El próximo iPad en ver la luz lucirá pantalla de 9,7 pulgadas, procesador A6 de su amada-odiada Samsung Electronics y cámara con unos nada desdeñables 8 megapíxeles de resolución. Asimismo contará en sus entrañas con chip quad-core firmado por Taiwan Semiconductor Manufacturing Company y un panel de 7,85 pulgadas en su exterior. Y con otro de 3,5 pulgadas y una cámara de 5 megapíxeles. Además de integrar puerto Thunderbolt, admitir el uso de un puntero inteligente, rendirse a la red móvil LTE-4G y soportar el asistente de voz Siri. Todo al mismo tiempo.
¿Su nombre? iPad 3 o 3…D, como lo han bautizado algunos por sus supuestas capacidades tridimensionales. Aunque también los hay que hablan de iPad 2S con especificaciones actualizadas, e incluso quienes se refieren a él como mini-iPad. Y es que las informaciones sobre las bondades de la que será tercera generación de tablet PC de la manzana mordida llevan meses vertiéndose en la blogosfera y no todas coinciden entre sí. En claro se saca que el dispositivo innovará en términos de visibilidad, multiplicará su rendimiento y alargará la vida de su batería.
Tanto si permanece fiel a la tecnología actual IPS (“in-plane-switching” o conmutación en el mismo plano) como si arriesga con IGZO, llamada así por la combinación de indio, galio, zinc y óxido de cinc en su composición, el nuevo iPad asegurará plena calidad de pantalla, gran nitidez y alta definición. No debido a que vaya a aplicar el estándar FullHD, sino por echar mano de Retina Display, que con prestaciones QXGA doblará la densidad de píxel del iPad 2: 2048×1536 frente a 1024×768. La cubierta, a mayores, promete ser más resistente a arañazos y huellas dactilares, y al frente de su fabricación se han colocado LG, Sharp y… una vez más, Samsung.
Lo que también parece confirmado son sus cuatro núcleos de procesamiento construidos mediante técnica de 28 nanómetros, que relegarán a anécdota la mejora de velocidad sufrida en el anterior paso de iPad 1 a iPad 2. Del mismo modo se doblarán los miliamperios de potencia hasta los 14.000, y con ellos el número de horas de autonomía de la tableta, cuyas inagotables “pilas” correrán a cargo de Simplo Technology y Dynapack International Technology, proveedores habituales de los ordenaadores MacBook. Por si fuera poco, se le atribuye mayor eficiencia energética y la adopción de una posición horizontal por defecto, característica de los equipos de sobremesa, al desplazar la localización del conector a uno de los laterales.
Todos los ojos puestos en el 24 de febrero
Pero no todo son ventajas. El hecho de que el futuro iPad incorpore tantas novedades hace pensar que será algo más grueso que su predecesor, un sacrificio menor si se tiene en cuenta que las medidas actuales son extremadamente reducidas (240×186×8.8 milímetros), y que un ligero aumento de contorno apenas afectaría a su peso (alrededor de 600 gramos). Este extremo dependerá en gran medida de si finalmente se eligen o no dos barras LED para acometer tareas de retroiluminación.
En resumen, los fanáticos de Apple dispuestos a aflojarse el bolsillo pueden soñar con un super iPad. El resto deberá conformarse con los saldos. Al igual que ocurrió con el iPhone 3G cuando salió a la venta el 3GS, o con éste último al estrenarse el iPhone 4, se prevé una rebaja considerable del precio del iPad 2 que lejos de jubilarse comenzará a competir directamente con el producto estrella de las pasadas Navidades: el Kindle Fire low-cost de Amazon. ¿Cuán barato será? Unos 299 dólares.
Según los rumores más recientes, también se pondrá en circulación un tercer iPad por una cifra cercana a los 399 dólares con el objetivo de cubrir la cuota de mercado restante, el de los consumidores medios. Mientras, queda prácticamente descartado el lanzamiento de una tableta en miniatura. Al menos a corto plazo.
Otro interrogante que sigue sin resolver es de la fecha que Apple elegirá para su debut. Tradicionalmente la empresa de Cupertino ha espaciado la presentación de sus productos con un año de diferencia, lo que quiere decir que el nuevo dispositivo está a punto de caramelo. Si no se anuncia a finales de mes, momento para el que ya se ha pactado un misterioso evento con la prensa, podría hacerse el viernes 24 de febrero. Ese día Steve Jobs habría cumplido 57 años, ideal para rendir un sentido homenaje a su co-fundador y asegurar la eficacia de la estrategia comercial de la marca.
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