Un estudio puede haber encontrado explicación a los accidentes de carretera que se producen sin que el conductor llegue a dormirse, pero sí a sufrir momentáneos lapsus de atención que al volante pueden resultar fatales. Según el trabajo de un equipo de investigadores de EEUU e Italia, ciertas regiones de la corteza cerebral compensan la falta de sueño tomándose la libertad de apagarse aunque el individuo esté despierto. Estas neuronas que se quedan en off, aunque minoritarias en cada momento según los resultados, incluso sólo dos de un grupo de 20, pueden afectar al rendimiento.
Los científicos sometieron a un grupo de ratas a largos periodos de privación de sueño y analizaron lo que ocurría en sus cerebros y en su habilidad para alcanzar terrones de azúcar. Para evitar que los animales se durmiesen, los investigadores introducían en sus jaulas objetos que suscitaran su curiosidad, tales como pelotas de colores, cajas y tubos.
Según relatan los autores del estudio que hoy publica Nature, en esa situación "tanto el electroencefalograma (EEG) como el comportamiento indican vigilia". Y sin embargo, los resultados revelan que algunas neuronas duermen la siesta por su cuenta. "Después de un largo periodo de vigilia, algunas neuronas corticales se quedan brevemente offline como en el sueño". "Las neuronas a menudo se quedan offline en un área cortical pero no en otra", añaden. "Durante estos periodos de sueño local [las ratas] se ven progresivamente incapacitadas para alcanzar [la comida]".
Según el director del estudio en la Universidad de Wisconsin, Giulio Tononi, "estas neuronas cansadas en un cerebro despierto pueden ser responsables de los lapsus de atención, falta de juicio, tendencia al error e irritabilidad que experimentamos cuando no hemos dormido lo suficiente pero no nos sentimos especialmente soñolientos". Los científicos advierten de que "antes incluso de sentir fatiga" se debe "dejar toda actividad que requiera estar alerta".
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Los científicos sometieron a un grupo de ratas a largos periodos de privación de sueño y analizaron lo que ocurría en sus cerebros y en su habilidad para alcanzar terrones de azúcar. Para evitar que los animales se durmiesen, los investigadores introducían en sus jaulas objetos que suscitaran su curiosidad, tales como pelotas de colores, cajas y tubos.
Según relatan los autores del estudio que hoy publica Nature, en esa situación "tanto el electroencefalograma (EEG) como el comportamiento indican vigilia". Y sin embargo, los resultados revelan que algunas neuronas duermen la siesta por su cuenta. "Después de un largo periodo de vigilia, algunas neuronas corticales se quedan brevemente offline como en el sueño". "Las neuronas a menudo se quedan offline en un área cortical pero no en otra", añaden. "Durante estos periodos de sueño local [las ratas] se ven progresivamente incapacitadas para alcanzar [la comida]".
Distinto del microsueño
Los científicos aclaran que es un fenómeno distinto y previo al microsueño, algo también habitual como causa de accidentes de tráfico, pero que consiste en pequeñas cabezadas de entre 3 y 15 segundos con los ojos cerrados y un patrón de EEG semejante al del sueño. En el caso de estas siestas neuronales, los ojos siguen abiertos y el efecto se parece más al de los lapsus que sufren los pacientes de epilepsia.Según el director del estudio en la Universidad de Wisconsin, Giulio Tononi, "estas neuronas cansadas en un cerebro despierto pueden ser responsables de los lapsus de atención, falta de juicio, tendencia al error e irritabilidad que experimentamos cuando no hemos dormido lo suficiente pero no nos sentimos especialmente soñolientos". Los científicos advierten de que "antes incluso de sentir fatiga" se debe "dejar toda actividad que requiera estar alerta".
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