En noviembre de 2010 Ubisoft sacó al mercado Assassin's Creed: La hermandad para Xbox 360 y PS3. Fueron muchas las voces que protestaron ante el ya recurrente retraso para ordenador, puesto que, como ocurrió con las dos primeras entregas, el juego de PC saldría siempre un tiempo después. Pero en vista del producto final, está muy seguro que nadie quedará decepcionado.
Debido a que ya analizamos previamente este juego cuando se lanzó para videoconsolas, no entraremos en valoraciones sobre la historia, ni su desarrollo, ni las nuevas opciones que ofrece frente a sus predecesores pero sí ponderaremos su aspecto técnico.
Lavado de cara para Windows
Con este juego, Ubisoft ha sido capaz de sacarle máximo provecho al PC, incluso a unos requisitos muy pobres para que un juego llegue a brillar tanto como sus contrapartidas de Xbox 360 y PS3.
Para empezar, debemos atender a los requisitos mínimos. Para hacerlo correr únicamente necesitaremos con 2 Gigas de memoria RAM montadas en un Intel Core 2 Duo 1.8 GHZ o en un AMD Athlon X2 64 2.4GHZ; ambos, equipos con cierta edad. También puede funcionar con un sistema operativo como es un Windows XP (versión 32 bits). Y en cuanto a la gráfica tampoco exige muchos quebraderos de cabeza. Con que tenga 256 y soporte DirectX 9.0 ya podremos jugar. Eso sí, sabiendo que no alcanzaremos el grado de excelencia de las videoconsolas.
Ahora bien, si el atento lector cree que existe trampa en estos requerimientos mínimos, que vuelva a pensárselo otra vez. Para poder competir con la PS3 no necesitaremos tampoco un monstruo tecnológico con las últimas novedades en hardware. Solo necesitaremos dar uno o dos pasos más por delante de los mínimos. Aparte de Intel Core 2 Duo E6700 2.6 GH, los 2 GBS de RAM y una gráfica de 1GB podremos jugar con bastante buena calidad. De hecho, las imágenes adjuntas a este texto fueron tomadas en un equipo que ronda los requisitos recomendados.
Pero, cuidado, aún hay deficiencias gráficas. Como ya ocurría en consolas, el popping sigue estando a la orden del día. Afortunadamente, las transparencias y la dosificada niebla logran suavizar mucho este efecto, el cual se disimulará más o menos en función de la gráfica y de la resolución con la que juguemos.
Al margen del aspecto gráfico, su fácil control hace que nos olvidemos enseguida de que nos tenemos que manejar a dos manos entre el ratón y el teclado. Lejos de volverse laberínticos y dificultosos, los controles llegan a ser bastante cómodos una vez te haces a ellos. A la hora de girar la cámara y realizar acrobacias que requieran de un punto de vista específico, aquellos que no estén familiarizados con el gamepad lo agradecerán.
En cuanto al audio, incluso con tarjetas de sonido integradas en la placa base, el sonido sale muy limpio y la música de Jesper Kid nos sigue emocionando con la misma fuerza con la que lo hizo cuando acechábamos en Jerusalén durante las Cruzadas o recorriendo los tejados de Venecia como un Ezio mucho más pipiolo. ¿Y qué decir del doblaje? Como ya se apuntaba meses atrás, el equipo de AC2 vuelve a repetir y dejan el listón bien alto, aunque el mismo actor doble con la misma voz a dos personajes distintos.
Por desgracia, no todo son alabanzas. A pesar de que Ubisoft ya ha sacado varios DLCS gratuitos para este juego, todos ellos incluidos en esta versión, los extras contenidos en la Codex Versión de consola y en la Digital Deluxe de PC siguen siendo exclusivos y es imposible descargarlos ni siquiera pagando por ellos como otro DLC más. Con lo que, de momento, no podremos ampliar la experiencia Assassin's Creed. Al menos, nos queda el consuelo de que también podremos beneficiarnos de los bonus de la aplicación de Facebook Assassin's Creed: Project Legacy.
Conclusión
Cuatro meses con los dientes largos viendo a nuestros amigos con videoconsolas hablar maravillas y revelar la trama y las novedades ha sido un vago sacrificio para tan bonito premio. La posibilidad de disfrutar de esta obra de arte en un ordenador es indescriptible. El placer está completamente garantizado, ya sea disfrutando de la belleza de las panorámicas, con su épica banda sonora o simplemente con su narración digna de novela, que por desgracia se ha tomado bastante más licencias historiográficas que la anterior entrega.
Dicho esto, solo queda por señalar que sus 49.95 euros que cuesta son una de las mejores inversiones que pueden hacerse respecto a otros títulos. Y si estás dispuesto a gastarte diez euros más en la versión Deluxe, no quedarás decepcionado de ningún modo. Máxime si eres leal a la causa de los Asesinos.
Libertad Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario