El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha hecho una aparición pública desde el balcón de la embajada de Ecuador en Londres, donde sigue recluido para evitar su extradición a Suecia, país en el que se le acusa de haber cometido varios delitos sexuales. Y, a partir de ahí, frenar una segunda extradición a Estados Unidos.
¿Y qué ha dicho? Básicamente que el año que viene WikiLeaks seguirá dando mucho que hablar.
“A pesar de una investigación criminal sin precedentes y una campaña para dañar y destruir WikiLeaks, 2012 ha sido un gran año”, ha asegurado Assange. “El próximo año será igual de atareado. WikiLeaks ya tiene más de un millón de documentos listos para su liberación”.
Unos cables que afectarán “a todos los países del mundo”. Y es que “en 2013 continuaremos haciendo frente a los matones”, ha declarado el activista durante su alocución.
Por lo demás, ha vuelto a reiterar su temor a ser enviado a los Estados Unidos, donde sospecha que quieren procesarlo por liberar documentos clasificados pertenecientes al ámbito diplomático y militar.
“Wikileaks está bajo una investigación continua del Departamento de Justicia y este hecho ha sido reconocido por Ecuador y los gobiernos de América Latina como un un peligro para mi vida y mi trabajo” ha comentado Assange, que añade que “el asilo no se concede por un capricho, sino por hechos”.
“El Pentágono volvió a publicar amenazas en mi contra en septiembre y afirmó que la existencia misma de WikiLeaks es un delito permanente”, ha continuado. “Mi trabajo no va a ser intimidado. Pero mientras esta investigación inmoral continúe, y mientras el gobierno australiano no defienda el periodismo y la publicación de WikiLeaks, debo permanecer aquí”, ha concluido.
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