Hace seis años, Andrés Hurtis (40) leyó un caso policial que lo conmovió. Una mujer había sido asesinada y su cadáver quedó al costado de la ruta. "Si la policía contara con un sistema para detectar e identificar patentes de autos no se necesitarían testigos presenciales para señalar a los sospechosos", pensó. Como ingeniero electrónico, Hurtis trabajaba en el desarrollo de un sistema de reconstrucción de imágenes de tomografías para una clínica, y decidió aplicar sus conocimientos al desarrollo de un software similar, pero destinado a imágenes en movimiento como las patentes de vehículos.
En 2010 se presentó a una convocatoria del Ministerio de Ciencia y Tecnología para subsidios destinados al desarrollo de software (Fonsoft), y con los fondos obtenidos está armando su primer prototipo. "La ventaja del sistema que estoy desarrollando, basado en visión artificial, es además de tener un menor costo que los importados, poder contar con servicio técnico y de soporte local", destaca el emprendedor.
Grafología onlineComo las huellas digitales, el bypass y la birome, los inventos argentinos se han destacado tradicionalmente por suplir con ingenio la falta de recursos económicos. A Nicolás Veiga (21) lo intrigó desde siempre la grafología, el arte de descubrir rasgos de personalidad por medio de la escritura, y como fanático de la programación se propuso crear un software que ayudara a los especialistas a examinar de forma objetiva firmas y manuscritos. Así, luego de terminar el secundario en el colegio técnico Otto Krause, se dedicó durante seis meses a crear Grafocastle , un sistema que ayuda a grafólogos, calígrafos, peritos y consultores de Recursos Humanos a analizar la escritura.
Además del software, Nicolás desarrolló una interfaz para trasladar información desde una tableta y un lápiz electrónico hasta la computadora. "El sistema detecta presión, trayectoria, área y velocidad al escribir, lo que lo convierte en un auxiliar del profesional que interpreta los datos, pero sin reemplazarlo", dice el inventor. Su desarrollo se comercializa a través de Internet en cinco países, y cuenta con traducciones al inglés, francés e italiano.
Electrocardiógrafo portátilEn la provincia de Entre Ríos, egresados de la carrera de Bioingeniería desarrollaron un equipo para realizar estudios diagnósticos en cardiología y transmitirlos vía Internet o mediante la red de telefonía celular. "Se trata de un electrocardiógrafo portátil que en lugar de imprimir los resultados transmite las señales por Internet o 3G para ser recibidas en una computadora o un teléfono móvil", explica el bioingeniero Carlos Pais, titular de la firma Cardiocom, que llevó adelante el proyecto. El desarrollo incluye tanto el software como el hardware, y está destinado a suplir la falta de especialistas y equipamiento de diagnóstico en los centros de salud de zonas rurales o alejadas de las ciudades y sus hospitales de alta complejidad.
"Cualquier enfermero o persona entrenada puede colocar los electrodos en el paciente para hacer el electro, y enviarlo al especialista", dice Pais. Si bien existen equipos de telemedicina importados, estos son muy costosos y no se adaptan al mercado argentino (y latinoamericano) porque sus antenas de transmisión no funcionan con la infraestructura de comunicación local.
Actualmente, la firma Cardiocom se encuentra trabajando en el desarrollo de otros dispositivos de telemedicina, para hacer espirometría (medición de la capacidad pulmonar en pacientes asmáticos), y otro para detectar patologías del sueño. Para esto han recibido un ANR (aporte no reembolsable) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, y el gobierno de Entre Ríos ha mostrado su interés en adquirir el equipamiento para dotar a los centros de salud en toda la provincia.
El superratónCon el advenimiento de las tecnologías inalámbricas y la convergencia entre televisor, computadora y consola de videojuegos se hizo necesario dotar al mouse de nuevas funciones. Con esta idea, el estudiante mendocino de Ingeniería Pablo Castañeda diseñó el iTouch 3D, un mouse que combina el control de mandos de un joystick y la versatilidad de un control remoto para comandar la compu o la tele a distancia.
"El mouse se creó hace 40 años y poco cambió en su fisonomía y funciones desde entonces, cuando en el terreno de los videojuegos, el avance a nivel de mandos fue impresionante -dice Pablo-. El dispositivo que diseñé busca cerrar esta brecha y el mayor desafío fue lograr que funcione sin una superficie de arrastre. Así surgió la necesidad de interpretar los movimientos físicos del usuario en el espacio. Para que fuese compatible con distintos sistemas desarrollé un software multiplataforma", comenta Pablo desde su casa-taller en la localidad mendocina de Maipú.
Además de permitir hacer clics como cualquier mouse, el iTouch 3D hace las veces de control remoto, joystick sensible al movimiento y mando para presentaciones con apuntador láser. El dispositivo puede ser utilizado por personas que sufren de discapacidad motriz, ya que tiene una opción que permite operarlo con un solo dedo. Además, el usuario lo puede programar a través de un sencillo software, para asignarle a cada botón una función determinada.
Hasta el momento, Pablo invirtió en su desarrollo unos $ 60.000 de su propio bolsillo, pero gracias a la difusión que tuvo su invento en medios locales y a través de videos en Youtube obtuvo el apoyo del municipio de Maipú, y ya recibió propuestas de inversores y compañías europeas y estadounidenses para comenzar a fabricar el dispositivo en serie.
La Nacion
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