El señalamiento del pepino español como el responsable de la muerte de 14 personas en Alemania (y una en suecia) y 300 enfermos graves a causa de la bacteria E.coli, y la retirada de productos en países como Austria y República Checa, están provocando pérdidas millonarias en un sector que exige rectificación.
"España exporta al año 450 millones de kilos de pepino y nunca hemos tenido problema ni fuera ni dentro de España. Todos los problemas que hay ahora con el pepino están conectados con Alemania y con una zona muy específica, Hamburgo", comentó a BBC Mundo José María Pozancos, presidente de la Federación de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (FEPEX).
Pozancos subraya que la posición del sector es que "Alemania tiene que cerrar la investigación cuanto antes y hacer una rectificación. Estamos convencidos de que el problema es suyo. Además, debe compensar los daños porque está afectando a la confianza y credibilidad de los productos españoles".
Lea también: El síndrome letal causado por pepinos contaminados
"No vendemos productos españoles"
España es el primer exportador de frutas y hortalizas del mundo, por delante de China y Estados Unidos.
En ese sentido, el gobierno español planea solicitar algún tipo de indemnización por lo que consideran "acusaciones precipitadas y sin fundamento".
Asimismo critica la actitud de los países que están vetando los productos españoles. Al respecto, la Comisión Europea considera que no hay necesidad de bloquear a los pepinos procedentes de España mientras espera los resultados de los análisis que se están realizando tanto en Alemania como en el país ibérico.
Este martes la ministra de agricultura de España, Rosa Aguilar, se reunirá con su homóloga alemana en Hungría para tratar el tema.
Asimismo solicitará una ayuda de US$260 millones a la Unión Europea para paliar las pérdidas.
Pese a ello, desde que la senadora alemana Cornelia Prüfer-Storcks señalara a los pepinos españoles como los posibles responsables de las primeras muertes (después de un análisis del Instituto de Higiene de Hamburgo), el pánico se ha extendido por países como Bélgica, Dinamarca y Holanda donde han retirado productos ibéricos y donde es posible leer anuncios como: "No vendemos hortalizas españolas".
La bacteria provoca en los pacientes una enfermedad llamada síndrome urémico hemolítico (SUH) que se caracteriza por insuficiencia renal, diarrea y sangre en las heces.
En ese sentido, el gobierno español planea solicitar algún tipo de indemnización por lo que consideran "acusaciones precipitadas y sin fundamento".
Asimismo critica la actitud de los países que están vetando los productos españoles. Al respecto, la Comisión Europea considera que no hay necesidad de bloquear a los pepinos procedentes de España mientras espera los resultados de los análisis que se están realizando tanto en Alemania como en el país ibérico.
Este martes la ministra de agricultura de España, Rosa Aguilar, se reunirá con su homóloga alemana en Hungría para tratar el tema.
Asimismo solicitará una ayuda de US$260 millones a la Unión Europea para paliar las pérdidas.
Pese a ello, desde que la senadora alemana Cornelia Prüfer-Storcks señalara a los pepinos españoles como los posibles responsables de las primeras muertes (después de un análisis del Instituto de Higiene de Hamburgo), el pánico se ha extendido por países como Bélgica, Dinamarca y Holanda donde han retirado productos ibéricos y donde es posible leer anuncios como: "No vendemos hortalizas españolas".
La bacteria provoca en los pacientes una enfermedad llamada síndrome urémico hemolítico (SUH) que se caracteriza por insuficiencia renal, diarrea y sangre en las heces.
¿Infección de origen o de destino?
Para Rafael Lozilla, director de la revista Frutas y Hortalizas, desde Alemania se lanzó una bomba noticiosa sin tener absoluta certeza de los hechos.
"Después de las declaraciones de la senadora, el Instituto Robert Koch de Alemania señaló que posiblemente la infección no fuese de origen sino de destino. Esa posibilidad también fue subrayada por Fréderic Vincent, portavoz de Sanidad y Consumo de la Comisión Europea. Ahora bien, desde el punto de vista del consumidor, puedo entender el pánico. No sabes de dónde viene la infección", comenta a BBC Mundo.
Tanto Vincent como el Instituto Koch plantean que en algún punto de la cadena de transporte y distribución se pudo dar el salto de la bacteria al pepino por un problema de manipulación, de logística o de limpieza.
En ese sentido la posibilidad de que un cargamento de pepinos adquiriera la bacteria después de caerse en el mercado de Hamburgo, es rechazada tajantemente por la senadora Storcks.
"Descartamos esa posibilidad porque las pruebas fueron tomadas en distintos lugares. Además es imposible que la carga de un solo palé sea la causante de una infección de las dimensiones que está alcanzando", señaló.
"El mayor palo se lo está llevando España. El 35% de sus exportaciones de frutas y hortalizas van hacia Alemania. Sólo en pepinos se envían 153 millones cada año. Las producción de frutas y hortalizas representa el 2% del PIB español, es un sector que genera unos U$D 23.000 millones al año", detalla el experto.
"Las consecuencias de esta crisis", agrega, "pueden ser terribles no sólo para España donde lugares como Huelva, Almería, Granada, Murcia y la Comunidad Valenciana viven prácticamente de la producción de hortalizas y frutas sino en la propia Alemania donde representan el 12% de las ventas en los supermercados".
Y es que la sospecha no sólo recae en los pepinos sino en las lechugas o tomates como posibles transmisores de la mortal bacteria.
En España algunos analistas ya comparan la "crisis del pepino" con la de las vacas locas y advierten que puede provocar hábitos de consumo en dietas como la mediterránea tradicionalmente señalada como sinónimo de salud y bienestar.
BBC Mundo
"Después de las declaraciones de la senadora, el Instituto Robert Koch de Alemania señaló que posiblemente la infección no fuese de origen sino de destino. Esa posibilidad también fue subrayada por Fréderic Vincent, portavoz de Sanidad y Consumo de la Comisión Europea. Ahora bien, desde el punto de vista del consumidor, puedo entender el pánico. No sabes de dónde viene la infección", comenta a BBC Mundo.
Tanto Vincent como el Instituto Koch plantean que en algún punto de la cadena de transporte y distribución se pudo dar el salto de la bacteria al pepino por un problema de manipulación, de logística o de limpieza.
En ese sentido la posibilidad de que un cargamento de pepinos adquiriera la bacteria después de caerse en el mercado de Hamburgo, es rechazada tajantemente por la senadora Storcks.
"Descartamos esa posibilidad porque las pruebas fueron tomadas en distintos lugares. Además es imposible que la carga de un solo palé sea la causante de una infección de las dimensiones que está alcanzando", señaló.
De las vacas locas a los pepinos "mortales"
El diario alemán Bild ha publicado una encuesta en la que el 58% de sus lectores ha dejado de comprar hortalizas en los últimos días. El pánico no sólo afecta a los productos españoles sino a la producción local o a la holandesa, que tradicionalmente releva a las exportaciones ibéricas por esta época."El mayor palo se lo está llevando España. El 35% de sus exportaciones de frutas y hortalizas van hacia Alemania. Sólo en pepinos se envían 153 millones cada año. Las producción de frutas y hortalizas representa el 2% del PIB español, es un sector que genera unos U$D 23.000 millones al año", detalla el experto.
"Las consecuencias de esta crisis", agrega, "pueden ser terribles no sólo para España donde lugares como Huelva, Almería, Granada, Murcia y la Comunidad Valenciana viven prácticamente de la producción de hortalizas y frutas sino en la propia Alemania donde representan el 12% de las ventas en los supermercados".
Y es que la sospecha no sólo recae en los pepinos sino en las lechugas o tomates como posibles transmisores de la mortal bacteria.
En España algunos analistas ya comparan la "crisis del pepino" con la de las vacas locas y advierten que puede provocar hábitos de consumo en dietas como la mediterránea tradicionalmente señalada como sinónimo de salud y bienestar.
BBC Mundo
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