LG Electronics (LG) ha elegido el escenario del Consumer Electronics Show en Las Vegas (Estados Unidos) para presentar lo que será el futuro de las televisiones, la pantalla OLED de 55 pulgadas, la más grande del mundo. La marca ha incorporado a su panel de LEDs orgánicos algunas de sus últimas innovaciones como píxeles de cuatro colores o ajuste de color. Así se generan unos colores aún más naturales y una calidad de imagen que va mucho más allá del LCD.
Havis Kwon, presidente y consejero delegado de la división de Home Entertainment de LG explica el paso adelante: “Hemos logrado un televisor que no sólo ofrece todas las ventajas del OLED frente al LCD, sino que también tiene unos costes mucho más bajos que los derivados de las técnicas de producción de OLED existentes”. El elevado precio, en efecto, ha sido hasta ahora el principal freno para fabricar masivamente televisores con esta nueva tecnología.
Hasta ahora, algunos fabricantes habían empezado tímidamente a lanzar sus primeras pantallas OLED de 11 y 15 pulgadas, a precios que superaban los 2.000 euros. LG, se atrevió a crecer hasta las 32 pulgadas, pero este nuevo lanzamiento muestra a las claras la apuesta de la compañía coreana para conseguir que esta tecnología sea cada vez más accesible a los consumidores.
Píxeles de cuatro colores
Las diferencias principales con otros equipos OLED radican en sus píxeles de cuatro colores y su ajuste de color, combinados para producir colores más naturales y realistas, lo que permite que las imágenes se dibujen de manera más precisa. Utiliza un juego de cuatro colores (rojo, verde, azul y blanco) distinto del sistema RGB usado por otros fabricantes de televisores OLED.
Un algoritmo propio que mejora los colores y los tonos garantiza la calidad en los colores desde un ángulo de visionado más amplio. También se evitan los cambios drásticos en los colores en funciones del ángulo y un espectro cromático distorsionado.
Impresionante nitidez
El ratio de contraste es muy alto y se exhiben colores más vivos, sin que influya la iluminación de la imagen en pantalla. Los detalles se reproducen con nitidez, incluso en las escenas más oscuras. Este realismo de color es técnicamente imposible con las pantallas LED y LCD tradicionales. El televisor OLED de LG es hasta 1000 más rápido que los equipos LED/LCD.
El diseño es también muy sofisticado, muy delgado y sin apenas marco: sólo 4 milímetros de grosor y 7.5 kg. de peso En definitiva, un nuevo salto en calidad y eficiencia. Las pantallas OLED ofrecen una calidad de imagen imposible de conseguir incluso con los mejores televisores LCD, y además con un consumo energético muy inferior.
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