Investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han identificado una nueva cepa de la bacteria Staphylococcus aureus resistente al antibiótico meticilina (MRSA), un patógeno muy común (lo tiene entre el 25% y el 30% de los individuos) que puede causar infecciones graves sobre todo en personas inmunodeprimidas y en entornos hospitalarios.
Según explica desde Cambridge la investigadora española Laura García, primera firmante del estudio publicado en The Lancet Infectious Diseases, la nueva cepa se localizó en leche de vaca de granjas británicas "en una proporción baja". García comprobó que las bacterias en cultivo eran resistentes a los antibióticos, lo que indicaba que tenían que poseer el gen mecA, habitualmente el responsable de esta resistencia. La presencia del gen, que se comprueba por análisis moleculares, es precisamente la prueba que se emplea en la clínica para detectar estas bacterias MRSA.
La sorpresa vino cuando, al practicar la prueba molecular para confirmar que se trataba de MRSA, se observó que la bacteria carecía de ese gen. Tras secuenciar su ADN, los investigadores hallaron un nuevo gen causante de la resistencia y, según explica García, desarrollaron un nuevo método para detectarlo. Tras advertir a las autoridades sanitarias británicas de la nueva bacteria, se comprobó que además era capaz de infectar a humanos a pesar de que procedía de vacas, "algo poco frecuente", según la investigadora española.
Aunque el hallazgo no supone un gran peligro para la salud "porque el 99% de la gente consume la leche pasteurizada", tiene implicaciones prácticas, ya que la nueva variante podría pasar desapercibida "si sólo se hace el test molecular", lo que no revelaría la resistencia.
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Según explica desde Cambridge la investigadora española Laura García, primera firmante del estudio publicado en The Lancet Infectious Diseases, la nueva cepa se localizó en leche de vaca de granjas británicas "en una proporción baja". García comprobó que las bacterias en cultivo eran resistentes a los antibióticos, lo que indicaba que tenían que poseer el gen mecA, habitualmente el responsable de esta resistencia. La presencia del gen, que se comprueba por análisis moleculares, es precisamente la prueba que se emplea en la clínica para detectar estas bacterias MRSA.
La sorpresa vino cuando, al practicar la prueba molecular para confirmar que se trataba de MRSA, se observó que la bacteria carecía de ese gen. Tras secuenciar su ADN, los investigadores hallaron un nuevo gen causante de la resistencia y, según explica García, desarrollaron un nuevo método para detectarlo. Tras advertir a las autoridades sanitarias británicas de la nueva bacteria, se comprobó que además era capaz de infectar a humanos a pesar de que procedía de vacas, "algo poco frecuente", según la investigadora española.
Aunque el hallazgo no supone un gran peligro para la salud "porque el 99% de la gente consume la leche pasteurizada", tiene implicaciones prácticas, ya que la nueva variante podría pasar desapercibida "si sólo se hace el test molecular", lo que no revelaría la resistencia.
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