Rusia planea "regular" Internet para 'garantizar su seguridad', afirmó en una entrevista Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad, y en un contexto de una movilización sin precedentes de la oposición rusa a través de las redes sociales.
"Rusia debe regular la Internet de una manera razonable, tal y como se hace en los Estados Unidos, China y otros países", dijo Patrushev a la revista Argoumenty i Fakty. "No podemos ignorar el uso de Internet por los criminales y grupos terroristas", agregó.
El diario de negocios Vedomosti, por su parte, hizo público el miércoles un proyecto de ley que obliga a los operadores a bloquear sitios con contenido ilegal, como pornografía infantil o "materiales extremistas".
Grupos defensores de los derechos humanos y profesionales de la industria de contenidos denunciaron lo que consideran un intento de censurar Internet.
"Es muy importante observar que esas propuestas se hacen públicas justo después de las grandes manifestaciones en Moscú", dijo el jefe de la ONG para los Derechos Humanos Lev Ponomarev, quien añadió que "los intentos de apretar los tornillos causarán tensión adicional en la sociedad".
En una serie de acontecimientosde excepcional magnitud, entre 50.000 y 80.000 personas protestaron en las calles de Moscú contra el supuesto fraude masivo en las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre, y exigieron la salida del hombre fuerte del país, Vladimir Putin, en el poder desde el año 2.000.
Una nueva manifestación está convocada para el 24 de diciembre, y la oposición espera congregar a unas 50.000 personas.
Irina Levov, analista de la Asociación Rusa de Comunicaciones Electrónicas, aseguró que el proyecto de ley que autoriza a un gobierno para bloquear los sitios 'extremistas' es "contrario a la Constitución, que prohíbe la censura y garantiza el derecho de la correspondencia". "El concepto de extremismo es muy claro en la legislación rusa", dijo Levov.
Ya el verano pasado el Ejecutivo ruso anunció su intención de establecer ciertos límites a Internet para impedir una caída de los valores culturales tradicionales entre los jóvenes.
Y entonces, muchos de los 53 millones de usuarios rusos que utilizan Internet temían que el Gobierno fuera a imponer límites al estilo chino en la Red para evitar que se produjese una 'Primavera árabe' antes de las elecciones presidenciales.
"Rusia debe regular la Internet de una manera razonable, tal y como se hace en los Estados Unidos, China y otros países", dijo Patrushev a la revista Argoumenty i Fakty. "No podemos ignorar el uso de Internet por los criminales y grupos terroristas", agregó.
El diario de negocios Vedomosti, por su parte, hizo público el miércoles un proyecto de ley que obliga a los operadores a bloquear sitios con contenido ilegal, como pornografía infantil o "materiales extremistas".
Grupos defensores de los derechos humanos y profesionales de la industria de contenidos denunciaron lo que consideran un intento de censurar Internet.
"Es muy importante observar que esas propuestas se hacen públicas justo después de las grandes manifestaciones en Moscú", dijo el jefe de la ONG para los Derechos Humanos Lev Ponomarev, quien añadió que "los intentos de apretar los tornillos causarán tensión adicional en la sociedad".
En una serie de acontecimientosde excepcional magnitud, entre 50.000 y 80.000 personas protestaron en las calles de Moscú contra el supuesto fraude masivo en las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre, y exigieron la salida del hombre fuerte del país, Vladimir Putin, en el poder desde el año 2.000.
Una nueva manifestación está convocada para el 24 de diciembre, y la oposición espera congregar a unas 50.000 personas.
Irina Levov, analista de la Asociación Rusa de Comunicaciones Electrónicas, aseguró que el proyecto de ley que autoriza a un gobierno para bloquear los sitios 'extremistas' es "contrario a la Constitución, que prohíbe la censura y garantiza el derecho de la correspondencia". "El concepto de extremismo es muy claro en la legislación rusa", dijo Levov.
Ya el verano pasado el Ejecutivo ruso anunció su intención de establecer ciertos límites a Internet para impedir una caída de los valores culturales tradicionales entre los jóvenes.
Y entonces, muchos de los 53 millones de usuarios rusos que utilizan Internet temían que el Gobierno fuera a imponer límites al estilo chino en la Red para evitar que se produjese una 'Primavera árabe' antes de las elecciones presidenciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario