siendo su moneda".
Por eso, según Jacomb, "desmantelar el euro es la mejor de las opciones".
Pero otros resaltan que la moneda única sobrevivirá debido a que los líderes europeos han mostrado voluntad política para preservarla, y una muestra de ello es el hecho de que hayan establecido un fondo de estabilización que otorga los rescates.
"Creo que el euro se mantendrá", señaló a la prensa de su país Alfredo Pastor, profesor de economía de la Universidad de navarra.
Peter West, señala que el objetivo de los rescates es "comprar tiempo" para permitir que los bancos estén en mejor posición para absorber pérdidas y "dar tiempo particularmente para que España esté en mejores condiciones de aguantar cualquier efecto contagio".
De esa forma, según West, todos saben que en algún momento habrá un default, "pero lo crucial es cuando y cómo". Eso, según dice, sería la clave para garantizar la sobrevivencia del euro.

BBC Mundo

2011/03/25

La Unión Europea no sabe cómo rescatar al euro

La crisis política de Portugal y la renuncia de su primer ministro dominan una cumbre de dos días de la Unión Europea (UE) en Bruselas para blindar al euro.
En medio de crecientes rumores sobre la inevitabilidad de un rescate de Portugal, el presidente de los ministros de Finanzas de la zona euro Jean Claude Juncker señaló que si Lisboa lo solicita habría unos US $100.000 millones sobre la mesa.

Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel instó a los partidos políticos portugueses a mantenerse en la senda de la austeridad fiscal.
"Portugal ha presentado un programa muy valiente para 2011, 2012 y 2013. Lamento mucho que no haya habido ayer una mayoría en el parlamento para aprobarla", dijo Merkel.
Esta ausencia de una mayoría forzó la renuncia de José Socrates quien sigue representando a Portugal en Bruselas, pero como jefe de un gobierno meramente interino y sin autoridad.

¿Alguien a cargo del barco?

Los 27 países que conforman la Unión Europea y los 17 que usan el euro como moneda no han conseguido controlar la crisis de la eurozona que se desató a principios del año pasado con los problemas fiscales griegos.
Los rescates de Grecia en mayo y de la República de Irlanda en diciembre siguieron la misma secuencia.
El peligro de una cesación de pagos provocó primero una parálisis política, seguida por el asalto de los mercados financieros que hizo temblar al euro y un tardío y reticente rescate de la UE y el FMI.

El gobierno del primer ministro José Socrates cayó después de buscar la aprobación de su cuarto programa de ajuste debido a que la economía, lejos de responder positivamente a la austeridad que le exigió la UE y el Banco Central Europeo (BCE), sufrió una contracción económica del 0,9%, muy lejos de las optimistas proyecciones de un crecimiento del 0,2%.
Por el momento no parece que la respuesta de la UE a esta crisis sea diferente a las otras.
Según el Financial Times, Angela Merkel está tratando de renegociar el acuerdo alcanzado el lunes por los ministros de Finanzas de la UE para el financiamiento de un fondo de rescate de la eurozona a partir de 2013.
Alemania quiere que su aporte, el principal del nuevo Mecanismo de Estabilidad Europea, se haga en cinco años en vez de cuatro, algo que le permitiría una reducción de impuestos a tiempo para las elecciones de 2013.
"Esto es un nuevo ejemplo de un acuerdo alcanzado por los 27 miembros y denunciado por uno de ellos sin atender a las consecuencias", reaccionó Jean-Claude Juncker.
Por su parte Finlandia se opone a incrementar la contribución al actual fondo de estabilidad financiera.
El Financial Times señala que el borrador de conclusiones de la cumbre al que tuvo acceso propone junio como fecha para la firma de un acuerdo.

¿Hay tiempo?

A ese paso muy probablemente se desate antes una tormenta sobre el euro.
Lisboa tiene un déficit fiscal del 7% y vencimientos de deuda de 9.000 millones de euros entre abril y mayo.

La amenaza de un efecto dominó está en el aire.
Si Portugal cae, España sería la próxima pieza, con la salvedad que tiene tal peso que puede derrumbar el edificio del euro.
España representa el 9% de la UE, más que Portugal (1,4%), Irlanda (1,4%) y Grecia (2%) juntos.
La vulnerabilidad española a una caída de Portugal no se limita al efecto contagio.
El sector financiero español tiene una exposición de 80.000 millones de euros en créditos al sector público, privado y financiero portugués.
Este jueves la agencia calificadora de riesgos Moody rebajó su calificación a 30 bancos y cajas españolas, aunque se la mantuvo a los grandes: BBVA, Santander y La Caixa.
A su vez España puede ser la correa de transmisión de un impacto sistémico que iría al corazón de la Unión Europea y que podría desatar una crisis similar al estallido de 2008.
Y es que, según el Banco Internacional de Pagos de Basilea, las entidades financieras alemanas están expuestas en unos 30.000 millones de euros en préstamos al estado español y unos 95.000 millones a sus bancos.
Con este mar de fondo, la eurozona parece caminar por la cuerda floja con la despreocupación de un sonámbulo.

BBC Mundo

2011/03/14

Cumbres borrascosas: las dudas del euro

La cumbre de mandatarios de la zona del euro, en Bruselas, tiene mucho para resolver y poco decidido.
Las tasas de interés para los países periféricos está por los cielos, el nuevo gobierno de la República de Irlanda quiere renegociar el rescate con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en Grecia hay un movimiento de desobediencia civil contra el acuerdo firmado en mayo y el jueves, para rematar, la agencia Moody's bajó la calificación de deuda de España.
En medio de este vendaval, la cumbre debe decidir sobre un pacto de competitividad que impulsan Alemania y Francia para financiar con nuevos fondos los desequilibrios fiscales internos a cambio de armonizar la conducta presupuestaria de los 17 integrantes de la eurozona.
Como si fuera poco, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, asiste a la reunión con una doble agenda que va a agitar aún más las aguas.
El BCE quiere reducir la ayuda diaria que presta a bancos en dificultades y, al mismo tiempo, preocupado por la inflación, está impulsando un aumento de la tasa de interés que va a elevar más el costo de financiamiento de los países periféricos, incrementando la posibilidad de "un cese de pagos".

Mi dinero, mis reglas

Políticamente, la canciller alemana, Angela Merkel, reaccionó durante todo el año pasado con una asombrosa lentitud, lo que profundizó la crisis del euro por la desconfianza que produjo en los mercados financieros.
Al mismo tiempo no cabe duda de que, sin Alemania, el euro habría naufragado.

La lentitud de Merkel se explica por sus problemas internos: los alemanes se oponen a que se rescate a los países del sur europeo, considerados fiscalmente "irresponsables".
El pacto de competitividad que acordó con Francia entre octubre y diciembre es una manera de demostrar a su electorado que, a cambio de financiamiento, los países periféricos de la UE se van a comprometer a una política fiscal sostenible.
En el esquema de rescate que proponen Alemania y Francia habrá más fondos, pero también cambios estructurales en el sistema impositivo, mecanismos de supervisión supraestatal y penalidades para los inversores privados, de modo que no dependan siempre del rescate público.
El actual Mecanismo de Estabilidad Financiera Europea, que expira en 2013, será sustituido por un nuevo sistema, que se llama casi igual (Mecanismo de Estabilidad Europea) pero que contará entre 500.000 y 700.000 millones de euros para convencer a los mercados de la solidez del euro.

Lea también: Asia al rescate del euro

No a más ajustes

Si el incremento de fondos del nuevo Mecanismo de Estabilidad Europeo es muy polémico en Alemania, la propuesta de armonizar la política fiscal está generando terremotos en los países periféricos.
En la República de Irlanda no quieren saber nada de un aumento impositivo a las corporaciones, porque su modelo económico se ha basado en atraer la inversión extranjera con un 12% de impuesto a las grandes empresas.
En Grecia está creciendo el movimiento "Den Pirono" ("No voy a pagar") en protesta contra el peaje de carretera, un mecanismo gubernamental para aumentar la recaudación.                    

El gobierno del primer ministro Giorgos Papandreu ha dicho que el Den Pirono aspira a liderar un movimiento de desobediencia civil.
El descontento con las medidas de austeridad es generalizado.
Y es que los resultados de ajuste tras ajuste no son prometedores. En Grecia hubo crecimiento negativo en el último trimestre y un récord en el porcentaje de desempleados.
En Portugal, el gobierno anunció este viernes nuevas medidas de austeridad porque las de diciembre no han alcanzado y el costo de endeudarse para los países periféricos está en porcentajes récord en la historia de la eurozona.
Peor aún: nada parece satisfacer a los mercados financieros.
"La Unión Europea tienen que convencer a los inversores de que la reestructuración de la deuda no es inevitable. Todavía no lo ha hecho", declaró a la agencia Bloomberg Robin Marshall, director de Smith & Williamson Investment Man.

El problema de fondo

En privado o en público, muchos admiten que la reestructuración es la única salida, incluyendo publicaciones británicas como The Economist y Financial Times, que pusieron el grito en el cielo cuando Argentina reestructuró su deuda en 2005.
Los países de la eurozona tienen vencimientos de deuda equivalentes a unos 560.000 millones de euros este año.
La interdependencia de esta deuda soberana (de los Estados) y la salud de importantes bancos europeos despierta el temor de una crisis sistémica.
Según el Banco Internacional de Pagos, las entidades alemanas han prestado unos 30.000 millones de euros a España y unos 95.000 millones a sus bancos.
Esta exposición de los bancos se repite en otras capitales financieras dentro de la eurozona como París o fuera de ella como Londres.
En medio de este horizonte sombrío, Jean-Claude Trichet, el director del BCE, ha insinuado que en abril se viene un alza de las tasas de interés.
Así las cosas, parece difícil que haya un acuerdo global este viernes.
El 25 de marzo la eurozona tiene una nueva cumbre para aprobar la creación de un nuevo sistema de financiamiento para crisis.
La pregunta es si los mercados le van a dar tanto tiempo.

BBC Mundo

2011/01/12

Crisis del euro: Portugal pasa la prueba de fuego

Portugal pasó la primera prueba de fuego del año con la exitosa subasta de bonos de deuda en Lisboa por 1.240 millones de euros.
El éxito tiene un precio. En la serie de títulos con vencimiento en octubre de 2014, la tasa de interés trepó a un 5,4% en relación con el 4% pagado en el anterior oferta, mientras que en los bonos que vencen en 2020 subió a un 6,7%, ligeramente inferior a la ronda previa.
Aún así, en un semana que comenzó con pronóstico de tormenta para Portugal y el euro, el resultado es una excelente noticia para España e Italia, que este jueves lanzarán su propia subasta de deuda.
De hecho, descendió la prima de riesgo de España, la diferencia de tasa de interés que pagan los bonos españoles en relación con los títulos más seguros de la eurozona, los bonos alemanes.

Los elusivos mercados financieros

¿Se trata de un voto de confianza de los mercados en la economía portuguesa o la salud del euro?
El viernes, el primer ministro José Sócrates dijo en el Parlamento que Portugal había cumplido con el objetivo de reducir el déficit fiscal en 2010 de 9,3% a 7,3% del Producto Interno Bruto (PIB) y que su economía había crecido entre el 1,35% y el 1,4%, el doble de lo proyectado a principios de año.
En diciembre, bajo presión de los países de la eurozona, los legisladores aprobaron un drástico plan de ajuste que incluye una mezcla de aumentos impositivos, congelamiento de salarios, reducción de beneficios jubilatorios y menor inversión pública.
Pero otros datos, que parecían determinantes en la mente de los inversores hasta este martes, pintan un paisaje más sombrío de la economía lusa.
De 2009 a 2010, la deuda pública aumentó de 76,8% a 83,5% del PIB.
Según la agencia de deuda portuguesa IGCP, el gobierno tiene vencimientos de casi 10.000 millones de euros este año, 8.500 millones el próximo y 8.700 millones en 2013: su déficit presupuestario es de más de 10.000 millones.
Y sus perspectivas de crecimiento a mediano plazo siguen siendo magras.
La intervención del Banco Central Europeo, el anuncio de Japón este martes de que adquiriría un 20% de la emisión de eurobonos a fin de mes y el apoyo chino a Portugal revirtieron el pesimismo inicial sobre la subasta , pero no son una solución definitiva a la crisis.

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Por el momento, los inversores respaldaron a Portugal, pero más que una garantía para el resto de un año difícil, se trata de una apuesta, cuyo éxito dependerá de muchos factores.

El crecimiento y las deudas

El problema de fondo es el crecimiento.
Este martes, el Banco de Portugal predijo una recesión económica del 1,3% para este año, muy por encima del 0,2% que estima el gobierno.
Las medidas de austeridad para superar el déficit público son la principal causa de esta caída económica y pueden agravar el problema presupuestario: a menor actividad, menor recaudación impositiva.
Lejos de ser un caso aislado de la eurozona, la situación portuguesa es un calco de lo que pasa en los dos países que han sido rescatados hasta el momento - Grecia e Irlanda - y en otros que buscan solucionar sus abultados déficit con fuertes programas de austeridad: España, Italia, Bélgica, por nombrar los más prominentes.
Los dos motores de la eurozona -Alemania y Francia- siguen abocados a encontrar soluciones técnicas que sirvan para recobrar la confianza de los inversores.
Una propuesta para generar esta escurridiza confianza de los mercados financieros, es la que está avanzando la Comisión europea para una "mutualización de la deuda".
Las nuevas emisiones de deuda contarían con una doble garantía: la del fondo de rescate de la Unión Europea y la del Estado emisor.
El problema de tanta ingeniería financiera es que nadie ha presentado por el momento una estrategia de crecimiento para salir de la crisis.
Con los bolsillos vacíos es imposible pagar una deuda.

BBC Mundo

Asia al rescate del euro

En vísperas de una crucial emisión de deuda portuguesa, Japón buscó este martes calmar a los mercados señalando su intención de adquirir un 20 por ciento de los bonos que la eurozona emitirá a fines de mes.
Las bolsas europeas y asiáticas reaccionaron con alzas generalizadas al anuncio del ministro de economia de Japon Yoshihiko Noda.
La iniciativa japonesa sucede a días que China se comprometiera a adquirir deuda española luego de haber prometido en diciembre su apoyo a Portugal.
China es la nación con más reservas del mundo, Japón le sigue de cerca.

El poder del dinero

Nadie se guía hoy en día por un altruismo puro.

En el caso de China y Japon se puede hablar más bien de una lúcida generosidad en la consecución del interés propio.
Ambas naciones son economías exportadoras y saben que la salud del euro puede ser un factor determinante para la economía global en los próximos 12 meses.

Lea también: La economía mundial en 2011

Pero los problemas de la eurozona hoy exceden estas intervenciones de los gigantes asiáticos, más cuando la crisis de la deuda empieza a dar señales de desbordar a los países del llamado grupo PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia, España) para derramarse sobre países considerados hasta hace poco como invulnerables como Bélgica.
En esto la eurozona se parece cada vez más a un fortín con varias líneas de defensa para proteger la viabilidad del Euro.
Caídas las dos primeras líneas - Grecia e Irlanda - Portugal se encuentra en la mira.

Al 7 por ciento

Este miércoles el gobierno portugués sale a los mercados para emitir deuda por 1.250 millones de euros (US$1.650 millones) en medio de crecientes señales de que no habrá interés entre los inversores privados.
Portugal necesita 20 mil millones de euros (US$25.900 millones) este año y no parece haber confianza de que esté en condiciones económicas de afrontar solo esos niveles de deuda futura.
En un intento de impedir que esta situacion se convierta en una crisis sin retorno y haya necesidad de un nuevo rescate para un país de la eurozona, el tercero en 8 meses, el Banco Central Europeo viene adquiriendo bonos gubernamentales de la eurozona.
El lunes intervino con más de 100 millones de euros y la tasa de interés de los bonos portugueses a 10 años bajó de 7,18 por ciento a 7,01.
Esta intervención tendrá que sostenerse en el tiempo para bajar aún más esas tasas de interés.
Grecia precisó un rescate poco después que su propio bono superara el 7% mientras que Irlanda pasó este límite en octubre y fue rescatado en cuestión de semanas.

¿Hay liderazgo europeo?

El lunes el euro cayó a su nivel más bajo en cuatro meses frente al dólar, la libra esterlina y el yen, algo que puede ser buena noticia para los exportadores europeos, pero encarece los servicios de la deuda de los países porque su recaudación es en euros.
El lunes por la noche en una conferencia en Berlin el director ejecutivo del Banco Deutsche, Josef Ackermann, abogó por doblar la apuesta de la eurozona de la mano de un fuerte liderazgo político.
"Ha llegado el momento de profundizar la unión económica. Para esto se necesita un liderazgo político fuerte", indicó Ackermann.
Por el momento ese tipo de liderazgo ha brillado por su ausencia: la eurozona ha corrido detrás de cada crisis como quien se la pasa mirando a otro lado para no darse cuenta que si no se apura se perderá el tren.

Lea también: Alemania hunde o salva al euro. 

Esto ha permitido que los temas nacionales predominen sobre el interés del conjunto, señalan muchos analistas.
De Alemania a Grecia, de Francia a España, de Portugal a Irlanda los gobiernos han estado más pendientes de sus propios electorados bajo el martillo de la agenda mediática de 24 horas que del interés del conjunto, algo que va a contramano del espíritu que dio origen al proyecto paneuropeo.
Alemania, verdadero alma mater del proyecto, ha hecho menos por España que los países asiáticos, que entre 2008 y 2010 pasaron de tener un 4,5% a un 9,5% de bonos, letras y obligaciones del estado español.
Portugal es otro caso a la vista. En medio de la actual crisis, todos los partidos hablan con la elección presidencial del 23 de enero en la cabeza.

BBC Mundo

2010/12/31

Estonia se convertirá este sábado en la 1ª ex república soviética en entrar en la zona euro

Estonia culmina este sábado su afirmación como Estado europeo al convertirse en el décimo séptimo país en ingresar en la zona euro y la primera de las ex repúblicas soviéticas en adoptar la moneda comunitaria.

El pasado 13 de julio, los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) aprobaron la entrada de la vecina república báltica en la eurozona a partir de 2011 y fijaron la tasa de cambio en 15,6466 coronas estonias por euro.

Para el gobernante Partido de las Reformas, éste ha sido el mayor logro de Estonia en 2010, acompañado de la recuperación de la confianza y la estabilidad en la economía, así como de la reducción del desempleo en el país, que de marzo a noviembre cayó del 14,6 al 10,3%.
El vicepresidente de esa formación, Keit Pentus, ha destacado que la adopción del euro es consecuencia del "esfuerzo común de todo el pueblo de Estonia".

Por su parte, el ministro de Finanzas estonio, Jürgen Ligi, subrayó que a lo largo de 2010 el país ha continuado poniendo en orden su economía, lo que le ha supuesto el reconocimiento internacional y el derecho a ingresar en la zona euro.

"Hemos podido dar nuestra opinión en la reforma de la política económica de la Unión Europea y para el presupuesto de 2011 se cuenta con una cantidad colosal de medios en inversiones estatales, con 16.000 millones de coronas (unos mil millones de euros)", señaló.

En 2009, el déficit presupuestario de Estonia se situó en el 1,7% del PIB, frente al 3,3% de Alemania, el 8% de Francia, el 12% de Reino Unido y el 13% de Grecia.

En la Unión Europea, el agujero presupuestario ascendía al 6,8%, en la zona euro al 6,3%, cuando uno de los principales criterios para formar parte de la misma es la de que el déficit presupuestario no supere el 3%.

Según los pronósticos de la Comisión Europea, Estonia cerrará el 2010 con un déficit presupuestario del 2,4%, lo que sitúa al Estado báltico entre los pocos miembros de la UE que cumplen este criterio de la zona euro.
A pesar de las dificultades fiscales de algunos miembros de la zona euro como Grecia, Irlanda y Portugal y los temores de deudas a largo plazo que frenen el crecimiento, Estonia ha mantenido su entusiasmo por su ingreso en la eurozona, que supone la culminación de su giro al Occidente tras la caída de la Unión Soviética en 1991.

Según las últimas encuestas, la mayoría de los estonios están a favor de la introducción del euro en su país.

"Estoy contenta con el euro. Atraerá turistas y flujo de inversiones en el futuro. Al principio puede que sea difícil, pero a la larga será beneficioso", señaló Annika Ulem, ejecutiva hotelera.

Según estadísticas oficiales europeas, Estonia es el país más pobre de la eurozona en cuanto a Producto Interior Bruto per cápita y constituirá la tercera economía más pequeña de la eurozona, al representar tan sólo el 0,2% del total del bloque.

20minutos

Merkel: "El euro es más que una moneda, el euro es la base de nuestra prosperidad"

La canciller alemana, Angela Merkel, abogará por "fortalecer el euro", ratificando así el compromiso de su país con la moneda comunitaria, durante el discurso de fin de año que pronunciará este viernes.
"Europa permanece, en estos meses, en medio de una gran prueba. Debemos fortalecer el euro. No se trata solo de nuestro dinero, el euro es más que una moneda, el euro es la base de nuestra prosperidad", recoge el documento.
En la misma línea, la mandataria subrayará la responsabilidad de la moneda europea en el desarrollo económico del país. "Alemania necesita a Europa y a nuestra moneda. Por nuestro propio bienestar y para superar los grandes desafíos que se plantean en todo el mundo", apunta el documento.
Así, reiterará también el compromiso de Berlín con sus socios comunitarios, señalando la interdependencia existente con entre ambos. "Nosotros, los alemanes, asumimos nuestra responsabilidad, incluso cuando a veces es muy duro", reza el texto.
Estas palabras suponen un respaldo necesario a la moneda única, después de que un sondeo de opinión, publicado por el diario Bild, apuntara que el 49% de los alemanes desea recuperar el marco y que un 51% se muestra descontento con el euro.
El Bundesbank calcula que los alemanes todavía guardan el equivalente a 6,9 billones de euros en la que fuera su moneda nacional, a pesar de que todavía pueden canjearla de forma gratuita en cualquiera de las 47 sedes que posee la entidad en todo el país.

20minutos

2010/12/20

Jean-Claude Trichet: abandonar el euro para salir de la crisis es una "hipótesis absurda"

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, consideró este lunes "una hipótesis absurda" el abandono del euro por alguno de los países de la moneda única con más dificultades para salir de la crisis.
La actual "no es una crisis del euro, sino una crisis de la estabilidad financiera", subrayó Trichet en una entrevista con la emisora de radio francesa Europe 1, quien añadió que el problema está en la fiabilidad que ofrece la firma de algunos Estados.
"El euro es una moneda creíble" y la prueba es el mantenimiento de su valor en sus doce años de existencia, indicó además de pedir "a los gobiernos y a las otras instituciones que asuman sus responsabilidades individual y colectivamente". Eso incluye "las del Eurogrupo, las de los países de la zona euro, que deben vigilar a los demás y asumir una responsabilidad global", explicó.

Fondo de estabilización

Se trata de asumir "responsabilidades individuales" para que el gasto actual no pese "sobre los hijos y los nietos", pero también "de forma colegial para una mejor gobernanza y con un fondo de estabilización financiera capaz de asumir todas sus responsabilidades".
El presidente del BCE reiteraba así implícitamente su posición a favor de un reforzamiento de ese fondo dotado de unos 750.000 millones de euros, que por ahora ha servido para el salvamento de Grecia e Irlanda y evitar una suspensión de pagos.
Trichet remachó que cada país debe "hacer perfectamente creíbles los planes" que ha aprobado y, preguntado sobre el caso de Irlanda dijo: "Hay que llevarlo a cabo de forma extremadamente rigurosa".

20minutos