Tasa Google significa algo distinto en cada país. Tal vez el caso español acabe pareciéndose al alemán. El ministro Wert no ha aclarado quién decidirá ni cómo se fijará la compensación económica que los agregadores de contenidos de Internet tendrán que ofrecer a las empresas editoras y autores de noticias por la explotación de sus contenidos.
Alemania: Google obligado a pagar a editores
El Parlamento alemán aprobó en 2013 una legislación, que obliga a buscadores como Google o Yahoo, a pagar a las empresas editoras para difundir sus informaciones completas, aunque sí autorizaba la difusión, sin coste, de pequeños fragmentos de textos. La norma suscitó un fuerte rechazo de Google, que lanzó una campaña contra ella bajo el lema "Defiende tu red. Sigue encontrando lo que buscas", en la que invitaba a los internautas a escribir correos electrónicos a los diputados del Bundestag. Tras su aprobación, suscitó parecidas incógnitas a las que está generando la propuesta del Gobierno español: ¿Cuánto dinero se cobra?¿Quién lo hace?
Francia: un fondo para innovación digital a costa del buscador
En Francia, sin embargo, la tasa Google responde a otro concepto. La multinacional llegó a un acuerdo con el Gobierno francés a comienzos de 2013 para crear un fondo de hasta 60 millones de euros para financiar la transición de la prensa al entorno digital. La tasa Google era una demanda de los editores franceses, que consideran que los buscadores se benefician de la calidad de sus contenidos para generar ingresos publicitarios. Finalmente no serán compensados por enlazar sus contenidos, como querían los editores, sino a través de un "fondo de ayuda a la transición digital".
Bélgica: guerra entre los editores y la empresa norteamericana
En Bélgica, los editores llevaron a los tribunales a la multinacional por violar sus derechos de autor al mostrar fragmentos de sus artículos en Google News y publicar enlaces a copias de sus páginas en el buscador de Google. Dado que los jueces dieron la razón a los editores, la multinacional acabó por retirar los enlaces y contenidos de los medios belgas. Finalmente, a finales de 2012, ambas parte sellaron la paz. Google no paga por agregar contenidos, pero se comprometió a anunciarse en los medios y a formalizar acuerdos para explotar conjuntamente negocios. La compañía californiana se ofreció a aumentar los ingresos de los editores ofreciendo sus herramientas, “tanto a través de los modelos premium (páginas de acceso de pago, suscripciones...), como mediante soluciones publicitarias como AdSense y la aplicación Ad Exchange”.
Italia: si vendes aquí, pagas aquí
Italia se aparta por completo. A finales de diciembre, el Gobierno de Enrico Letta propuso una tasa Google, que obligaría a las firmas que se anuncian y venden en Internet en Italia a hacerlo sólo a través de agencias con presencia fiscal en el país. No gravaba directamente a las multinacionales, pero les exigirá usar compañías italianas para vender sus anuncios en lugar de hacerlo a través de terceras partes con sede en países con baja fiscalidad, como Luxemburgo o Irlanda, o fuera de la Unión Europea, informa Reuters. Claro que Matteo Renzi, que acaba de decapitar el liderazgo de Letta, dijo poco después que esa norma debía ser eliminada.
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