Para el lector, la experiencia debería ser sencilla: comprar un libro digital y leerlo en cualquier dispositivo e, incluso, prestarlo, como se puede hacer con un libro de papel. Sin embargo, no siempre es así. Los distintos formatos de archivo y el cifrado (DRM) para evitar que se realicen copias, pueden complicar la compra de libros digitales. A las puertas de un año, 2012, que en el sector consideran que será el de la consolidación del libro digital en España, en ocasiones resulta más fácil piratear un libro que comprarlo.
El formato MP3 popularizó el intercambio de archivos musicales al comprimir el audio de tal forma que permitía que se pudieran descargar de Internet con facilidad. EPub (Electronic Publication) es el formato estándar para los libros electrónicos. La ventaja es que se adapta a cualquier pantalla de los distintos lectores de libros electrónicos. Pero no todos los libros se publican en ePub. Kindle emplea los archivos Mobi que sólo se pueden leer en el reproductor de Amazon, el mayor distribuidor de libros digitales del planeta. Los iPad e iPhone utilizan los archivos ePub, pero su sistema de cifrado para evitar la piratería si se compran en iTunes, la tienda de Apple, impide que se lean en otros dispositivos. El iPad es la herramienta con un mayor potencial de lectores porque, según estimaciones del sector, se han vendido alrededor de un millón de unidades en España desde que salió a la venta en 2010.
El consultor de contenidos digitales Alberto Vicente (Anatomiadered.com) considera que se puede establecer una analogía entre el MP3 y el ePub, “sobre todo porque el MP3 se ha convertido en el formato de audio más popular, pero no en el único. En ese sentido al ePub le está pasando lo mismo. El PDF seguirá siendo un formato estupendo para algunos lectores, lo mismo pasará con los usuarios de Kindle y con los libros para leer por medio de aplicaciones (apps), y otros nuevos formatos que pueden surgir”.
En la industria, por el momento, lo que hacen es apostar por el multiformato. Xavier Solá, director de Casadellibro.com, asegura que su dispositivo Tagus es el resultado de escuchar al mercado. “Tenemos más de siete millones de usuarios únicos al mes. Hicimos una encuesta sobre cuál era la mejor solución de lectura. Los clientes nos dijeron que debe ser sencilla, que se pueda leer en distintos dispositivos y disponer de un catálogo amplio. Tenemos más de 60.000 referencias”. Para que los lectores puedan consultar los libros digitales en cualquier dispositivo, en Casadellibro.com facilitan el acceso a través del navegador del ordenador, introduciendo nombre de usuario y contraseña, con el uso de aplicaciones específicas en los dispositivos de Apple y los que funcionan con el sistema operativo Android, y con su lector de libros Tagus.
Kobo, una librería canadiense que abrió en 2009, cuenta con uno de los mayores catálogos de lectura digital en el mundo, más de 2,5 millones de libros, revistas y periódicos. Tienen previsto abrir en 2012 en España. “Tenemos claro que el cliente quiere tener la libertad de leer sus libros en cualquier dispositivo que escoja. Por esta razón trabajamos con ePub, el formato acordado y establecido como estándar por IDPF (International Digital Publishing Forum). El cliente que nos compra un libro puede leerlo en cualquier dispositivo que utiliza los estándares definidos por los editores digitales”, explica Silvia Clemares, delegada de Kobo en España.
DRM, la protección anticopia
DRM (Gestión de Derechos Digitales, por sus siglas en inglés) es la protección que se añade al libro digital para evitar que se pueda copiar. Xavier Solà comenta que emplean “DRM para respetar los derechos de propiedad intelectual del propietario del contenido que es quien decide si hay que cifrar el libro o no”.
“El problema principal ha sido que el DRM de Adobe (el más utilizado) entorpece la experiencia de compra pues se trata de un proceso complejo y engorroso para el usuario. En todo caso, el inconveniente no es tanto si es el de Adobe o no, sino que precisamente se protege un archivo contra el usuario que lo ha pagado. Es decir, mientras el lector que se descarga un archivo sin pagar por él tiene una mejor experiencia de descarga y un archivo que puede compartir, al usuario que compra el mismo contenido se le penaliza haciendo que tenga un proceso peor y un archivo más limitado”, dice Alberto Vicente, quien participa en la editorial Biografiasdeportivas.com, que vende sin DRM.
Arantza Larrauri, directora general de Libranda, la compañía creada por siete grupos editoriales en España para distribuir libros digitales, explica que “la mayoría de los editores y autores encargan la distribución con DRM. Aunque cada vez hay mas gente que lo quita. Algunos editores han optado por no emplearlo y autores como Lorenzo Silva, Belén Gopegui o Matilde Asensi prefieren que sus libros se vendan sin DRM”. En año y medio han llegado a acuerdos con 119 editoriales y 83 tiendas online. En Libranda.com han abierto “Cuaderno digital”, un espacio donde los lectores podrán resolver las dudas que se les planteen sobre la lectura en aparatos de tinta electrónica. “EPub es el archivo estándar para la edición de libros digitales. Sin embargo, ahora mismo no hay estándar de DRM, porque estaba el de Adobe pero ya hemos visto que tiene que ir evolucionando. Cuando empezamos, como no había dispositivos ni tiendas en España, era imposible salir con un DRM propio. Se utilizó el de Adobe que obliga a un doble registro que no gusta a nadie y hace que la compra sea más compleja, especialmente para los no iniciados. La inversión en un DRM es muy cara y casi nadie ha sido capaz de hacerla. A mediados del año que viene lanzaremos nuestro DRM para que cada tienda pueda escoger”, comenta Larrauri.
Casi todos los sistemas de cifrado para evitar la copia de libros han sido “rotos” por programas fáciles de encontrar en Internet. Los defensores de estas soluciones argumentan que alguien que compra un libro para Kindle se ve obligado a volverlo a adquirir para leerlo en otro dispositivo. “La paradoja es que los libros más pirateados son también los más vendidos y los más protegidos”, apunta Alberto Vicente. La biografía Steve Job", de Walter Isaacson, que salió a la venta a finales de octubre, ha sido el libro más vendido de Amazon en 2011, tanto en libros impresos en papel como en electrónicos. El libro de Isaacson se puede encontrar en cientos de páginas de Internet para descargarlo sin pagar desde los mismos días en que apareció publicado tanto en inglés como en español.
El formato MP3 popularizó el intercambio de archivos musicales al comprimir el audio de tal forma que permitía que se pudieran descargar de Internet con facilidad. EPub (Electronic Publication) es el formato estándar para los libros electrónicos. La ventaja es que se adapta a cualquier pantalla de los distintos lectores de libros electrónicos. Pero no todos los libros se publican en ePub. Kindle emplea los archivos Mobi que sólo se pueden leer en el reproductor de Amazon, el mayor distribuidor de libros digitales del planeta. Los iPad e iPhone utilizan los archivos ePub, pero su sistema de cifrado para evitar la piratería si se compran en iTunes, la tienda de Apple, impide que se lean en otros dispositivos. El iPad es la herramienta con un mayor potencial de lectores porque, según estimaciones del sector, se han vendido alrededor de un millón de unidades en España desde que salió a la venta en 2010.
El consultor de contenidos digitales Alberto Vicente (Anatomiadered.com) considera que se puede establecer una analogía entre el MP3 y el ePub, “sobre todo porque el MP3 se ha convertido en el formato de audio más popular, pero no en el único. En ese sentido al ePub le está pasando lo mismo. El PDF seguirá siendo un formato estupendo para algunos lectores, lo mismo pasará con los usuarios de Kindle y con los libros para leer por medio de aplicaciones (apps), y otros nuevos formatos que pueden surgir”.
En la industria, por el momento, lo que hacen es apostar por el multiformato. Xavier Solá, director de Casadellibro.com, asegura que su dispositivo Tagus es el resultado de escuchar al mercado. “Tenemos más de siete millones de usuarios únicos al mes. Hicimos una encuesta sobre cuál era la mejor solución de lectura. Los clientes nos dijeron que debe ser sencilla, que se pueda leer en distintos dispositivos y disponer de un catálogo amplio. Tenemos más de 60.000 referencias”. Para que los lectores puedan consultar los libros digitales en cualquier dispositivo, en Casadellibro.com facilitan el acceso a través del navegador del ordenador, introduciendo nombre de usuario y contraseña, con el uso de aplicaciones específicas en los dispositivos de Apple y los que funcionan con el sistema operativo Android, y con su lector de libros Tagus.
Kobo, una librería canadiense que abrió en 2009, cuenta con uno de los mayores catálogos de lectura digital en el mundo, más de 2,5 millones de libros, revistas y periódicos. Tienen previsto abrir en 2012 en España. “Tenemos claro que el cliente quiere tener la libertad de leer sus libros en cualquier dispositivo que escoja. Por esta razón trabajamos con ePub, el formato acordado y establecido como estándar por IDPF (International Digital Publishing Forum). El cliente que nos compra un libro puede leerlo en cualquier dispositivo que utiliza los estándares definidos por los editores digitales”, explica Silvia Clemares, delegada de Kobo en España.
DRM, la protección anticopia
DRM (Gestión de Derechos Digitales, por sus siglas en inglés) es la protección que se añade al libro digital para evitar que se pueda copiar. Xavier Solà comenta que emplean “DRM para respetar los derechos de propiedad intelectual del propietario del contenido que es quien decide si hay que cifrar el libro o no”.
“El problema principal ha sido que el DRM de Adobe (el más utilizado) entorpece la experiencia de compra pues se trata de un proceso complejo y engorroso para el usuario. En todo caso, el inconveniente no es tanto si es el de Adobe o no, sino que precisamente se protege un archivo contra el usuario que lo ha pagado. Es decir, mientras el lector que se descarga un archivo sin pagar por él tiene una mejor experiencia de descarga y un archivo que puede compartir, al usuario que compra el mismo contenido se le penaliza haciendo que tenga un proceso peor y un archivo más limitado”, dice Alberto Vicente, quien participa en la editorial Biografiasdeportivas.com, que vende sin DRM.
Arantza Larrauri, directora general de Libranda, la compañía creada por siete grupos editoriales en España para distribuir libros digitales, explica que “la mayoría de los editores y autores encargan la distribución con DRM. Aunque cada vez hay mas gente que lo quita. Algunos editores han optado por no emplearlo y autores como Lorenzo Silva, Belén Gopegui o Matilde Asensi prefieren que sus libros se vendan sin DRM”. En año y medio han llegado a acuerdos con 119 editoriales y 83 tiendas online. En Libranda.com han abierto “Cuaderno digital”, un espacio donde los lectores podrán resolver las dudas que se les planteen sobre la lectura en aparatos de tinta electrónica. “EPub es el archivo estándar para la edición de libros digitales. Sin embargo, ahora mismo no hay estándar de DRM, porque estaba el de Adobe pero ya hemos visto que tiene que ir evolucionando. Cuando empezamos, como no había dispositivos ni tiendas en España, era imposible salir con un DRM propio. Se utilizó el de Adobe que obliga a un doble registro que no gusta a nadie y hace que la compra sea más compleja, especialmente para los no iniciados. La inversión en un DRM es muy cara y casi nadie ha sido capaz de hacerla. A mediados del año que viene lanzaremos nuestro DRM para que cada tienda pueda escoger”, comenta Larrauri.
Casi todos los sistemas de cifrado para evitar la copia de libros han sido “rotos” por programas fáciles de encontrar en Internet. Los defensores de estas soluciones argumentan que alguien que compra un libro para Kindle se ve obligado a volverlo a adquirir para leerlo en otro dispositivo. “La paradoja es que los libros más pirateados son también los más vendidos y los más protegidos”, apunta Alberto Vicente. La biografía Steve Job", de Walter Isaacson, que salió a la venta a finales de octubre, ha sido el libro más vendido de Amazon en 2011, tanto en libros impresos en papel como en electrónicos. El libro de Isaacson se puede encontrar en cientos de páginas de Internet para descargarlo sin pagar desde los mismos días en que apareció publicado tanto en inglés como en español.
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