El drama que está viviendo Game, la principal cadena de venta de videojuegos del Reino Unido, está llegando a su fin. Mientras su director general dimite, en la filial esapañola reina el silencio.
La BBC informa de que la compañía se ha declarado oficialmente en bancarrota y está en manos de administradores externos para liquidarla, mientras que el director ejecutivo, Ian Shepherd, firmó su dimisión, apunta MCV.
Concretamente, los administradores provienen de PriceWaterhouseCoopers, que afirma que Game ha sido víctima de una 'tormenta perfecta': por un lado sus altos costes fijos y, por otro, una expansión internacional demasiado ambiciosa.
No en vano, la cadena cuenta con más de 1.300 tiendas y casi 10.500 empleados por toda Europa. Tiene 641 tiendas en el Reino Unido e Irlanda, 197 en Francia, 288 en España y Portugal, 67 en los países escandinavos, 95 en Austria y 31 en la República Checa.
La semana pasada la compañía decidió suspender la negociación de sus acciones en Londres, después de anunciar que no quedaba valor patrimonial en el grupo.
En España la compañía guarda silencio sepulcral, al menos de manera oficial. Independientemente de los rumores que apuntan a una posible compra por parte de su competencia estadounidense Gamestop los responsables de la empresa no confirman ni desmienten nada.
La filial española es 'semiidependiente' de la matriz británica, y fuentes del sector afirman que el futuro de las tiendas españolas es incierto debido, en parte, a las repetidas aportaciones de capital de la filial española al Reino Unido y a la ausencia de crédito.
"Con las tiendas del Reino Unido cerradas es complicado que las filiales sobrevivan", aseguran dichas fuentes, que recuerdan que muchas compañías, como Nintendo o Activision, han decidido no colocar sus nuevos productos en las tiendas.
En una entrevista publicada en el sitio JuegosdB en febrero, el director de marketing de Game España, Miguel Ángel Soler, aseguraba que el negocio era "rentable" y descartaba grandes cambios.
La BBC informa de que la compañía se ha declarado oficialmente en bancarrota y está en manos de administradores externos para liquidarla, mientras que el director ejecutivo, Ian Shepherd, firmó su dimisión, apunta MCV.
Concretamente, los administradores provienen de PriceWaterhouseCoopers, que afirma que Game ha sido víctima de una 'tormenta perfecta': por un lado sus altos costes fijos y, por otro, una expansión internacional demasiado ambiciosa.
No en vano, la cadena cuenta con más de 1.300 tiendas y casi 10.500 empleados por toda Europa. Tiene 641 tiendas en el Reino Unido e Irlanda, 197 en Francia, 288 en España y Portugal, 67 en los países escandinavos, 95 en Austria y 31 en la República Checa.
La semana pasada la compañía decidió suspender la negociación de sus acciones en Londres, después de anunciar que no quedaba valor patrimonial en el grupo.
En España la compañía guarda silencio sepulcral, al menos de manera oficial. Independientemente de los rumores que apuntan a una posible compra por parte de su competencia estadounidense Gamestop los responsables de la empresa no confirman ni desmienten nada.
La filial española es 'semiidependiente' de la matriz británica, y fuentes del sector afirman que el futuro de las tiendas españolas es incierto debido, en parte, a las repetidas aportaciones de capital de la filial española al Reino Unido y a la ausencia de crédito.
"Con las tiendas del Reino Unido cerradas es complicado que las filiales sobrevivan", aseguran dichas fuentes, que recuerdan que muchas compañías, como Nintendo o Activision, han decidido no colocar sus nuevos productos en las tiendas.
En una entrevista publicada en el sitio JuegosdB en febrero, el director de marketing de Game España, Miguel Ángel Soler, aseguraba que el negocio era "rentable" y descartaba grandes cambios.
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