En el día mundial contra la cibercensura, Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha actualizado su lista de países enemigos de Internet. Así, este año los 12 elegidos han sido Arabia Saudí, Bahrein, Bielorrusia, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Irán, Siria, Turkmenistán, Uzbekistán y Vietnam. Además, países como Egipto, Francia o Rusia están bajo vigilancia.
Hace un año, cuando RSF publicó su anterior informe, la primavera árabe estaba en su momento más álgido, por lo que se hizo hincapié en la importancia de Internet y las redes sociales como herramientas de protesta y de libre circulación de la información.
Sin embargo, según explica la organización en una nota de prensa, los regímenes autoritarios respondieron con “medidas más duras contra lo que veían intentos inaceptables de ‘desestabilizar’ su autoridad”.
De este modo, dos nuevos países, Bahrein y Bielorrusia, han pasado de estar bajo vigilancia a ser considerados enemigos de Internet. Por otro lado, Libia y Venezuela ya no son vigiladas, pues creen que el fin del régimen de Gaddafi supone el final de una era (aunque todavía hay “muchos retos”) y que la legislación venezolana potencialmente peligrosa todavía no ha tenido ningún efecto dañoso en la práctica.
Por su parte, India y Kazajistán han entrado en la lista de países bajo vigilancia por su vigilancia de la Red, presiones sobre los proveedores de acceso a Internet y control sobre la información.
Además, Tailandia podría entrar pronto en la lista de enemigos de Internet si continúa filtrando contenido y encarcelando usuarios, mientras que el “prometedor período de reformas” de Birmania podría hacer que abandonase pronto esta lista.
Defensa desproporcionada del copyright
Asimismo, destacan cómo al mismo tiempo “países supuestamente democráticos continúan dando un mal ejemplo al ceder ante la tentación de priorizar la seguridad sobre otras preocupaciones y adoptar medidas desproporcionadas para proteger el copyright”.
En este sentido, consideran que algunos países fueron un paso más allá en la presión sobre los proveedores de servicio, a los que quieren convertir en “policías de Internet” (algo que ya ocurrió en Holanda y que podría tener lugar en Reino Unido)
Por este motivo se ha incluido a Francia, con su ley Hadopi, en la lista de países bajo vigilancia. Además, RSF también se refirió a SOPA, la ley contra la que se rebelaron gigantes de Internet como Google, Facebook o Wikipedia.
En opinión de la organización, las “represivas” SOPA y PIPA “sacrifican la libertad de Internet con el propósito de la protección del copyright”, por lo que se produjeron protestas globales.
Estas campañas, explican, hicieron que otra polémica ley antipiratería, ACTA, encontrase oposición por parte de los usuarios. Anteriormente, aseguran, no se habían producido muchas protestas a pesar de las campañas de organizaciones como La Quadrature du Net o la propia RSF. Los internautas de todo el mundo “comprendieron que estas leyes podrían afectar a sus actividades diarias”.
El papel de los blogueros
Por otro lado, Reporteros Sin Fronteras y Google van a premiar la labor de un bloguero, periodista online o ciberdisidente que haya ayudado a “promover la libertad de expresión en Internet” con el Premio Netizen.
Este año optan a los 2.500 euros del galardón el periodista brasileño Leonardo Sakamoto, los ciudadanos del pueblo chino de Wukan, el bloguero egipcio Maikel Nabil Sanad, los creadores del mapa ruso de irregularidades electorales, los centros de prensa de los comités locales de coordinación en Siria y Paulus Le Van Son, bloguero vietnamita que escribe sobre temas políticas y sociales, especialmente relacionados con religión y derechos humanos.
Además, desde Google aprovecharon para recordar su compromiso con la libertad de expresión, “no sólo porque es un principio básico de las sociedades libres, sino también porque más información generalmente supone más elecciones, más poder, más oportunidades económicas y más libertad para las personas”.
No obstante, reconocieron que “hay límites”. En ocasiones, explican, es “obvio” cuáles son estos límites, como en el caso de la pornografía infantil. Sin embargo, en otros es más complicado, pues sus productos están disponibles “en numerosos países con leyes y culturas que varían ampliamente”.
Por este motivo, únicamente eliminan resultados de su buscador en países concretos cuando han de hacerlo por motivos legales. Y, en estos casos, lo comunican públicamente.
Algo similar ocurre en otros servicios como Blogger, Google+ o Youtube, donde la compañía únicamente hospeda el contenido. En estos casos, aseguran, animan a los usuarios “a que se expresen libremente”, pero también quieren asegurarse de que se comportan “responsablemente”. Por ello, hay contenido que no puede publicarse, como el material protegido por derechos de autor o las incitaciones a la violencia, que es eliminado cuando se les informa de su existencia.
“Nada de esto es sencillo”, explica el buscador. “Tratar con contenido controvertido”, continúan, es, precisamente “controvertido”. “Es por esto que siempre comenzamos con el principio de que más información es mejor y por lo que trabajamos duro para ser transparentes respecto a las eliminaciones que hacemos”.
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