Buscar

2014/02/20

La compra de Whatsapp por parte de Facebook aumenta el temor a una nueva burbuja de Internet

Aún estamos en febrero y Facebook ya ha protagonizado la que será, sin lugar a dudas, una de las noticias tecnológicas del año: la compra del popular servicio de mensajería instantánea Whatsapp por la abultadísima cifra de 13.800 millones de euros. Se trata del último gran movimiento de Mark Zuckerberg en su esfuerzo por mantener a su empresa como una de las compañías de referencia en el sector de las nuevas tecnologías e Internet.

Con diez años recién cumplidos e insistentes noticias sobre la caída del número de usuarios de Facebook y el supuesto futuro declive de las redes sociales, la compañía busca una estrategia sólida en la que asentarse, aumentar beneficios y consolidar un modelo de negocio de cara a los años venideros. Por ese motivo compró Instagram en 2012 y ahora desembolsa una cifra desorbitada por Whatsapp.
El principal objetivo —el que justifica en buena medida esta adquisición— es la búsqueda de cuota de mercado en el negocio de la telefonía móvil, un sector en el que Facebook aún no ha logrado entrar con fuerza. Su última intentona, el proyecto Facebook Home, que pretendía convertir a la popular red social en el epicentro de los móviles Android acabó siendo uno de los grandes fiascos de 2013. Con Whatsapp, la compañía juega sobre seguro.

Pero Facebook no es el único gigante de Internet que busca la expansión mediante compras multimillonarias. El mayor exponente de este modus operandi es la omnipresente Google, que logró el dominio de los vídeos online con la compra de YouTube en 2006 por 1.300 millones de dólares, que dio un paso importantísimo a nivel publicitario con la compra de DoubleClick en 2007 y que en 2012 pagó más de 8.700 millones de euros por Motorola para —hace apenas un mes— vendérsela a Lenovo por 2.130 millones de euros. Por supuesto, el gigante de Internet no vendió la totalidad de la empresa sino que se quedó con gran parte de las valiosas patentes tecnológicas de la veterana marca de telefonía.

A diferencia de Facebook, que tiene el foco puesto en la telefonía móvil, la estrategia de Google abarca un espectro muy amplio que va desde la consolidación de su sistema Android a la búsqueda de un posicionamiento relevante como red social o, más bien, como ecosistema digital de servicios y dispositivos interconectados. En esta táctica juegan un papel importantísimo la compra de decenas de pequeñas compañías tecnológicas así como su rentable alianza con Samsung.

Otra gran tecnológica que lucha por hacerse un hueco mayor en el área de la movilidad es Microsoft, que buscó un aliado en Nokia para desarrollar la gama de smartphones Lumia, móviles con sistema operativo Windows Phone. El gigante de Redmond quedó satisfecho con el resultado y el pasado septiembre adquirió la totalidad de la compañía finlandesa por 5.440 millones de euros. Un par de años antes, en 2011, Microsoft había realizado otra inteligente compra estratégica: pagó 5.920 euros por el servicio de mensajería, llamadas y videoconferencias por Internet Skype, una aplicación que ha acabado sustituyendo al popular MSN Messenger.

Otra compra reciente muy destacada fue la de Tumblr por parte de Yahoo, que el año pasado pagó 832 millones de euros para seguir manteniéndose fuerte en el sector de imágenes y fotografía, donde aún destaca gracias a Flickr (una inteligente adquisición que realizó en 2005). Twitter, una de las grandes de Internet más jóvenes, también realiza frecuentes compras. La más destacada hasta el momento fue la de TweetDeck, en 2011, por 28 millones de euros.

La propia Twitter ha sido objeto de multitud de rumores de compra por parte de otras multinacionales mayores. Se dijo que Apple estaba interesada en adquirirla, e incluso Google. De momento, la red de microblogging sigue creciendo y desarrollando su actividad de forma independiente. Blackberry, que lleva tres años negros con una caída constante de su volumen de negocio, también se ha convertido en centro habitual de rumores. Entre los posibles compradores han sonado mucho Facebook —empeñada en desarrollar más su negocio en telefonía móvil—, Apple, Lenovo y Microsoft.

Por otro lado, Pinterest, una especie de Twitter de imágenes, va ganando valor mes tras mes, sobre todo en el terreno publicitario, por lo que no sería de extrañar que pronto surgiesen potenciales compradores. Hace tiempo, ya se dijo que Google estaba interesada en hacerse con esta joven red social.
¿La segunda burbuja de Internet?

Este panorama tecnológico en el que la especulación, la adquisición de patentes y las consiguientes demandas (ya es histórico el enfrentamiento entre Apple y Samsung por las similitudes entre los iPhone y los Galaxy) ofrecen a menudo más beneficio a las empresas que sus propios productos y servicios, hace pensar en una segunda burbuja de Internet, un nuevo caso como el de las punto com de finales de los noventa. La salida a Bolsa de muchas de estas empresas —la de Facebook fue un desastre— también hacen saltar las alarmas.
"Desde la primera de las burbujas de la historia —la de los tulipanes en Holanda, en 1636—, a lo largo de los años se han ido sucediendo distintas situaciones de excesos que han desembocado en el estallido de las burbujas bursátiles. Muchos son los que apuestan porque en el momento actual se está viviendo una nueva burbuja, la de las redes sociales", comenta Victoria Torre, responsable de análisis y producto del banco online Self Bank, a 20minutos.es.

"Nadie pone en duda que las redes sociales son un negocio en expansión. Muchas de ellas nacieron sin ánimo de lucro y con otros fines diferentes que los de hacer negocios, pero su sorprendente desarrollo las ha impulsado a intentar rentabilizar sus ideas cada vez más. ¿Quién duda de la influencia y del alcance de Facebook o Twitter? Posiblemente nadie. Pero más complicado resulta saber cuánto valen realmente", explica.

La analista señala que, en este sentido, sí hay señales de una posible burbuja: "Puede que el valor de un fan sea muy alto... o muy bajo. El problema de estas empresas es que su valor potencial se basa en perspectivas futuras más que en el beneficio que están generando hoy día y, al no existir compañías similares en el mercado, las comparaciones se tornan imposibles. Una de las consecuencias de lo anterior son los altos niveles de PER (la relación entre el precio o valor y los beneficios) que se están pagando por algunas de estas compañías, algo que nos recuerda mucho a lo que pasó con las punto.com en 1999".

Por todos estos motivos, Victoria Torre considera que es lógico el revuelo que se ha armado en torno a la millonaria compra de Whatsapp por parte de Facebook. "Nada más anunciarse la operación la pregunta que flota en el aire es si el precio pagado no es excesivo, reavivando la idea de una posible burbuja. La operación tiene sentido para Facebook desde el punto de vista de la cantidad de usuarios de WhatsApp, pero el precio pagado supone más de un 10% de su capitalización bursátil, muy por encima de los múltiplos que se pagaron en la operación de compra de Motorola por Google, o de Skype por Microsoft", concluye.

No hay comentarios: