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2010/06/18

Ordenadores todo en uno

Fuente: Cinco Dias.

Los ordenadores de sobremesa se reinventan. Ahora son compactos, versátiles y bien parecidos. Unos ordenadores todo en uno que mantienen la potencia de siempre, pero apenas ocupan espacio en la mesa. Son ordenadores minimalistas. Equipos que concentran todos sus componentes en una gran pantalla delgada que se completa con un teclado y un ratón sin cables. Además, entre sus nuevas funciones se consolida el uso de monitores táctiles y, muy pronto, la posibilidad de disfrutar con contenidos (películas y juegos) en tres dimensiones.
En Europa, Norteamérica y Japón, el peso de las ventas de ordenadores, hoy, recae sobre los portátiles. En España, el 75% de los PC que se compran son portátiles y el 25% que queda, sobremesa. Pero esto no ha sido siempre así. Un informe de Ipsos-Eco Consulting indica que hace siete años el 60% de los españoles que compraba ordenador prefería un sobremesa. Era una cuestión de diseño y precio. Entonces, los ordenadores de sobremesa ganaban a los portátiles por el precio. En la era de los monitores de tubo, todo el mundo parecía preferir la discreción y elegancia de los portátiles contra un monitor enorme y una minitorre. La cuestión es que, en aquellos tiempos, el precio medio de un ordenador portátil era de 2.000 euros. En 2003, este precio medio cayó hasta los 1.000 euros. En ese momento, la venta de portátiles empezó a subir, mientras que los ordenadores de sobremesa, poco a poco, han ido perdiendo fuelle.
Pero el camino del diseño informático empezó unos años antes. En 1998, el lanzamiento del iMac sentó las bases para la primera revolución en el diseño informático. Hasta entonces, nadie había apostado por las transparencias o por el color en este mercado. Un mercado dominado por la cantidad de memoria, la velocidad del disco o la rapidez de los procesadores. Aquel experimento resultó un éxito comercial. La firma norteamericana Apple, que pasaba una mala situación financiera, salió reforzada y, además, estableció una nueva categoría informática: la de los ordenadores de diseño.
El responsable directo de aquel iMac fue el creador inglés Jonathan Ive, hoy vicepresidente de Diseño Industrial de Apple Computer. Un hombre que pensó que el punto de vista de los informáticos era demasiado conservador. "Era una industria obsesionada por los atributos del producto que se pueden medir. ¿Cómo es de rápido el ordenador? ¿Cuál es la capacidad de su disco duro? ¿Cuánta memoria RAM tiene? Se movían en un espacio muy cómodo para competir porque, partiendo de ahí, cualquiera puede asegurar, por ejemplo, que ocho es mayor que seis", explicaba Ive. Hasta la salida del iMac, la industria informática, había ignorado el punto de vista del diseño. Algo que es difícil de medir y de comunicar. Aquel equipo rompió los moldes de la informática convencional para moverse en un territorio desconocido para los responsables de marketing de entonces.
Pero el primer iMac todavía funcionaba con un monitor de tubo de rayos catódicos. Vamos, de los gordos. La evolución natural de ese ordenador fue el modelo iMac G5 que se lanzó en 2004. Realmente, este iMac G5 fue el primer ordenador compacto con pantalla delgada. El primer ordenador de sobremesa minimalista y seductor. De hecho, tenía una imagen comparable a la de los actuales ordenadores todo en uno. El único inconveniente que presentaba este primer ordenador de sobremesa compacto es que funcionaba con los programas de Apple. Un sistema de ventanas y programas propietario que es compatible sólo con el 4% de los ordenadores del mercado. Como ocurre con la informática desde su nacimiento, estos ordenadores todo en uno han empezado a ganar peso cuando los fabricantes de PC se han interesado por su diseño.
Estos nuevos ordenadores de sobremesa podrían revitalizar el mercado de los ordenadores de sobremesa. Algo que, de momento, no se está produciendo. Según Gartner, el protagonista de la bajada del mercado informático en 2009 fue el PC de sobremesa. Los fabricantes vendieron en todo el mundo poco más de 100 millones de ordenadores en 2009, un 31,9% menos que en 2008. La venta de portátiles, en cambio, subió un 9%, alcanzando los 155,6 millones. Y todo, en medio de una crisis mundial que ha afectado a todos los sectores.

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