El fotógrafo amateur Markus Johnson fue a bucear cerca de Vancouver, Columbia Británica, y se encontró con una cámara Canon EOS 1000D en el fondo del mar. No sólo logró recuperar la máquina sinó que también consiguió recuperar alrededor de 50 fotos de su tarjeta SD. Entonces, Johnson decidió localizar al dueño de la cámara a través de Google +.
Johnson publicó en la red social las fotos recuperadas así como imágenes de la propia cámara, junto con una descripción de su hallazgo: "Aproximadamente 50 imágenes en la tarjeta de unas vacaciones familiares. Si conoces a un bombero de la Columbia Británica, cuyo equipo ganó la competición de bomberos regional del Pacífico, tiene una esposa encantadora y una hija de 2 años házmelo saber. Me gustaría devolverle las fotos de sus vacaciones ", escribió Johnson.
Con la ayuda de rastreadores de redes sociales que escanearon las fotos del concurso y las caras de los participantes en varios sitios web que cubrieron el evento, Johnson redujo las posibilidades.
El propietario, un bombero de la Columbia Británica, fue finalmente identificado y Johnson pudo devolverle la cámara a su dueño. La Canon saturada de agua, cuyo precio -nueva- es de 345 euros, se había extraviado y sumergió en agosto de 2010.
Desafortunadamente, el dispositivo está completamente anegado e initilizado. Pero al lo menos la familia tiene sus fotos de verano.
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