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Menos de un tercio de las escuelas de la capital china están listas para aplicar las nuevas regulaciones propuestas el martes por la Oficina municipal de Seguridad Pública de Beijing, según las cuales los centros escolares deberán contar con al menos dos guardias de seguridad en patrulla a partir del 1 de septiembre.
Según estadísticas de la oficina, solamente 1.284 de 4.470 jardines de la infancia, escuelas elementales y medias en Beijing han empleado a protectores de seguridad profesionales para proteger a los estudiantes y al personal.
Muchas escuelas – tanto instituciones públicas como las de hijos de trabajadores emigrantes – se han mostrado renuentes a emplear a protectores de seguridad debido al costo, dijo una funcionaria de la oficina que pidió el anonimato.
Cao Zhan, presidente de la escuela Qingyuan para niños de emigrantes en el distrito de Changping, dijo que estaba interesado en emplear guardianes, pero debió dar marcha atrás ante los altos salarios que cobran los mismos.
Añadió que había hablado con compañías de seguridad, con las cuales supo que le costaría 2.000 yuanes al mes emplear a un vigilante, y que esa cifra superaba en 500 yuanes el sueldo de su mejor profesor, quien ha estado en la escuela por más de 10 años.
“En tal caso preferiría aumentarle el sueldo al profesor que contratar a un guardia,” dijo.
Por su parte, las compañías de seguridad no han mostrado mucho espíritu de cooperación en el suministro de protectores a las escuelas, según las informaciones emitidas por la Oficina de Seguridad Pública.
La renuencia de las compañías a ofrecer guardianes a las escuelas puede deberse a los altos niveles que se les exigen.
Un hombre nombrado Zhao, encargado de la compañía de seguridad de Zhen Yuan, dijo que la oficina efectúa inspecciones regulares para corroborar la calidad de las agencias y que las que no reúnen los requisitos enfrentan cuantiosas multas. “Es demasiado problema, así que nos salimos del trabajo con las escuelas,” indicó Zhao.
Las primeras regulaciones del país en ese aspecto estipulan que cada jardín de la infancia, o escuelas elementales y medias de Beijing deben tener por lo menos dos guardias de seguridad equipados de dispositivos protectores.
Se requieren que los mismos patrullen los alrededores de las escuelas una hora antes y después del horario escolar, usando equipo de policía que incluya un casco, un chaleco a prueba de puñaladas, un par de guantes resistentes a las cortaduras y una cachiporra de goma.
La regulación también dice que los visitantes deben mostrarles sus documentos de identidad antes de entrar a la escuela. Los protectores de seguridad tienen la autoridad para rechazar la entrada si los visitantes parecen sospechosos.
Sin embargo, los profesores han expresado preocupaciones por la calidad de los guardias de seguridad.
Algunos se han quejado de que la mayoría apenas tienen 16 ó 17 años de edad y no han recibido el adiestramiento necesario para su trabajo.
Muchos guardianes están de paso y ello implica que los centros escolares deberán recultar y entrenar de continuo a nuevos vigilantes, se quejó un profesor que rechazó dar su nombre.
“Podría ser un tremendo dolor de cabeza que las escuelas busquen constantemente guardias de seguridad,” dijo a Beijing News.
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