Multitudinaria fue la puesta de largo madrileña de Cataclysm, la tercera expansión de World of Warcraft. Y el evento se repitió también en algunos de los puntos de venta más importantes en EEUU, Canadá, Francia, Alemania, Rusia, Suecia, los Países Bajos y Reino Unido, así como en la región de Taiwán.
Más de 3.500 personas hicieron ayer cola pacientemente en la FNAC de Callao de Madrid para poder hacerse con una copia de World of Warcraft: Cataclysm, la nueva entrega del videojuego online jugado por 12 millones de personas en todo el mundo.
Las primeras personas de la cola, un grupo de 20 aficionados, llevaban allí desde la madrugada del día anterior. Todas las copias fueron firmadas por Cory Stockton y Rob Sevilla, del equipo de desarrollo del juego, Blizzard.
En los momentos de más asistencia (justo antes del comienzo de la venta del juego, a las 22:30) la cola alcanzaba Sol. Para aliviar la espera, se organizaron sorteos, premios a los mejores disfraces, y actividades relacionadas con el juego.
Cataclysm, la expansión
Con Cataclysm, la faz de Azeroth cambiará para siempre tras el regreso del dragón Alamuerte el Destructor. Los jugadores explorarán zonas del mundo antes familiares que la devastación ha alterado y llenado de nuevas aventuras. En un intento de sobrevivir al cataclismo que amenaza con destruir el planeta, dos nuevas razas jugables (los huargen y los goblins) se unirán al conflicto entre la Alianza y la Horda.
A medida que los jugadores vivan aventuras hasta el nuevo límite de nivel de 85 descubrirán lugares recién desvelados, adquirirán nuevos niveles de poder y se enfrentarán cara a cara con Alamuerte en una batalla para determinar el destino del mundo.
Las dos primeras expansiones de World of Warcraft, The Burning Crusade y Wrath of the Lich King, rompieron récords de ventas de juegos de PC durante su lanzamiento.
Libertad Digital
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