Facebook se ha negado durante 21 días a retirar unas viñetas que enseñan a lapidar, al “no contravenir” sus normas sobre violencia gráfica y pese a haber recibido denuncias por parte de usuarios. Finalmente, el 14 de marzo eliminó las ilustraciones pero por una razón bien distinta: infringían sus normas de propiedad intelectual, ya que provenían de un reportaje sobre ejecuciones en Irán publicado en 2010 por el diario canadiense The National Post.
La empresa estadounidense —una red social con más de un mil millones de usuarios— alojó desde el 20 de febrero hasta el 14 de marzo una ilustración que explicaba cómo matar a una persona mediante lapidación (arrojar piedras a una persona hasta matarla). Un portavoz de Facebook indicó a EL PAÍS que, si bien el contenido podía resultar ofensivo, no violaba su política, que busca “un equilibrio entre la libertad de expresión y el mantenimiento de un entorno seguro [en la red]”. El presidente de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, ha calificado las viñetas como “repugnantes”, por mostrar “apologías de la pena de muerte y la violencia contra la mujer”.
La imagen fue publicada en un grupo abierto llamado No al gobierno de laicos y liberales en Egipto, que tiene 25.968 seguidores. Constaba de ocho viñetas que describían en árabe cómo lapidar a una persona bajo el título: Pasos para ejecutar la ley de Dios y lapidar al adúltero o adúltera para quien sea ignorante y no sepa cómo aplicarlos.
El primer dibujo explicaba que un imam ha de supervisar que el agujero cavado previamente para introducir al condenado tuviera las dimensiones correctas. El segundo, que debe tener un tamaño adecuado al sexo de la persona a ejecutar: si es hombre, ha de taparle hasta la cintura; si es mujer, hasta el cuello, para que no se vea su pecho. La tercera viñeta explicaba que se introducirá al ajusticiado y se rellenará con tierra el espacio sobrante, y la cuarta que el imam es quien debe tirar el primer pedrusco. La quinta y la sexta describían dos tandas de apedreamiento consecutivas. La séptima era para comprobar si ya ha muerto el lapidado y la octava señalaba que si sigue vivo hay que lanzar una nueva tanda. Aunque el texto hablaba de adúlteros y adúlteras, en todas las viñetas el dibujo era de una mujer.
La ilustración iba acompañada de unas palabras animando a compartir. “Publica para que el bien sea general a todo el mundo”. A 14 de marzo, había sido compartida 1.152 veces. Recibió denuncias como la de Alejandra Sandoval, una salmantina que envió su queja el pasado 3 de marzo tras encontrarse la imagen mientras navegaba por la red, ola de Gracitata, una bloguera que, tras recibir la negativa de Facebook, publicó la historia en su bitácora sobre maternidad quejándose de que la red censura imágenes de madres dando el pecho pero no las de mujeres lapidadas. En todos los casos la respuesta a cada reporte fue la misma: “Revisamos la foto pero no hemos encontrado infracciones de las normas de la comunidad sobre violencia gráfica. En consecuencia, no ha sido eliminada”.
En las normas de la comunidad, Facebook asegura que eliminarán cualquier contenido en caso de que exista riesgo de daños físicos o una amenaza directa a la seguridad pública, y advierte que podrán ponerse en contacto con las fuerzas del orden. También prohíben las amenazas a personas o la organización de actos violentos.
El administrador de la página, creada el 15 de agosto de 2011 y que sigue abierta, la describe como un medio para aclarar que el pueblo egipcio no es laico y nunca aceptará serlo. La foto de perfil es la del jeque salafista Hazem Abu Ismail, conocido por su antiamericanismo y su defensa de una rigurosa aplicación de la sharia (ley islámica), y que fue el aspirante más radical en las elecciones presidenciales egipcias. En el muro hay fotos de los tres candidatos islamistas que se presentaron.
Entre los usuarios de la red social hubo 207 personas que marcaron el me gusta y otros 1.152 comentarios de todo tipo en inglés, árabe y español. Rushdie Bouziane, usuario argelino, defendía que es “el juicio de Dios y no la opinión de algunas personas”, mientras que otro llamado Sair Saleh opinaba que la lapidación es “la mentira más grande del Islam”. Calificativos como “salvajes”, “bárbaros” y similares se sucedieron, y en Change.org se llegaron a recoger 4.500 firmas contra la imagen.
La condena a lapidación por adulterio se contempla en varios países como Irán, Sudán, Pakistán, Arabia Saudí, Nigeria o en la región de Aceh, en el norte de Indonesia. No es posible obtener datos exactos sobre las que se han llevado a cabo en todo el mundo ya que se realizan en muchos casos bajo cierto secretismo. A pesar de ello, hay casos que han dado la vuelta al mundo y que se han podido parar gracias a la presión internacional. El último documentado fue el de Layla Ibrahim Issa Jumul, una joven de 23 años condenada a muerte por haber cometido adulterio el pasado 10 de julio de 2012. Amnistía Internacional logró que no fuese ejecutada después de recoger 120.000 firmas a favor de su causa. El caso de Layla fue recalificado por un tribunal sudanés y ella fue puesta en libertad.
Intisar, Sakineh, Safiya y Amina son otras mujeres que en los últimos años se han salvado gracias a la presión internacional, pero otros no han corrido la misma suerte que ellas: el pasado mes de septiembre, una pareja fue apedreada hasta morir en el norte de Mali porque habían convivido bajo el mismo techo sin estar casados.
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