En el mundo de la publicidad palabras como la espontaneidad, la originalidad o la frescura suelen ser sinónimos de éxito. No es ningún secreto, sin embargo, parece que muchas veces cueste encontrar un anuncio que reúna estos ingredientes y que logre cautivar al espectador desde el primer segundo hasta el último. Una de las apuestas seguras en el sector, es la utilización de niños en los spots, precisamente porque los más pequeños reúnen algunos de los valores que triunfan en el sector y generan una empatía en la audiencia que se ve acentuada si se añade una pequeña dosis de humor. Lo mismo sucede en Internet, donde los vídeos protagonizados por niños en situaciones simpáticas, o surrealistas, sean reales o no, acumulan millones de visitas. Los más pequeños son rentables en la pequeña pantalla, es por ello que en los últimos años parece que ha habido un boom de los spots y los vídeos que se aprovechan del tirón de los peques de la casa.
Un Darth Vader muy especial
El ejemplo más reciente lo tenemos en el anuncio del Volkswagen Passat 2012 que se emitió durante la final de la Super Bowl y que en tan solo unos meses se ha convertido en el gran fenómeno del momento dentro de la publicidad. El spot mezcla emotividad y sentido del humor a través de una historia simple y, supuestamente, alejada del producto que se está vendiendo, en este caso un coche. En él se ve a un niño disfrazado de Darth Vader que intenta mover todos los objetos posibles con el uso de la fuerza, incluso a su propio perro, que por su reacción parece no comprenderle. El original final y las simpáticas situaciones que genera el niño durante todo el anuncio han lanzado al pequeño a la fama en Estados Unidos, mientras que el spot está causando sensación en la plataforma Youtube donde ya lo han visto casi 37 millones de personas. La marca está más que satisfecha porque ha logrado que se hable del anuncio, y llamar la atención de un público al que muchas veces cuesta seducir a través de la publicad.
Esta no es la primera vez que Volkswagen apuesta por los niños para presentar un modelo suyo. Hace poco, emitió un spot en el que un niño imitaba hasta la extenuación el sonido de un motor de coche para transmitir las bonanzas de uno de los modelos de la casa. En este caso la apuesta les salió también redonda porque el anuncio no solo llegó al público sino que fueron muchos los niños que imitaban a su homólogo del anuncio para jugar con sus amigos, por lo que el spot tuvo que ser retirado durante una época. Sin embargo, el efecto ya se había logrado, se hablaba del anuncio y de la marca.
Adultos en pañales
El efecto de la publicidad con niños ha pasado también a las redes sociales, donde algunos de los vídeos más vistos tienen un denominador común: la presencia de pequeños. En este sentido, actualmente hay dos vídeos en la plataforma Youtube que están causando verdadero furor en todo el mundo. El primero es uno donde aparecen dos gemelos de 18 meses manteniendo un “diálogo” frente a la nevera de su casa (ver vídeo). El filón este vídeo, es que los bebés, grabados por su madre, parecen conversar como si fueran adultos, con gestos y cambios de expresión incluidos. En sólo un día, el vídeo de los pequeños Sam y Rem, acumuló más de 300.000 visitas, y actualmente, y más allá del misterioso secreto de su conversación, es uno de los fenómenos de la red.
Futuros guitarristas
En los últimos días les ha salido otro firme competidor. Se trata de un vídeo donde salen cinco niños chinos tocando la guitarra de una manera sensacional (ver vídeo), guitarras que superan ampliamente su estatura. La imagen impactante de estos cinco peques está seduciendo a seguidores de todo el mundo que lo están difundiendo por todas las redes sociales y que han hecho que este vídeo sea ahora mismo uno de los consumidos. Si alguien te dijo alguna vez que tenías los dedos pequeños para tocar la guitarra aquí tienes un buen argumento para rebatirles.
Todos ellos son pequeños, muy pequeños en algunos casos, pero están sobradamente preparados para triunfar en el mundo audiovisual y en la publicidad. Seguro que vendrán más.
La Vanguardia
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