Desde discos duros de helio hasta una unidad interna que puede durar un millón de años, los expertos siguen innovando en el mundo del almacenamiento. La tendencia indica que los consumidores están reemplazando los discos duros tradicionales (HDD) por la nube y por los discos de estado sólido (SSD); sin embargo, hay propuestas nuevas que ayudan a desestancar un producto que iba camino de convertirse en una herramienta obsoleta.
Poder juntar las grandes capacidades de almacenamiento de los discos duros tradicionales con la rapidez de los discos de memoria en estado sólido es el reto que se ha propuesto Western Digital. La compañía americana, presentó hace unos meses una propuesta interesante para aquellos usuarios que se plantean sustituir el disco duro de su portátil por un SSD, sin perder espacio.
La unidad, llamada Black 2, es un híbrido que combina un HDD de 1TB con un SSD de 120GB, con lo que el ordenador accede a ambas unidades mediante una única conexión compartida. El resultado: más espacio a mayor velocidad. Pero el magnate del almacenamiento no se conformaba con esto. Western Digital ha apostado ahora por una curiosa novedad especialmente pensada para clientes profesionales: discos duros de helio.
Los discos duros actuales albergan en su interior diferentes platos –el estándar son 5– que giran a gran velocidad y cuya fricción dentro de la caja limita el número de platos y, por ende, la capacidad de espacio. La propuesta del fabricante estadounidense consiste en discos duros que en lugar de aire contienen helio, que es más ligero, por lo que las unidades podrán sujetar 7 platos de una capacidad de 4 a 6 terabytes, alcanzando una mayor cantidad de datos almacenables.
La reinvención del disco duro, no obstante, no acaba aquí. Seagate, el creador histórico de discos duros, ha logrado encerrar 2 terabytes de almacenamiento en solo 9,5 milímetros. Spinpoint M9T es el “disco duro de 2TB más fino del mundo”, en comparación con los discos de 15 milímetros de igual capacidad utilizados por otros fabricantes. Estas 2,5 pulgadas de unidad interna permitirán abrir el camino para un nuevo uso en portátiles.
Inmortalizar el disco duro
Se calcula que un disco duro convencional dura unos 10 años antes de empezar a degradarse. Pero ¿y si existiera una unidad de almacenamiento que durara miles de años? La Universidad de Twente (Países Bajos) dio a conocer en Octubre un prototipo de disco duro cuya información podía quedar almacenada durante un millón de años, o más.
La función de este disco está más enfocada a guardar conocimientos para futuras generaciones y su clave está en que cada una de las unidades mínimas del disco debe estar aislada del resto, y protegida mediante una barrera.
El sector del disco duro que hasta hace poco parecía estar condenado a morir, hoy se encamina hacia la más absoluta inmortalidad.
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