¿Quiere una bolsa? Pues son dos pesos. O tres, o uno, o lo que cada negocio determine. Lo que sí es seguro es que ya no serán gratis en Ciudad de México a partir de este jueves, con la entrada en vigor de la nueva Ley de Residuos Sólidos.
Así espera el gobierno capitalino disminuir el consumo de las bolsas de plástico, que se calcula supera los 20 millones diarios sólo en el Distrito Federal.Las tradicionales bolsas que suelen ofrecer los supermercados se fabrican a base de petróleo y dependiendo de su espesor, pueden tardar varios cientos de años en degradarse por sí solas.
Para suavizar ese impacto ambiental, desde el 19 de agosto los comerciantes de la capital mexicana deberán cobrarle a los clientes las bolsas de plástico, que además deberán ser biodegradables.
De lo contrario, se arriesgan a ser sancionados con un arresto de 36 horas y multas que van de 1.000 a 20.000 días de salario mínimo.
Negocios a la espera
La Ley de Residuos Sólidos fue aprobada en agosto de 2009. A partir de entonces, la Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea Legislativa del DF disponía de un año para estudiar y determinar todos los pormenores de la norma.Pero ahora que la fecha está al caer, ni muchos de los negocios capitalinos están preparados para el cambio, ni hay consenso sobre el reglamento de la ley.
"Aquí no sabemos. Todavía no nos han dicho nada", me comentó el martes en el supermercado uno de los trabajadores que ayudan a poner la compra en bolsas de plástico.
Y eso, en una de las grandes cadenas de supermercados de México.
En el "24 horas" de la esquina, también perteneciente a un conocido grupo empresarial, tampoco tenían mucha más información, salvo que están "esperando a que la compañía mande un comunicado con los detalles”.
Apenas un día antes de la entrada en vigor de la ley, ni unos ni otros tenían bolsas biodegradables disponibles, ni sabían a cuánto se cobraría cada una.
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"Ambigüedades"
La ley ha recibido numerosas críticas. Las de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac) tal vez eran de esperar, pero hasta el propio Partido Verde tiene fuertes objecciones.Desde ambas perspectivas coinciden en que la redacción de la ley es ambigua y por tanto consideran que son inaplicables las sanciones.
"Solo desarrollando la normatividad se podrá establecer la ley como tal", le dijo a BBC Mundo Alberto Couttlolenc, diputado del Partido Verde y presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea legislativa del Distrito Federal.
En particular, Couttlolenc criticó que la ley no especifica qué se entiende por "bolsa biodegradable".
El diputado señaló que la Secretaría de Medio Ambiente debería definir elementos como qué tecnologías de biodegradación serán aceptables, cómo se van a revisar para poder aplicar sanciones y cómo podrán identificarlas los consumidores.
Cambios a los cambios
Ante las "ambigüedades" de la norma, Couttolenc lideró esta semana un dictamen de ley que propone varias modificaciones, entre ellas que no se cobren las bolsas "para no perjudicar a las familias mexicanas", y que se exija que las bolsas sean biodegradables en un plazo máximo de 10 años.Pero esos cambios están pendientes de una nueva votación por parte de la asamblea legislativa y mientras eso no ocurre la ley entrará en operaciones este jueves tal y como fue aprobada hace un año.
"¿Cómo se va a sancionar al comerciante que siga regalando bolsas? ¿A quién se va a multar con 36 horas de cárcel, a la cajera, al director?", pregunta Couttolenc.
Dados los interrogantes y la ajustada carrera contra el tiempo, los diputados de la Asamblea Legislativa le pedirán al gobierno capitalino que temporalmente permita que la Ley de Residuos Sólidos entre en operaciones sin que se apliquen las sanciones que la propia norma establece.
Actitudes positivas
"La problemática en México es que el 90% de las bolsas que se reparten en los supermercados se reutilizan para la basura y van cerradas con producto orgánico a los basureros", le explicó a BBC Mundo el diputado del Partido Verde."Entonces, esas bolsas generan gas metano, que es 60 veces más perjudical que el CO2 para el medio ambiente", añadió.
Un cambio de hábito en el uso de las bolsas plásticas entre los más de 20 millones de personas que habitan las áreas conurbadas de Ciudad de México sin duda tendría un impacto positivo para el medio ambiente de la capital.
En efecto, en lo que a actitudes se refiere, un estudio reciente de TNS Research International, revela que los habitantes de Distrito Federal están más conscientes y preocupados por cuidar el medio ambiente que el resto de los mexicanos.
Así que, imprecisiones y ambiguedades legales aparte, parece que el público de la capital está dispuesto a asumir el desafío ecológico.
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