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2012/07/19

La ciencia reivindica su independencia de los mercados


El pasado fin de semana, Dublín se convirtió en la capital europea de la ciencia con motivo de la celebración del EuroScience Open Forum (ESOF). El acto, que reunió a 500 ponentes -con eminencias científicas como el experto en genética Craig Venter o el presidente de la prestigiosa Royal Society, el profesor Luke Drury-, cinco Premios Nobel y varios miles de asistentes, sirvió de alegato de protesta contra el modo en que los Gobiernos tratan de exprimir el rendimiento comercial de las inversiones que realizan en investigación científica, esto es, la primacía de la investigación aplicada sobre la básica.
Uno de los mejores ejemplos de esta primacía es el bosón de Higgs, a cuyo padre, el matemático Peter Higgs, le fue negada la financiación necesaria en países como Irlanda, sede del ESOF. Durante todo el acto reinó el sentimiento de temor a que la investigación independiente se esfume en favor de la investigación de mercado. Desde biólogos, a matemáticos o astrónomos coincidieron a la hora de criticar esta aproximación.
Y es que, según se reveló durante el programa de conferencias, los matemáticos son con frecuencia los más damnificados por la austeridad presupuestaria de los estamentos públicos. La profesora Lorraine Hanlon, de la Escuela de Física de la University College Dublin (UCD) denunció "el enfoque esquizofrénico" de la Administración Pública puesto que "el Gobierno asegura que las matemáticas son fundamentales, pero al mismo tiempo matiza que no importan lo suficiente para ser apoyadas". Desde su punto de vista, este planteamiento termina por traer consecuencias desastrosas en el campo de la investigación.

Libertad investigadora

La comisaria europea para la Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghegan-Quinn, destacó durante su ponencia su "creciente determinación por poner a la Ciencia en el corazón de Europa y a Europa en el corazón de la Ciencia". Para ello, subrayó la importancia del método científico, mostrando su preocupación por "los riesgos que trae consigo la democratización de los medios de expresión". Uno de estos riesgos, apuntó, es que "se otorgue el mismo peso a las opiniones arbitrarias que a una verdad probada y verificada".
A pesar de admitir que "el vínculo entre ciencia, innovación y crecimiento económico es muy fuerte", la comisaria advirtió que "no voy a decir que únicamente deba aprovecharse la Ciencia para resolver problemas como el cambio climático, la hambruna mundial o el inseguridad energética; o para generar crecimiento económico. Creo que, más allá de los beneficios prácticos que trae consigo, la inquietud intelectual es una actividad que merece la pena en sí misma".
En este sentido, Geoghegan-Quinn salió en defensa de la investigación básica explicando que "la investigación impulsada por la curiosidad puede proporcionar grandes avances que no se pueden predecir de antemano". Y como ejemplo de ello, citó los chips de silicio, que surgieron colateralmente como resultado de los avances en mecánica cuántica.

El modelo del ERC

La profesora Helga Nowotny, presidenta del Consejo Europeo de Investigación (ERC), fue otra de las grandes defensoras de la apuesta por la investigación básica por parte de la Unión Europea, asegurando que muchos de los científicos europeos que emigran a EEUU no regresan porque allí encuentran la libertad que aquí no tienen. Nowotny aseguró que "la independencia científica es la clave real para que nuestros jóvenes puedan trabajar con sus propias ideas".
Esta es, precisamente, la filosofía que está intentando transmitir Nowotny al organismo que preside y con el que espera contagiar al resto de las instituciones nacionales que impulsan la investigación. "Sería algo extraordinario si las agencias nacionales imitaran este modelo", apuntó, en el que la investigación se ve impulsada, paradójicamente, por la falta de fechas de entrega, de récords o resultados por anticipado.
El biólogo Jules Hoffmann, Nobel de Medicina en 2011, elogió el papel del ERC como puente de colaboración entre las instituciones y laboratorios de todo el mundo, más aún en un momento como el actual, en el que la escasez de financiación obliga a compartir el máximo de recursos posibles. Por su parte, el profesor Rolf Dieter Heuer, director del CERN (Centro Europeo de Física de Partículas), resumió este modelo en una frase: "La belleza de la investigación básica radica en que tiene un claro objetivo de adquisición de conocimiento".

Llamamiento a las armas

La intervención de la comisaria Geoghegan-Quinn evidenció, además, las luchas internas en el seno de la Unión Europea en materia de Ciencia e Investigación. Según afirmó, "desde la Comisión Europea hemos propuesto más dinero para la Ciencia, con un incremento de 55.000 millones de euros para el actual presupuesto por siete años, y de 80.000 millones de euros para el siguiente, para poder fundar Horizon 2020, el nuevo programa de investigación e innovación".
Sin embargo y al respecto de este último programa, la comisaria admitió lo duro que están siendo las negociaciones puesto que "no todo el mundo está convencido de que estén justificados esos 80.000 millones de euros para Horizon 2020". Geoghegan-Quinn hizo hincapié en el hecho de que "los presupuestos nacionales de Ciencia están en riesgo" e hizo un "llamamiento a las armas, que vuestras voces [por la comunidad científica] se oigan"  dado que "está siendo una ardua tarea conseguir que la Ciencia ocupe un lugar central en la sociedad europea".

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