Si tiene que tomar una decisión difícil o realizar una dura negociación, asegúrese de estar sentado en una silla firme y dura porque el ambiente que lo rodea tiene un impacto directo en la forma como ve al mundo y a los demás.
Ésta es la conclusión de un estudio llevado a cabo en Estados Unidos que reveló que entre más suave el ambiente que rodea a un individuo, más feliz y más generoso será.De la misma forma, entre más duras las cosas que lo envuelven, más egoísta y más agresivo, afirma el estudio publicado en la revista Science.
Los científicos de las universidades de Yale y Harvard, quienes llevaron a cabo el estudio, creen que las interacciones personales entre individuos pueden ser modificadas, de forma profunda pero inconsciente, por los atributos físicos de los objetos que nos rodean.
Los investigadores creen que esto se debe a que el ambiente táctil que nos rodea es un reflejo de lo que vivimos cuando éramos bebés y el confort físico era la único que importaba.
Textura y dureza
Los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos para probar cómo el peso, textura y dureza de los objetos que nos rodean influyen en nuestros juicios sobre eventos o situaciones no relacionadas.Por ejemplo, en una serie escenarios ficticios, los voluntarios tenían que llevar a cabo una negociación difícil para comprar un auto y para ello se les pidió a unos que se sentaran en sillas suaves y a otros en sillas duras.
Los que estaban sentados en sillas suaves se mostraron más flexibles -y más débiles- en el momento de acordar un precio en la negociación que quienes se sentaron en sillas duras.
En otro experimento, se pidió a los voluntarios que evaluaran varios currículos para un empleo, algunos colocados en sujetapapeles duros, otros en sujetapapeles blandos.
Los voluntarios juzgaron que los individuos mejor calificados para el empleo eran aquéllos cuyo currículo estaba en el sujetapapeles duro.
En general, el estudio mostró que el peso, la textura y la dureza de los objetos inanimados influyen de forma inconsciente en nuestros juicios y decisiones.
Esto sugiere, dicen los científicos, que el tacto, que es el primer sentido que desarrollamos, podría ser un "andamio" sobre el cual la gente construye sus juicios y decisiones sociales.
"Nuestras mentes están profunda y orgánicamente vinculadas a nuestros cuerpos" afirma el profesor John Bargh, psicólogo social de la Universidad de Yale, uno de los autores del estudio.
"Las experiencias físicas no sólo forman la base de nuestros pensamientos y percepciones, sino influyen también en nuestra conducta hacia los demás. Y algunas veces esto ocurre simplemente porque estamos sentados en una silla dura y no en un sillón suave", agrega.
Tácticas táctiles
En otro experimento, se les contó una historia a los participantes sobre la interacción en el trabajo entre un supervisor y su empleado. Posteriormente se les entregó a unos una cobija suave y a otros un bloque duro de madera.Los investigadores encontraron que quienes habían manipulado el bloque duro de madera consideraron que el empleado era un ser más rígido y estricto.
"El tacto quizás sigue siendo el sentido menos valorado en la investigación conductual" dice Christopher Nocera, otro de los investigadores.
"Nuestro estudio sugiere que los saludos que involucran el tacto, como el apretón de manos o el beso en la mejilla, podrían de hecho tener una influencia crítica en nuestras interacciones sociales, de forma inconsciente", agrega.
Según el investigador, poder controlar este ambiente de primeras impresiones influenciadas por el ambiente táctil podría ser particularmente importante para llevar a cabo una negociación o buscar un empleo.
"La gente a menudo asume que la exploración de nuevas cosas ocurre principalmente a través de los ojos" dice el doctor Nocera.
"Y aunque el poder informativo de la visión es irrefutable, éste no cuenta la historia completa".
"El uso de 'tácticas táctiles' podría representar ahora una nueva frontera en la influencia social y en la comunicación".
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