La cazadora con gafas integradas en la capucha, conocida como 'burka para hombres', es un auténtico éxito entre los jóvenes británicos desde su lanzamiento hace unas semanas. Por su parte, la policía ha señalado que se encuentra impotente frente al anonimato que procura esta prenda.
"En sólo tres semanas hemos vendido más de 450 unidades en mi región", declaraba a AFP Peter Webster, representante en el sur y sureste de Reino Unido para la marca Carter. "En general, las ventas no están muy animadas en este momento pero la 'goggle jacket' -como se llama esta prenda-ha funcionado muy bien", subrayaba.
La 'goggle jacket' es una cazadora cuya capucha puede cerrarse totalmente gracias a unas extensiones que cubren todo el rostro y tienen integradas dos piezas de plástico reflectante para los ojos. Con razón un dominical le puso el nombre de 'burka para hombres'.
Son varias las marcas que ofrecen esta prenda, cuyo precio oscila entre los 70 y los 120 euros. Está disponible en negro, crema, estampado de camuflaje y... rosa. Sus principales fans son hombres entre 15 y 25 años.
Se inspira en una cazadora de cuero del creador italiano CP Company, que rinde homenaje a las carreras automovilísticas entre 1927 y 1957. El modelo original, de más de 800 euros, se ha visto en Liam Gallagher, líder del grupo Oasis.
¿Fashion o inquietante?
El resultado de esta nueva moda es "divertido y fashion" para algunos pero "inquietante y oscuro" para otros. Los modelos en tono oscuro crean una imagen de atracador o miembro de un comando, mientras que los de color claro recuerdan la silueta de un superviviente de catástrofe biológica o nuclear.En Arrival, gran almacén de las afueras de Newcastle, la prenda se vende como rosquillas gracias al boca a boca... incluso entre las chicas. "He vendido 60 en tres semanas y quince sólo el martes", aseguraba encantado Mark Chapman, director de la tienda. "El diseño es sorprendente, es abrigado, algunos son impermeables... es una prenda genial", añade.
En el inmenso centro comercial Bluewater, en el este de Londres, tres tiendas venden la cazadora con el mismo éxito. Algunos la compran por diversión, otros para esquiar o para ir en moto pero, según aseguran desde las tiendas y las marcas, en ningún caso para llevar a cabo actos delictivos. "Por supuesto contemplamos que alguien pudiera comprarla con dudosas intenciones, pero hay muchas prendas que la gente puede usar para cometer un delito, un pasamontañas sin ir más lejos", explica un responsable de la marca Projekt NYC, una de las que lo produce.
Para Mark Chapman la chaqueta no es adecuada para cometer delitos ya que "hace rápidamente calor dentro y se forma vaho en las gafas por lo que no se ve muy bien". Lo que nadie puede negar es que el mero hecho de cruzar una calle vestido de esta guisa, sobre todo si se va en grupo, puede asustar a más de un viandante sin que la policía pueda hacer nada para remediarlo.
"No hay nada de ilegal en llevar esta cazadora", asegura un portavoz de la Asociación de Oficiales de Policía Británicos (ACPO), precisando que, por ahora, no se ha producido ningún accidente que implicara a alguien que llevara una 'goggle jacket'.
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