Fuente: Libertad Digital.
Actualmente ya hay televisores que nos permiten ver películas y eventos deportivos (como el mundial de fútbol de Sudáfrica) en tres dimensiones, acceder a internet y hacer videoconferencias. Pero el futuro a corto y medio plazo es, cuanto menos, interesante. Si hasta ahora, este electrodoméstico sólo había vivido como mayor cambio en su historia el paso del blanco y negro al color –y ya hace 35 años de aquello–, la llegada de la TDT y de la era digital han propiciado que se den muchos cambios en un espacio muy breve de tiempo.
Los deportes impulsarán el 3D
De momento, los máximos beneficiados de esta nueva tecnología aplicada a la televisión son y serán los eventos deportivos. Se cree que la retransmisión en directo de grandes eventos deportivos será el principal motor que impulse la generación de contenidos para la nueva televisión en 3D, según un informe de la consultora Screen Digest. De hecho, cinco de cada diez nuevos canales especializados en TV 3D girarán en torno a la retransmisión en directo de grandes eventos deportivos. Un ámbito de interés que se prevé contribuya a incrementar con fuerza la penetración de la nueva televisión en 3D en las economías occidentales.
En este sentido, la investigación de Screen Digest revela que en 2014 el 25% de los hogares de los países occidentales contarán con equipos de televisión capaces de recibir imágenes en 3D. La consultora prevé que los deportes que más expectación despierte la nueva TV sean el tenis, el fútbol, el fútbol americano y el golf.
Esto lo saben compañías como Panasonic, Samsung o Sony, que han sido las primeras en sacar al mercado televisores que soportan las tres dimensiones. Panasonic ha lanzado el ‘Pack 3D’ que incluye el televisor Viera 3D TX-P50VT20 con dos gafas activas 3D, el reproductor Blu-ray 3D DMP-BDT300, cable HDMI 1.4, adaptador Wi-Fi (DY-WL10) y dos películas Blu-ray 3D. La compañía quiere vender así "una experiencia tridimensional sin precedentes". Su primera prueba de fuego ha sido ofrecer el último torneo de Roland Garros en calidad 3D Full HD.
Samsung también ha apostado por el 3D con la salida al mercado de 15 nuevos modelos LED 3DFull HD. Pero, aparte de los deportes, la compañía también se decanta por dotar de más contenidos a esta tecnología. Para ello ha suscrito una alianza con Dreamworks Animation y Technicolor con el objetivo de promover la producción de contenidos en tres dimensiones para visionado doméstico. Samsung también ha puesto en marcha diversos acuerdos con medios de comunicación para el suministro de contenidos disponibles en Internet a través de sus televisores, mediante su tecnología Internet@TV.
Sony también apuesta por los contenidos 3D online
Pero Sony ha tomado de nuevo la delantera. Los planes de la compañía para el entretenimiento en 3D pasa, aparte de vender televisiones 3D, por ofrecer juegos 3D para su consola PlayStation 3. Y es que Sony espera vender 2,5 millones de televisiones 3D durante su primer año, sólo en Estados Unidos.
Tampoco anda desencaminada Sony en su oferta deportiva, ya que la compañía japonesa y Eurosport han anunciado un acuerdo de colaboración que permitirá a los propietarios de televisores Bravia disfrutar de la oferta de contenidos deportivos online a través de Bravia Internet Video, sin necesidad de usar un ordenador ni verlos en una pantalla de reducidas dimensiones.
Desde el catálogo de vídeos online de Eurosport se puede acceder directamente a toda una colección de contenidos deportivos bajo demanda como fútbol, tenis, ciclismo, motor, deportes de invierno, billar, golf, ciclismo y otros.
El servicio está disponible en 59 países de Europa. Los espectadores de España, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Suecia, Polonia y Rusia pueden disfrutar del servicio en el idioma de su país y el resto de países pueden acceder a la versión inglesa. El acceso al contenido del catálogo de vídeos online es gratuito e ilimitado y se actualiza cada hora.
Lo que está por llegar
Pero esto es sólo el comienzo. Desde este mes, los televisores Viera de Panasonic, podrán comunicarse entre sí gracias a Skype. De esta manera se comienza a popularizar lo que hace algunos años era exclusivo de grandes empresas y que sólo se daba entre ejecutivos de diferentes países, la videoconferencia.
Cierto que desde la evolución de programas como Messenger o la popularización del propio Skype en los ordenadores, la videoconferencia llegó al resto de los mortales, pero lo que ahora se presenta es una evolución bastante considerable. Estamos hablando de videoconferencia de gran calidad de imagen desde la televisión de nuestro propio salón.
Esto también lo ofrece el nuevo dispositivo que está predestinado a cambiar nuestras vidas en cuanto a la interacción con la televisión, Kinect, lo que hasta ahora se conocía como proyecto Natal.
Microsoft utilizará la televisión para codesarrollar este proyecto. El periférico de la compañía para su Xbox 360 que promete revolucionar el mundo del videojuego. El nuevo dispositivo para la consola de Microsoft permite, aparte de reconocer los movimientos del jugador, hacer lo propio con la voz y el reconocimiento gracias a sus sensores de voz y de reconocimiento facial. De esta forma, cuenta con una cámara para realizar videoconferencias y Microsoft ha confirmado la integración del interfaz de Kinect con servicios como Facebook, Twitter, Zune, películas y otros servicios no relacionados con el juego en sí. Lo que permitirá, de forma paralela, el desarrollo de la televisión para satisfacer todas las necesidades que tenga Kinect. Esta tecnología estará lista para su comercialización en navidades al precio estimado de 120 euros.
Google TV pretende arrasar
Pero la auténtica revolución llegará, como no, de la mano de Google, ya que Apple TV se ha quedado en el camino. Y es que se esperaba un gran anuncio en este sentido en la Conferencia de desarrolladores de Apple, que se celebró la semana pasada, pero el anuncio de la salida del iPhone 4 lo colapsó todo. Según fuentes de la compañía de la manzana en España, "nuestra propuesta Apple TV sigue siendo la original", por lo que no se vislumbran avances en este sentido, al menos durante este año.
Por su parte, Google sabe que su buscador es utilizado por 6 de cada 10 internautas en el mundo (9 de cada 10 en España) y la compañía no solo quiere reinar en la pantalla del ordenador. También aspira a hacerlo en el resto y la televisión no se va a escapar. Para ello, se ha embarcado en el proyecto junto a Intel, Logitech y Sony.
Por el momento, Google TV es sólo un anuncio. Pero puede cambiar el panorama televisivo, dejando sin sentido señas de identidad como las cuotas de pantalla y los programas de máxima audiencia. Y, aún más importante, puede dar un vuelco radical a la financiación de las cadenas y sus fuentes publicitarias, como ya lo ha hecho Google News con el periodismo escrito, en una más que difícil convivencia con los editores que culpan al buscador de parasitismo por utilizar sus contenidos indiscriminadamente para su negocio de publicidad.
¿Qué pretende ser Google TV? Según el vídeo explicativo difundido por la empresa, el televidente se sentará en su sofá y al encender su televisión tendrá un buscador que le permitirá seleccionar el programa o la película que desee. El buscador, como ocurre con el de Internet, le dará los resultados alojados en las webs de las cadenas, productoras y demás proveedores de todo el mundo que sirvan sus contenidos. El usuario sólo tendrá que elegir, pulsar y ver su programa favorito en el momento que le apetezca, programarlo o grabarlo.
Google dice que no tiene por qué haber conflicto con las televisiones, porque serán estas las que decidan los contenidos que ponen a su disposición, y si son gratuitos o de pago. Aunque muchos ponen en entredicho esa neutralidad. Para empezar, si Google TV triunfa, las plataformas que ofrecen televisión bajo el protocolo de Internet (IPTV) mediante banda ancha, como Imagenio, verían estrangulado su negocio. Aunque el cambio más importante sería que las cadenas convencionales dejarían de controlar el negocio web, todavía embrionario, pero clave en un futuro muy cercano, dejando que Google enlace sus programas y se lleve de paso un pellizco del pastel publicitario hasta ahora solo en sus manos.
El proyecto plantea dudas. El usuario es renuente a apilar más cajas en torno a su televisor o a comprar uno nuevo (los primeros valdrán en torno a los 625 euros) salvo que obtenga un beneficio palpable: ver gratis o a precio muy asequible sus programas favoritos. El streaming –ver vídeos o escuchar música por internet sin necesidad de descargarla– está calando cada vez más en los hábitos de consumo de contenidos. La web musical Spotify o la de vídeos seriesyonquis.es son buena prueba de ese éxito. Pero es una ruina para los dueños de los contenidos. Spotify, que funciona con acuerdos con las discográficas, ha tenido que restringir su acceso por exigencia de los sellos. De la web de vídeos, que enlaza contenidos sin permiso, no reciben nada, y algunas cadenas han tenido que cambiar los horarios de sus series estrellas porque muchos internautas ya la habían visto por estas páginas.
En Google TV nadie asegura que, pasada la promoción, el televidente no utilice el buscador como una página de enlaces para llegar a sus programas favoritos a coste cero. ¿Por qué, por ejemplo, pagar por un partido de la Liga si se puede captar de una televisión asiática que lo emite en abierto? Habrá que esperar a su comercialización para salir de dudas.
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