Fuente: Publico.
Antes de concretarse, los nuevos planes de Obama sobre exploración espacial ya han conseguido enfrentar a los dos primeros hombres que pisaron la Luna durante la época dorada de la NASA. El primero en pronunciarse fue Neil Armstrong. El lunes alertaba en una carta publicada por la NBC que la cancelación del programa Constellation sería "devastadora" para EEUU. El segundo fue Buzz Aldrin, que ayer apoyó sin tapujos la decisión de prescindir del programa y cifrar el futuro de la exploración espacial en naves privadas. "El nuevo programa nos va a permitir seguir cruzando los límites y cumplir nuevos retos", señaló en un comunicado emitido ayer por la Casa Blanca y citado por la cadena de televisión CBS.
Armstrong no puede estar más en desacuerdo con el que fue su compañero a bordo del Apolo 11. "Para EEUU, el líder espacial durante medio siglo, no tener un vehículo para alcanzar la órbita baja terrestre ni más allá por un tiempo indefinido destinará a nuestra nación a la segunda o tercera fila", decía su carta. Junto a él firmaban el último hombre que pisó la Luna, Eugene Cernan, comandante del Apolo 17, y Jim Lovell, el astronauta que pronunció la frase "Houston, tenemos un problema" como comandante de la fallida misión Apolo 13.
Para Aldrin, el nuevo rumbo es "la mejor opción para que la NASA y otras agencias logren mandar humanos a Marte y otros destinos lo antes posible". Armstrong y sus dos colegas son más sombríos y piensan que, sin vehículos propios, "EEUU comienza una cuesta abajo hacia la mediocridad".
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