Pantallas planas que se doblan como el papel, televisores 3D que se pueden ver sin gafas especiales o monitores táctiles inteligentes son algunas apuestas de los grandes fabricantes japoneses de la electrónica, expuestas desde en una feria en Tokio.
Los ingenieros japoneses esperan que las pantallas se conviertan en elemento esencial de la vida diaria, sustituyan a papel, carteles y pizarras y se vuelvan tridimensionales, para permitir nuevas funciones que ya no son ciencia ficción.
Según las empresas presentes en la feria Finetech, que presenta hasta el viernes en Tokio las últimas novedades en pantallas planas, el futuro pasa por la visión de imágenes en tres dimensiones sin necesidad de las molestas gafas, mientras el papel cada vez tendrá menos presencia.
"Estamos consiguiendo que las pantallas se asemejen cada vez más al papel convencional y permitan muchas más funciones", indicó Naoto Satake del fabricante Bridgestone, que presenta en esa feria sus novedades y proyectos en desarrollo.
Según Satake, el papel electrónico ayudará a talar menos árboles y a proteger el medio ambiente, por lo que, a la larga, será más rentable.
Por papel electrónico se conoce a las pantallas planas flexibles de apenas unos milímetros de espesor elaboradas con capas de plásticos especiales con pigmentos que, al paso de una corriente eléctrica, simulan las imágenes impresas.
Panasonic fue el primero en lanzar este fin de semana en Estados Unidos una tecnología que es vista como el maná en pleno parón de ventas -un televisor de 50 pulgadas a un precio de 2.500 dólares-, mientras Sony espera hacer su debut en junio acompañado de una PlayStation 3 adaptada a las tres dimensiones.
Sharp, el mayor fabricante nipón de televisores de cristal líquido (LCD), anunció esta semana que lanzará su primer televisor 3D antes del Mundial de Fútbol de Sudáfrica y espera que en el próximo año fiscal entre el 20 y 30% de sus ventas provengan de esa nueva tecnología.
La película más taquillera de todos los tiempos, 'Avatar', no ha dejado indiferentes con sus efectos tridimensionales a los gigantes japoneses, que esperan un aumento de la producción y ventas en mercados saturados como Estados Unidos, Europa y Japón.
Esa tecnología podrá usarse en museos y publicidad, ya que la ausencia de gafas permite su utilización en lugares públicos y zonas de paso.
Sharp, uno de los que desarrolla esa tecnología, ya ha adelantado que está investigando en pantallas tridimensionales para móviles que no necesiten gafas especiales, mientras Nintendo quiere hacer algo parecido con su videoconsola portátil DS en 2011.
También introduce clases o reuniones en las que la pizarra ha sido sustituida por una gran pantalla que detecta al interlocutor, al que permite dibujar con el desplazamiento del dedo o abrir aplicaciones y archivos para hacer más vistosa su presentación.
Ese tipo de efectos tendrán aplicaciones en publicidad, como un sistema presentado por VMJ que permite visualizar, gracias a una cámara, un modelo tridimensional de un coche al que el cliente puede hacer girar moviendo una cartulina entre sus manos.
Los ingenieros japoneses esperan que las pantallas se conviertan en elemento esencial de la vida diaria, sustituyan a papel, carteles y pizarras y se vuelvan tridimensionales, para permitir nuevas funciones que ya no son ciencia ficción.
Según las empresas presentes en la feria Finetech, que presenta hasta el viernes en Tokio las últimas novedades en pantallas planas, el futuro pasa por la visión de imágenes en tres dimensiones sin necesidad de las molestas gafas, mientras el papel cada vez tendrá menos presencia.
"Estamos consiguiendo que las pantallas se asemejen cada vez más al papel convencional y permitan muchas más funciones", indicó Naoto Satake del fabricante Bridgestone, que presenta en esa feria sus novedades y proyectos en desarrollo.
Según Satake, el papel electrónico ayudará a talar menos árboles y a proteger el medio ambiente, por lo que, a la larga, será más rentable.
Por papel electrónico se conoce a las pantallas planas flexibles de apenas unos milímetros de espesor elaboradas con capas de plásticos especiales con pigmentos que, al paso de una corriente eléctrica, simulan las imágenes impresas.
Tres dimensiones
No obstante, el gran éxito para 2010 serán las pantallas 3D que ya han comenzado a venderse en Estados Unidos y llegarán pronto a los gigantescos centros de electrónica de Japón acompañadas todavía de sus características gafas.Panasonic fue el primero en lanzar este fin de semana en Estados Unidos una tecnología que es vista como el maná en pleno parón de ventas -un televisor de 50 pulgadas a un precio de 2.500 dólares-, mientras Sony espera hacer su debut en junio acompañado de una PlayStation 3 adaptada a las tres dimensiones.
Sharp, el mayor fabricante nipón de televisores de cristal líquido (LCD), anunció esta semana que lanzará su primer televisor 3D antes del Mundial de Fútbol de Sudáfrica y espera que en el próximo año fiscal entre el 20 y 30% de sus ventas provengan de esa nueva tecnología.
La película más taquillera de todos los tiempos, 'Avatar', no ha dejado indiferentes con sus efectos tridimensionales a los gigantes japoneses, que esperan un aumento de la producción y ventas en mercados saturados como Estados Unidos, Europa y Japón.
Mira, sin gafas
La fiebre de las imágenes con profundidad ha llevado a fabricantes como Newsight o VMJ a desarrollar pantallas gigantes que no precisan gafas, gracias una tecnología que permite enviar imágenes diferenciadas a cada ojo, base de la visión estereoscópica.Esa tecnología podrá usarse en museos y publicidad, ya que la ausencia de gafas permite su utilización en lugares públicos y zonas de paso.
Sharp, uno de los que desarrolla esa tecnología, ya ha adelantado que está investigando en pantallas tridimensionales para móviles que no necesiten gafas especiales, mientras Nintendo quiere hacer algo parecido con su videoconsola portátil DS en 2011.
En la misma feria
La feria Finetech, inaugurada en el futurista centro Big Sight de Tokio, muestra un variado catálogo de aplicaciones para el futuro, como la posibilidad de realizar una visita tridimensional a un restaurante a través de una gran pantalla táctil guiada por las yemas de los dedos.También introduce clases o reuniones en las que la pizarra ha sido sustituida por una gran pantalla que detecta al interlocutor, al que permite dibujar con el desplazamiento del dedo o abrir aplicaciones y archivos para hacer más vistosa su presentación.
Ese tipo de efectos tendrán aplicaciones en publicidad, como un sistema presentado por VMJ que permite visualizar, gracias a una cámara, un modelo tridimensional de un coche al que el cliente puede hacer girar moviendo una cartulina entre sus manos.
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