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2010/10/25

Chileno busca millonaria fortuna sin dueño

BBC Mundo

Una millonaria cantidad proveniente de acciones que durante décadas se transaron en la Bolsa de Comercio de Santiago y que hoy no tienen dueño, es reclamada por un hombre anónimo en Chile.
Se trata de unos US$40 millones (equivalentes a unos 20.000 millones de pesos chilenos) que se fueron acumulando a partir de los movimientos financieros en las décadas de los años '20 ó '30 del siglo XX, y que un ciudadano busca para sí a través del estudio de abogados Elton y Cía.
El monto corresponde a 12 millones de acciones que equivalen a unos US$30 millones, más unos US$10 millones por concepto de dividendos que la Bolsa cobró en todo ese tiempo. Aunque esta fortuna podría ser aún mayor, según le explicó a BBC Mundo el abogado Gonzalo Alvarado.
"Buscamos determinar si son valores nominales o reajustados, porque no queda claro si la Bolsa cobró los dividendos de esas acciones y sencillamente los guardó, o los ha invertido. Si los ha invertido, por la cantidad involucrada y por el tiempo transcurrido podría ser incluso más dinero que todas las acciones", manifestó.

Cómo surge la fortuna

Para evitar el pago de un impuesto a la transacción de acciones a inicios del siglo XX, cuando se vendía un número importante de documentos, los datos del comprador quedaban en blanco y el paquete figuraba a nombre de la Bolsa.
En 1981 la ley cambió y la Bolsa dejó de tener inscrita a su nombre una buena parte de estos títulos, que empezaron a cobrar valor a partir del desarrollo económico en esa década.
Hoy en día, el máximo organismo financiero del país plantea que esas acciones le pertenecen por haber sido inscritas a su nombre, pero el denunciante las califica como "bienes al parecer perdidos" que deben ser sujetos de una definición.
Así, hasta el 27º juzgado civil de la capital chilena llegó la demanda para solicitar estos millones sin dueño, instancia en la que también debió participar la municipalidad de Santiago por tratarse de bienes reclamados en esa comuna.
Si el resultado del juicio es favorable, el denunciante anónimo y la alcaldía se repartirán el monto.

El rol de Santiago

En el municipio liderado por Pablo Zalaquett se vieron obligados por ley a intervenir, ya que son ellos los que deben actuar en primera instancia si es que la resolución judicial es contraria a la Bolsa.
"Esto se tendrá que dirimir en tribunales, y sea lo que sea yo solamente estoy actuando como corresponde a un alcalde, que es hacer todas las acciones legales para defender el patrimonio público", le dijo a BBC Mundo el alcalde Zalaquett.
La legislación plantea que si los demandantes ganan un juicio que podría demorar entre tres y cinco años más, la municipalidad involucrada es la encargada de buscar a los dueños de estos "bienes al parecer perdidos", y si éstos no aparecen proceder a un remate.
"La consecuencia de ganar este juicio significa que la Bolsa de Comercio estaría obligada a hacer entrega de los títulos de acciones a la municipalidad de Santiago.
Respecto de aquellas acciones que en definitiva no tengan dueño, éstas son rematadas, y el producto de ese remate se distribuye entre la municipalidad y los denunciantes", explicó Gonzalo Alvarado.

Más dinero

Aunque recalcó que no hay ambición detrás de la presentación judicial contra la Bolsa, el alcalde de Santiago admite que quedarse con una parte de esos US$40 millones "sería una cantidad importante de recursos que nos vendrían muy bien para el mejoramiento del espacio urbano de la comuna y la seguridad".
En Chile, más de uno pensó en la forma de sumarse a esta presentación, aunque el abogado que lleva el caso puntualizó que en lo que respecta a este paquete accionario sin dueño "el denunciante para todos los efectos legales somos nosotros" y no hay opción de participar.
Las posibilidades pasan entonces por hacer nuevos análisis a transacciones de antaño, o poner atención a otras cantidades de dinero no reclamado que pueden estar en organismos como bancos o las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Los bancos acumularon unos US$24 millones que llevaron a que cientos de miles ingresaran sus datos en un sitio web para ver si podían quedarse con una tajada.
Pero lo que más llama la atención son los US$225 millones en el sistema de las AFP, acumulados a lo largo de 30 años y sin que se conozca aún a sus dueños.

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