El juego online se ha disparado desde que el Gobierno regularizara la actividad y concediera las licencias con las que operan una treintena de firmas desde el pasado 1 de junio. Solo en los seis primeros meses desde esa regularización la facturación total del juego por Internet se elevó a 2.354 millones de euros, según el primer balance realizado por la Dirección General de Ordenación del Juego. De los 262 millones que se gastaron en junio se ha pasado a los 461 millones en noviembre.
Al abrigo de esa seguridad jurídica, el número de jugadores también ha crecido exponencialmente. De los 195.000 que había antes de la regularización se ha pasado a un millón de jugadores únicos que, de media se gastan entre 500 y 600 euros al año.
A Hacienda no le ha ido tampoco mal la regularización de un mercado en el que operan 30 empresas a través de 53 licencias. En 2012, va a recaudar 140 millones de euros en impuestos, muy por encima de los 100 millones que había presupuestado y el doble de lo recaudado en 2011, cuando el juego online vivía en una situación de alegalidad, según fuentes del departamento que dirige Cristóbal Montoro.
Para 2013, las estimaciones del Ministerio de Hacienda, del que depende la ordenación, son que el sector crezca en torno al 10% hasta los 5.000 millones de euros de facturación y la recaudación fiscal alcance entre 150 y 160 millones.
Las cifras, aún siendo importantes, están muy lejos de otros países de nuestro entorno que adaptaron antes a su legislación la nueva realidad del juego por la web, como Italia, que movió 9.849 millones en 2001, Francia (10.378 millones) y, sobre todo, Reino Unido, con casi 20.000 millones de euros.
El póker es el juego preferido con diferencia por los jugadores españoles por Internet y representa el 40% de la facturación total de esta actividad, con 952 millones de euros en los primeros seis meses, seguido de las apuestas deportivas (861 millones), casino (371 millones) y el bingo (24 millones).
Desde el pasado 1 de junio, fecha en la que se concedieron las licencias del juego online hasta el pasado 30 de noviembre, los jugadores de póker son los que más apuestan, ya que su gasto medio semanal es de 51,2 euros frente a los 35,7 euros que desembolsan los jugadores de casino online o los 33,7 euros de las apuestas deportivas, según una encuesta del Observatorio del Juego Online.
Pero el gasto no es homogéneo ya que la profesionalización en el póker está bastante avanzada: el 20% de los jugadores mueve el 80% de la facturación. Ahora bien, la categoría mayoritaria jugada online en el último año se corresponde con las lotos (primitiva, euromillones, quinielas, cupones...), a las que declaran haber jugado el 69% de los jugadores, frente al 52% de apuestas deportivas y el 38% de póker.
El jugador tipo es hombre —68% de varones frente a 32% de mujeres—, de entre 25 y 44 años, que trabaja y tiene estudios universitarios, y el 58% de ellos lleva más de un año jugando en Internet.
Para el próximo año, el principal proyecto de la Dirección de Juego pasa por autorizar los juegos tragaperras online, con los que esperan aumentar la recaudación. De hecho, se estima que serán las tragaperras y los bingos los juegos presenciales que más sufrirán por la competencia de sus homólogos online.
Otra prioridad de Ministerio es atajar el fraude. Desde la concesión de licencias, Hacienda ha abierto 16 expedientes sancionadores a firmas internacionales que operan ilegalmente en España, que pueden ser multadas con entre 1 y 50 millones de euros, además del cierre de la web (tres ya la han cerrado). Otros 80 sitios procedieron de forma voluntaria a cerrar la apertura de registros a residentes en España.
Codere, unas de las principales empresas del sector, ha impugnado la concesión de 10 licencias, y el asunto ya es está en los tribunales.
El recorrido del juego por Internet aún es amplio en España porque solo representa el 17% del total, y la tendencia es el trasvase del juego presencial a la web. La Ley del Juego de 2011 y la concesión de licencias una año después permitió que empresas como Bwin, Betfair, Sportingbet (Miapuesta) o Pokerstars regularizarán su situación tras años operando en situación alegal. Estas firmas internacionales compiten desde entonces con las empresas tradicionales españolas de juego presencial, como Codere, Cirsa o Recreativos Franco, que también lograron la licencia.
Así, 26 empresas de juego online extranjeras, muchas de ellas radicadas en paraísos fiscales como Gibraltar, se reparten el mercado con 27 firmas españolas, novatas en el sector, entre ellas cuatro medios de comunicación. De las 53 licencias otorgadas inicialmente, dos han renunciado a sus licencias, según la Dirección General de Ordenación del Juego.
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