En 2013 las réflex de toda clase y precio han mejorado su
construcción, disparan con más velocidad, enfocan con más precisión y
aumenta la calidad de las imágenes que captan al hacer fotos o grabar
vídeo. Unos avances que se repiten en muchas cámaras compactas y en las
de objetivos intercambiables sin espejo (CSC). Entre estas últimas,
algún modelo ha reducido su tamaño para que pueda llevar siempre encima.
Cada vez más cámaras para fotógrafos amateurs y
profesionales disponen de conexiones inalámbricas que las conectan con
internet y con el móvil, también algunas compactas cuentan con objetivos
luminosos de tipo zoom que no tienen mucho que envidiar a los que usan
los paparazzis. Y quizá lo más importante: Android y sus aplicaciones de
fotografía ya se pueden usar en cámaras, incluso en alguna
semiprofesional.
Según los datos de la CIPA,
el organismo que engloba a la mayoría de fabricantes de tecnología
fotográfica, hasta octubre se han vendido un 40% menos cámaras que en el
mismo periodo de 2012, debido principalmente al fuerte descenso de la
demanda de cámaras compactas básicas. De estas se vendieron en los 10
primeros meses 38 millones en todo el mundo, frente a los 90 millones de
hace un año. El culpable de la debacle está en nuestro bolsillo: el
móvil. Con él se disparan más fotos y se hacen más vídeos que con las
cámaras fotográficas o videocámaras. 2013 ha supuesto un gran avance en
la adaptación de la cámara al Smartphone: zoom óptico, sensores capaces
de hacer buenas tomas con poca luz, objetivos muy luminosos y
estabilizados para evitar las imágenes movidas, mayor velocidad de
respuesta al hacer una foto y disparos con ráfagas ultrarrápidas.
Incluso un par de móviles Lumia se ha anunciado que captarán imágenes en
formato RAW (algo que sólo las cámaras de gama media y superior
incluyen).
A pesar de todo, no es un año tan apocalíptico para los fabricantes. En primer lugar porque las tecnologías actuales imponen límites a las cámaras de los teléfonos que no parece que se puedan superar a corto o medio plazo. Al fin y al cabo Nokia ha tardado una década en concebir el smartphone con la cámara de más calidad del momento: el Lumia 1020.
Desde la empresa de estudios de mercado GFK, explican que en España los nichos de mercado que resisten son los de las cámaras de objetivo fijo con zoom de más de 20 aumentos (algo que ningún móvil puede ofrecer). Esas ventas han crecido un 44%. Las réflex retroceden, pero lo hacen en menor medida que otros segmentos (se han vendido un 10% menos). También se ha multiplicado por ocho la demanda de las denominadas smartcameras, que cuentan con conexión inalámbrica. El 24% de las compactas disponen ya de esa tecnología.
Los tres principales fabricantes de cámaras réflex (Canon, Nikon y Pentax) siguen apostando fuerte por estas máquinas. En Canon, las cámaras que mejor han funcionado son sus réflex profesionales y semiprofesionales EOS 5D Mark III , 6D y 70D. Sus cámaras compactas retroceden en general.
En el caso de Nikon, sus ventas réflex sigue siendo fuerte, además de las compactas con funciones más avanzadas y también de las CSC. Entre las réflex de Pentax destaca la K-3, una cámara todoterreno con lista de espera.
Para las firmas que apuestan principalmente por las CSC (Olympus, Panasonic, Fuji y Samsung), los modelos que mejor están funcionando son los más avanzados. En Olympus dicen que la tendencia en las ventas de cámaras compactas es negativa, pero más estable en sus productos de precio medio-alto. Desde Panasonic destacan sua Lumix DMC-GX7, que compite directamente con la Olympus OM-D E-M1.
Los smartphones han colocado a los fabricantes de tecnología fotográfica en una situación de incertidumbre que les obliga a renovar sus catálogos. Algo parecido sucedió durante la transición de la fotografía analógica a la digital. Todo apunta a que sólo las marcas que sean capaces de reinventar el concepto de cámara y apostar por productos de gran calidad sobrevivirán a largo plazo. En cualquier caso es probable que lo hagan en un mercado de menor tamaño que el de esta última década.
Desde la empresa de estudios de mercado GFK, explican que en España los nichos de mercado que resisten son los de las cámaras de objetivo fijo con zoom de más de 20 aumentos (algo que ningún móvil puede ofrecer). Esas ventas han crecido un 44%. Las réflex retroceden, pero lo hacen en menor medida que otros segmentos (se han vendido un 10% menos). También se ha multiplicado por ocho la demanda de las denominadas smartcameras, que cuentan con conexión inalámbrica. El 24% de las compactas disponen ya de esa tecnología.
Los tres principales fabricantes de cámaras réflex (Canon, Nikon y Pentax) siguen apostando fuerte por estas máquinas. En Canon, las cámaras que mejor han funcionado son sus réflex profesionales y semiprofesionales EOS 5D Mark III , 6D y 70D. Sus cámaras compactas retroceden en general.
En el caso de Nikon, sus ventas réflex sigue siendo fuerte, además de las compactas con funciones más avanzadas y también de las CSC. Entre las réflex de Pentax destaca la K-3, una cámara todoterreno con lista de espera.
Para las firmas que apuestan principalmente por las CSC (Olympus, Panasonic, Fuji y Samsung), los modelos que mejor están funcionando son los más avanzados. En Olympus dicen que la tendencia en las ventas de cámaras compactas es negativa, pero más estable en sus productos de precio medio-alto. Desde Panasonic destacan sua Lumix DMC-GX7, que compite directamente con la Olympus OM-D E-M1.
Los smartphones han colocado a los fabricantes de tecnología fotográfica en una situación de incertidumbre que les obliga a renovar sus catálogos. Algo parecido sucedió durante la transición de la fotografía analógica a la digital. Todo apunta a que sólo las marcas que sean capaces de reinventar el concepto de cámara y apostar por productos de gran calidad sobrevivirán a largo plazo. En cualquier caso es probable que lo hagan en un mercado de menor tamaño que el de esta última década.