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La Sociedad Española de Astrología organizó ayer un curso en el que se discutió la influencia de los astros en las relaciones de pareja, las implicaciones filosóficas y médicas de los 12 números-arquetipos zodiacales y se anunció el nacimiento de una nueva sociedad y un nuevo sistema para 2020. La jornada tuvo lugar en la Universidad de Alicante, a pesar de las protestas de la Sociedad Española de Astronomía y de los astrónomos y astrofísicos de la misma universidad, que lamentaron que se diese cobijo a esta "superchería destinada a explotar la ingenuidad de los incautos". El 15 de mayo de este año, en la Universidad de Lleida, la misma sociedad organizó unas charlas sobre autoconocimiento a través de la astrología, en las que se llegó a reivindicar una titulación propia para esta profesión. Y no se trata de hechos aislados ni anómalos.
El papel de la conciencia en la curación. Homeopatía. Acupuntura. Astrología. Grafología. Numerología. Feng-Shui. Reiki. Aunque podrían ser materias anunciadas en tablones de anuncios de establecimientos esotéricos, o entre las páginas de revistas dedicadas al mundo de lo paranormal, en realidad son temas que se han promovido y se promueven en las universidades españolas, ya sea en cursos de verano, posgrado o máster, o bien cediendo sus instalaciones para la realización de conferencias y otras actividades.
Poco a poco, este tipo de supercherías ha ido haciéndose un hueco dentro del mundo académico, consiguiendo, de esta manera, cubrirse con un manto de credibilidad otorgado por unas universidades, tanto públicas como privadas, que dan pábulo a un amplio abanico de pseudociencias.
La lista de la vergüenza'
El blog La lista de la vergüenza lleva denunciando estas prácticas desde mayo de 2010, después de que la Universidad de Valencia presentara un máster en medicina naturista, acupuntura y homeopatía . La iniciativa partió de Fernando Frías, abogado y socio de Círculo Escéptico y de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, quien tuvo la idea de lanzar esta página, donde se recopilan los cursos que promocionan la pseudociencia, para "exponer públicamente esa actitud de muchas universidades, y hacerlo, además, de una manera centralizada para conseguir la máxima repercusión". El motivo es "el auge de cursos y titulaciones de este tipo", añade Frías.
A día de hoy, esta lista aglutina una treintena de cursos diferentes en universidades de toda España. Aunque en un principio era Frías el que iba añadiendo entradas en solitario, ahora cuenta con la colaboración de los propios alumnos de las universidades, que le envían información sobre nuevos cursos.
Un breve vistazo sirve para comprobar que las estrellas de este espectáculo son los cursos de máster sobre homeopatía, acupuntura o, en general, las mal llamadas "medicinas alternativas". Ahí están, por ejemplo, los cursos en Medicina Homeopática y Acupuntura (ya por su octava promoción) de la Universidad de Barcelona, o el de Medicina Biológico-Naturista otorgado por la Universidad de León, que va más allá e incluye en el temario las llamadas "flores de Bach" y otros tratamientos cuya eficacia no ha sido probada.
Sin comprobar
Todo ello ocurre a pesar de que estas disciplinas han fallado en demostrar sus supuestos efectos beneficiosos estudio tras estudio, en los que se prueba, si están correctamente realizados, que la mejora atribuida a estas terapias por parte de los pacientes viene producida por el efecto placebo. Como dice Frías, la profusión de este tipo de cursos es lógica porque "se trata de campos en los que la subjetividad juega un gran papel. Una ingeniería alternativa", prosigue, "sería bastante difícil: o haces los cálculos para un puente conforme a los conocimientos científicos reales o el puente acabará cayéndose".
Más difíciles de detectar son aquellas carreras que incluyen horas lectivas sobre alguno de estos asuntos dentro de sus temarios, pero no dedican cursos o asignaturas completas. No obstante, algunas han conseguido entrar en la lista, como la asignatura "Tecnología farmacéutica especial", troncal en la licenciatura en Farmacia de la Universidad de Granada, que cuenta con tres horas teóricas de formación en homeopatía.
"Resulta bastante perturbador pensar que ese tipo de asignaturas forman parte de carreras con base científica", comenta Frías. "El hecho de que el profesorado y el alumnado no aprecien esa incompatibilidad hace temer por la calidad de la formación científica que se imparte en esas carreras", añade.
Las universidades utilizan diferentes argumentos para defender la inclusión de estos cursos dentro de sus programas. Fernando Fernández Lanza, gestor cultural del Vicerrectorado de Extensión Universitario de la Universidad de Alcalá de Henares, justifica la presencia en su oferta docente de dos cursos de verano, Acupuntura y Homeopatía (que no llegó a impartirse por falta de alumnos) y Grafología para selección de personal, en que este tipo de actividades son "cursos de acercamiento entre profesores y alumnos". "Pueden montarse cursos sobre el infierno, ¿por qué no?", añade. La convocatoria de estos cursos es pública y son los directores de los mismos los que presentan un temario, organizan los horarios y se encargan de las tareas administrativas. "Los contenidos los aprueba una comisión en el vicerrectorado. En este caso no pareció conveniente echarlos atrás", añade.
El argumento de que se trata de cursos de extensión universitaria es compartido por la directora del curso Grafología para selección de personal, Laura Rayón, quien también incide en que apoyó el curso porque le pareció que "el conocimiento de que en un test de selección de personal pueden encontrarse con esta prueba es útil para alumnos universitarios a cualquier nivel". Carlos Santamaría, profesor de Psicología Cognitiva de la Universidad de La Laguna, aclara que, si nos atenemos al conocimiento científico existente sobre la materia, la grafología tiene "la misma fiabilidad que a la astrología, es decir, cero".
Un debate "no cerrado"
El discurso de la posible utilidad de la materia impartida como herramienta profesional de los alumnos, independientemente de su validez, también sirve para excusar el máster en Acupuntura que la Universidad de Lleida comenzará a impartir en octubre. La directora del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Lleida, Conxita Vendrell, afirma que "en este momento ya nadie duda de la eficacia de la acupuntura", aunque posteriormente matiza que "es un debate que no está cerrado".
Vendrell defiende la oferta de este curso porque "la acupuntura existe como profesión; no es una profesión científica pero podría llegar a serlo". También añade que hay que ser respetuoso "con quien está aliviando el dolor de los pacientes". Isabel Giralt, directora del curso, sentencia que "a la larga, estaría bien que la acupuntura fuese una especialidad".
Fernando Frías asegura que cada vez hay más cursos pseudocientíficos en la universidad. Según explica, ha influido la aparición de un número cada vez mayor de títulos propios de las universidades, lo que "ha permitido que aparezcan titulaciones específicas que antes no existían. También la popularización de los cursos de verano, que permite que muchas universidades impartan cursillos o talleres de introducción a materias tan palmariamente anticientíficas como la astrología", añade el experto. Y, en última instancia, la supuesta utilidad profesional: "Muchas de esas materias están de moda, así que algunas universidades, que en lugar de atender a los principios de una correcta formación científica prefieren hacer caso del juego de la oferta y la demanda, las incluyen en sus titulaciones o como asignaturas de sus carreras oficiales".
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