El éxito de los sitios de redes sociales ha ilustrado la importancia que el trabajo en red tiene para los seres humanos. Sin embargo, para algunos animales, mantener informados a los de su especie es aún más importante. Así, los investigadores han mostrado que un enjambre es creado mediante el mismo tipo de redes sociales que los seres humanos adoptan.
Desde la década de 1980, los científicos han estado programando modelos informáticos para reproducir de forma realista bandadas de pájaros, cardúmenes de peces, rebaños de cuadrúpedos y enjambres de insectos, pero desconocían cómo estos grupos se coordinan para avanzar juntos.
También es un misterio que cada organismo sólo pueda ver un pequeño área alrededor de ellos, cuando son afectados por cambios impredecibles en el medio ambiente, y cuando no hay un líder claro para el comportamiento colectivo.
Por ello, los investigadores del Max Planck Institute for Physics of Complex Systems, así como un científico estadounidense apoyado por la National Science Foundation, enfocaron este problema desde una perspectiva diferente: la ciencia de la red.
Para ello, utilizaron ideas de estudios anteriores sobre la formación de opinión en las redes sociales, como Facebook y Twitter, y las aplicaron a un estudio previo de 120 ninfas de langosta que marchaban en un escenario en forma de anillo en el laboratorio.
Los estudios demuestran que las decisiones que se toman, o la opinión que se tiene, están fuertemente influenciadas por las opiniones de los amigos, o más generalmente, de los contactos en la red social.
El enjambre de langostas
Los investigadores recuerdan que las langostas dependen en gran medida del enjambre, puesto que en realidad son caníbales. A medida que marchan a través de áridos desiertos, mantienen un seguimiento unos de otras para poder atacar y comer al ejemplar que tienen más cerca- unacruel, pero muy eficaz, estrategia de supervivencia.El estudio utilizó un modelo informático para simular de forma explícita la red social entre las langostas y encontró que el componente más importante que se necesita para reproducir los movimientos observados en el laboratorio son las interacciones sociales que ocurren cuando las langostas, desplazándose en una dirección, convencen a otras a caminar en esa misma dirección.
Los investigadores afirman que puede que no sea obvio que los animales estén creando el equivalente de nuestras redes sociales humanas; sin embargo, este es el mecanismo exacto detrás de un enjambre de transición.
Uno de los autores del estudio, Gerd Zschaler, ha explicado que llegaron a la conclusión "de que el mecanismo mediante el cual las langostas están de acuerdo cuando se mueven juntas (a veces con consecuencias devastadoras, cuando crean las plagas de langostas) es el mismo que nosotros utilizamos a veces para decidir dónde vivir o por dónde salir: nos dejamos convencer por aquellos en nuestra red social, a menudo por aquellos que van en la dirección opuesta".
"No necesariamente prestamos más atención a aquellos que hacen lo mismo que nosotros, pero muchas veces sí lo hacemos con aquellos que hacer algo diferente", ha apostillado.
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