Buscar

2011/12/05

América Latina: no tan competitiva como debería

Mientras Europa y Estados Unidos todavía no logran dejar atrás la crisis, el buen desempeño de la economía de América Latina ofrece numerosos motivos para celebrar.
Un ejemplo es la reducción de los niveles de pobreza en el continente a su nivel más bajo de las últimas dos décadas, clic anunciadaclic recientemente por la CEPAL.
Pero para el director asociado del Centro para la Competitividad Global del Foro Económico Mundial, Benat Bilbao, el crecimiento económico observado en el continente no debe hacer perder de vista los importantes retos que aún enfrenta la región.
"Las perspectivas para el futuro son buenas, pero este crecimiento en general se ha dado por una situación exterior, en gran medida por el incremento en el precio de las commodities o de los bienes alimentarios", le dijo Bilbao a BBC Mundo durante una visita a Bogotá.
"En términos de incrementos de productividad, que es como nosotros medimos la competitividad, aún no se ha dado el paso que se tiene que dar, y ese es el gran reto que todavía tiene la región latinoamericana", agregó.
Y no es que los países latinoamericanos se hayan quedado estancados en la carrera por aumentar su capacidad para competir en el mercado mundial.
De hecho, en el último informe sobre el tema clic publicado por el Foroclic Económico Mundial países como Brasil, México, Perú, Bolivia, Ecuador, Panamá, Argentina y Uruguay avanzaron varias posiciones en la lista de competitividad.
Pero otras economías también han progresado al mismo ritmo y algunas incluso a mayor velocidad.

El caso colombiano

Un buen ejemplo es China, que en el Reporte Anual de Competitividad elaborado anualmente por el Foro tiene niveles de competitividad más alto que todos los países de la región.
"Y lo que vemos es que China además está progresando de manera muy rápida y acentuada, incluso en pilares competitivos donde tradicionalmente tenían debilidades como es el tema de la innovación", explicó Bilbao.
O tómese el caso de Colombia, país que según Bilbao resume la situación de la región.
Gracias a sus progresos en materia de infraestructura y preparación tecnológica, Colombia mejoró notablemente su calificación en competitividad.
Pero eso sólo le permitió subir un peldaño dentro del ranking anual del Foro Económico Mundial, "porque hay otras economías que también han ido mejorando al mismo ritmo", explicó el director asociado del Centro para la Competitividad Global.
Tal vez más significativo incluso es el hecho que, a pesar de los progresos registrados en las dos áreas antes mencionadas, la infraestructura y la preparación tecnológica colombianas todavía están muy lejos del ideal.
"Y los retos que tiene Colombia son los retos generales que tiene la región", le dijo Bilbao a la BBC.

Los retos

En el análisis del Foro, la productividad colombiana también se ve afectada por las debilidades de sus instituciones, con especial incidencia en el tema de la seguridad.
"El sector empresarial reconoce que existe una cierta debilidad en el tema de la criminalidad y la seguridad, lo que hace que se eleven los costos de ejercer una actividad económica", dijo Bilbao.
"También vemos una falta de eficiencia en el mercado de bienes, que se evidencia en una tasa impositiva alta que repercute en una menor capacidad del sistema empresarial para reinvertir sus beneficios".
"Y aunque sabemos que hay una mejora y un esfuerzo por parte del gobierno, la apertura al comercio exterior todavía no es lo que podría ser", agregó.
Luego están los ya mencionados problemas de la infraestructura -clic especialmente la del transporte- y todo lo que tiene que ver con la capacidad de innovación.
Y aunque Bilbao le asigna igual importancia a los 12 "pilares de la competitividad" que el Foro emplea en su análisis (ver recuadro), también considera que el tema de la innovación es particularmente clave.
"Todos y cada uno (de los pilares) son importantes a la hora de establecer la competitividad y porque todos y cada uno están íntimamente interconectados", dijo.
"Pero hay que tomar en cuenta que la competitividad es una carrera a largo plazo. Y el tema de la innovación a menudo pasa desapercibido precisamente porque sus efectos se ven a mediano y largo plazo", advirtió.

Lecciones que aprender

En su análisis, las limitaciones en materia de innovación observables en el caso colombiano (y, por extensión, en el resto de la región) están vinculadas a tres factores.
"Por un lado está la innovación científica tal cual, donde todavía existe una baja inversión en I+D (investigación y desarrollo) por parte del sistema empresarial, lo que está impidiendo que las empresas cuenten con ese conocimiento científico-técnico para poder aplicarlo a nuevos productos y servicios de mayor valor añadido", dijo Bilbao.
"La capacidad para innovar también se ve relacionada con el uso de las tecnologías de la información y comunicación, donde todavía existen ciertas deficiencias, y finalmente con la calidad del sistema educativo", agregó.
Una estado de cosas que contrasta con los esfuerzos de China, "que está invirtiendo de manera muy importante en investigación y desarrollo, con objetivos que creo que ahora están en 2,5% del PIB para la próxima década".
Se trata, según Bilbao, de niveles de inversión superiores a los de la Unión Europea.
Y eso convierte al gigante asiático en un referente a tener en cuenta "a la hora de compararse y de ver cómo hay que progresar".
La otra gran lección, en su opinión, proviene de Europa.
"Los países que tradicionalmente han contado con una menor competitividad han sido los más afectados por la crisis", dijo el economista.
"Lo que los mercados le están castigando a las economías europeas más rezagadas es su incapacidad para crecer, su incapacidad para hacer las reformas necesarias para incrementar su competitividad y por lo tanto crecer".
"Y esa es una gran lección que yo creo debemos tener en cuenta: aquellas economías que son más competitivas tienen una mayor resistencia para aguantar los ciclos económicos", concluyó.                    

No hay comentarios: